A través de un video en su cuenta de Facebook, Edgar Calderón Sosa, alcalde de Peto, Yucatán, informó este fin de semana de un primer caso sospechoso de COVID-19 en el municipio. Según reveló, se trataba de un paciente de la localidad de Xoy, al que acusó de contagiarse tras recibir la visita de unos familiares de Quintana Roo.
“Es muy triste que al parecer todo el trabajo que se ha venido haciendo en más de mes y medio con todos los departamentos, se vino abajo por la irresponsabilidad de unas personas que vinieron del estado de Quintana Roo a visitar a sus parientes”, expresó el presidente municipal, cuando aún las autoridades sanitarias no habían confirmado el caso.
Horas más tarde, el edil amplió los detalles. Mediante una nueva grabación, anunció que el enfermo había fallecido. Aunque no reveló sus datos personales, sí contó que sus hijos habían regresado de Quintana Roo días antes. A ellos les tachó de “irresponsables”, y de haber arruinado “el gran trabajo que se ha hecho en Peto”.
“Tristemente, el señor hace unos días tuvo visita de sus hijos, del vecino estado de Quintana Roo. Y ahí están las consecuencias. Hoy nos informan que falleció el señor de la comisaría de Xoy. Estamos en espera de que nos confirmen. Pero todo parece indicar que es tristemente COVID-19. Ustedes han visto el gran trabajo que se ha hecho en Peto, en las comisarías. Por irresponsabilidad de algunos amigos que insisten en venir a visitar a sus familiares, a sus comisarías, tenemos estos lamentables sucesos”, insistió.
Ante el comunicado del presidente municipal, los familiares del difunto se defendieron, y relataron la difícil situación que están atravesando este momento. A pesar de que Calderón Sosa no identificó en ningún momento al enfermo, los vecinos supieron que se trataba de Bernardino Canul Xix, también conocido como Don Dino, integrante de la Red Mayense de Guardianes de las Semillas.
“Nos ha llamado irresponsables públicamente, cuando mi hermano y yo regresamos a casa hace un mes, el 1 de abril”, explicó Luis Alberto Bernardino Canul, hijo del fallecido. “Y no vinimos de visita, ni de vacaciones, regresamos porque nos quedamos sin empleo, trabajábamos como meseros en Quinta Roo. Allá se cerró todo y nos quedamos sin trabajo, por eso volvimos”, explicó, según detalló el diario Animal Político.
El 28 de abril, Bernardino Canul acudió a la clínica del sector de salud de Peto, al presentar dificultar para respirar. Desde hace un año, padecía bronquitis asmática, pero el médico que lo atendió creyó que podía tratarse de COVID-19, por lo que pidió que lo trasladaran en ambulancia al Hospital O’horán, en la ciudad de Mérida.
Allí, la administración de salud rechazó internarle. Explicaron que por jurisdicción sanitaria, al paciente no le correspondía ese centro, sino el hospital de Tekax, donde finalmente hospitalizaron a Bernardino Canul en las primeras horas del 29 de abril, según narró su hijo.
Sólo un día después, Don Dino falleció en la clínica. Según su acta de defunción, expedida tras la autopsia, perdió la vida a causa de insuficiencia respiratoria aguda y neumonía comunitaria. Y en ningún caso nombran el coronavirus.
“En el hospital nos dijeron que mi padre no murió de COVID”, afirmó Luis Alberto.
A pesar de que la causa de muerte no indica COVID-19, el alcalde de Peto, Edgar Calderón Sosa, lanzó en redes sociales un tercer video para comunicar a la población que se había confirmado que el paciente falleció de coronavirus. También reveló que habían detectado un nuevo caso positivo.
“Peto hoy tiene ya dos casos. Uno que falleció hace unos días, y otro que hoy tenemos en las cabeceras”, relató.
El presidente municipal explicó que la defunción aún no había sido publicada por las autoridades sanitarias porque existe una plataforma y un proceso que aún deben completar, pero aseguró que él ya contaba con los resultados y estos confirmaron que el enfermo padecía COVID-19.
Su mensaje, explica Luis Alberto Canul, fue suficiente para propagar un clima de alarma e intranquilidad entre la población, que desde entonces, les ha acusado de llevar el coronavirus a Peto. Una irresponsabilidad que ellos jamás cometerían.
“No haríamos eso. De hecho, antes de volver, estuvimos 14 días en aislamiento para no poner en riesgo a nuestra gente. Y ni entonces, ni en estos días, mi hermano o yo hemos tenido síntomas de esa enfermedad”, explicó.
“Nosotros no estamos saliendo, a pesar de que en el hospital nos dijeron que mi padre no murió de COVID y de que no tenemos síntomas. Pero algunos amigos que nos están apoyando con las compras de los víveres nos dicen que ya hasta a ellos los están mirando feo. Llegan a los lugares y la gente se quita”, explicó.
Acerca de esta presunta marginación que está sufriendo la familia del difunto, el edil rectificó y pidió a la población que no caiga en este tipo de comportamientos.
“Te pido que seamos respetuosos con las personas o pacientes que en un momento dado, salgan contagiados de esta terrible enfermedad. Porque nadie puede decir ‘A mí no me pasa’ ‘no me toca’, ‘no existe’. No amigos”, explicó.
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