La economía de México profundizó su caída en abril golpeada por una menor actividad productiva derivada a la epidemia del coronavirus, de acuerdo con los índices de un influyente grupo de ejecutivos financieros difundidos el lunes.
El índice manufacturero del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) cayó 3.7 puntos frente marzo a 40.5 unidades, ubicándose por duodécimo mes consecutivo por debajo del umbral de 50 puntos, lo que indica una contracción.
Por su parte, el índice no manufacturero registró una caída de 3.2 unidades para colocarse en 35.5 puntos y ubicarse en zona de contracción por tercer mes consecutivo.
“Los resultados del Indicador IMEF de abril indican que durante este mes se profundizó la contracción de la actividad económica asociada a la recesión pandémica”, dijo el grupo en su reporte mensual.
Entre enero y marzo, la economía mexicana registró su mayor caída desde 2009 por un débil desempeño de la industria y los servicios. Aun así, se espera que el impacto principal de la epidemia se refleje en el segundo trimestre, debido a una serie de restricciones a la actividad económica.
México registra caída de 1,6% del PIB, la peor en once años
El producto interno bruto de México cayó 1,6% entre enero y marzo frente al trimestre previo y un 2,4% con respecto al mismo periodo de 2019, según datos divulgados el jueves anterior por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
Analistas recalcaron que se trata del mayor descenso del PIB en 11 años y es el quinto trimestre consecutivo en que se contrae respecto del trimestre inmediato anterior, “algo no visto en la serie del INEGI disponible desde 1993”, dijo Gabriela Siller, analista de Banco Base.
El presidente Andrés Manuel López Obrador, que no quiere endeudarse para sobrellevar los efectos de la pandemia, ha sido criticado por el sector privado de no tomar suficientes medidas para afrontar la crisis provocada por el aislamiento social y la suspensión de actividades no esenciales establecidas para frenar la transmisión del coronavirus.
Sin embargo, el mandatario mantuvo el optimismo.
“Afortunadamente fue menos de lo que pronosticaban nuestros adversarios”, dijo el jueves en su conferencia de prensa matutina. Insistió en que se trata de una “crisis transitoria” de la que se saldrá “relativamente pronto”, aunque reconoció que no hay que cantar victoria porque viene lo más difícil.
México, con más de 19.200 casos confirmados de COVID-19 y al menos 1.859 muertes, espera el pico de la pandemia para mediados de mayo, y sería después cuando la situación económica se agrave más.
“Todavía no estamos resintiendo todos los efectos de la crisis, pero no nos agarra con déficit. Por eso estoy optimista y siento que vamos a lograr salir adelante”, aseguró.
Según dijo, gracias a la política de austeridad del gobierno se ha conseguido aumentar los ingresos y eso permitirá que los mexicanos no sufran tanto.
“La clave está en no permitir la corrupción”, agregó.
López Obrador recordó que las previsiones mundiales apuntan a caídas en las economías en torno del 6% y aseguró que México no será la excepción, aunque dijo que los efectos serían distintos.
“Nosotros tenemos un modelo nuevo en donde se protege a la gente. Esa es la diferencia; no hay corrupción, no hay despilfarros, no hay lujos y esto nos permite ahorrar y destinar más recursos para los pobres”, añadió.
Alfredo Coutiño, de la consultora Moody’s, auguró una mayor contracción de la economía mexicana en 2020 dada su alta dependencia de la estadounidense, la caída del precio del petróleo y del turismo —dos de los motores del país— y las tímidas políticas aplicadas por las autoridades para compensar el freno provocado por la pandemia.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público señaló el jueves que la economía “se verá beneficiada por la reapertura coordinada de sectores clave, adoptando los protocolos sanitarios necesarios (para) poder asegurar el funcionamiento de las cadenas de valor con Canadá y Estados Unidos”.
Washington lanzó recientemente una campaña para conseguir que México reabra plantas vitales para su economía, como las de la industria automotriz. El gobierno mexicano busca la manera de hacerlo con las debidas precauciones sanitarias aunque, a la vez, critica que sigan abiertos otros sectores industriales y comerciales.
La vicesecretaría de Defensa estadounidense, Ellen Lord, elogió la respuesta positiva de México a la reapertura de plantas y que haya sabido valorar la importancia para la seguridad nacional de Estados Unidos.
Por otra parte, Petróleos Mexicanos, la energética paraestatal, reportó un incremento de la producción de crudo de un 4,1% en el primer trimestre con respecto al mismo periodo del año anterior.
“De esta manera, se mantienen la tendencia de crecimiento en la producción, situación que no se presentaba desde hace 14 años”, indicó en un comunicado.
López Obrador aspira a que el Congreso apruebe una iniciativa con las modificaciones presupuestarias necesarias para poner en marcha sus planes de reactivación de la economía —reestructuración del dinero de fondos, nuevos créditos, apoyos a la construcción_, pero no está claro que pueda salir adelante, ya que la oposición podría bloquear la ampliación del periodo de sesiones para debatir este tema.
Con información de Reuters y AP
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