El banco de inversión JP Morgan ajustó de nueva cuenta a la baja su pronóstico del comportamiento de la economía mexicana, con lo que espera una caída de 8.4% del Producto Interno Bruto (PIB) al cierre de este 2020, ante el impacto que tendrá la pandemia de Covid-19 en el país.
En un comunicado explicó: “Hay dos lecturas para esto: primero, la actividad económica era más débil de cara al segundo trimestre de lo esperado, lo que hace más complicado enfrentar los retos de ese periodo. Segundo, la pronunciada caída implícita en marzo tuvo lugar antes de que se aplicaran las restricciones a las actividades, así que los datos de abril probablemente serán funestos”.
Después de que se dio a conocer la caída del PIB en el primer trimestre de 1.6%, según la estimación oportuna del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), JP Morgan dijo en el segundo trimestre del año la actividad económica en el país podría caer 40%, ante el confinamiento que ha paralizado el consumo y servicios en México y el mundo.
La firma espera una recuperación hacia el tercer trimestre con la reactivación de la cadena productiva en Estados Unidos. Sin embargo, afirmó que la respuesta del gobierno mexicano ha sido limitada ante el fuerte impacto que se espera en el país en materia económica por el Covid-19.
“La respuesta fiscal ha sido muy limitada, poniendo en riesgo que la falta de liquidez en las empresas mute a la insolvencia y el desempleo masivo, al tiempo que el enfrentamiento entre el gobierno y el sector privado crece”, sostuvo.
JP Morgan resaltó que hay una presión por parte de Estados Unidos para que en México se reabran ciertas industrias que, el país vecino del norte considera esenciales, como la automotriz, “lo que podría mermar aún más el sentimiento” de los empresarios.
“Estos factores respaldan nuestro llamado para que el PIB se contraiga 8.4% en el 2020, en lugar del 7.5% que estimamos antes, y fortalecen nuestro llamado a que Banxico (Banco de México) continúe reduciendo las tasas para minimizar las dislocaciones a mediano plazo”.
Este jueves, el INEGI reportó que la economía se contrajo 2.4 % a ritmo anual y 1.6% en el primer trimestre. Los datos más bajos desde 2009 y 2008.
Con la caída de 8.4 por ciento prevista para todo el año, JP Morgan agregó en un reporte a inversionistas que también el estancamiento en las relaciones entre la iniciativa privada y el gobierno federal podrían deprimir más el ánimo empresarial y ahora de manera permanente.
A horas de que se publicara el dato de INEGI, el banco añadió que “la información más relevante para nosotros fue la tasa de cambio en la producción en marzo. No es una lectura agradable”.
Detalló que esto se debe a que el confinamiento en México solo se intensificó a finales del marzo y aún con ello el resultado para todo el trimestre fue una amplia contracción.
“Esto sugiere que la caída de la actividad en marzo fue más profunda de lo que pensábamos y le seguirá una contracción aún más aguda en abril, sin recuperación visible en mayo”, afirmó.
Y pronosticó: “Es poco probable que se restablezca la normalidad por cierto tiempo, incluso si las medidas de bloqueo se suavizan a finales de mayo, lo que, además, se hará de manera escalonada”.
Por su lado, el Banco Mundial estimó que la actividad económica mexicana tendría una caída cercana al 6.9%, observado en la crisis de 2009, y sería resultado del triple choque que recibe por el efecto de las medidas de contención para evitar que se propague el coronavirus, y los choques simultáneos de demanda y oferta que vienen del exterior.
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