El drama de los comerciantes en la Central de Abasto de CDMX: temor, contagios y cierres de negocios anticipan una crisis sin precedente

Frutas, legumbres, flores, víveres, abarrotes, carne, mariscos, entre otros muchos productos es de lo que se compone la Central de Abasto de la Ciudad de México (CEDA), el principal mercado de consumo para miles de pobladores en México, además de ser una de las principales fuentes de trabajo; sin embargo, el duro golpe de coronavirus ha empezado a afectar a las familias de comerciantes del lugar.

Ubicado en la alcaldía de Iztapalapa, con alrededor de 500,000 asistentes por día y cerca de 90,000 trabajadores, la CEDA ha comenzado a revelar la historia de los primeros contagios y a mermar la economía de algunos vendedores, pues han tenido que cerrar sus negocios y bodegas por miedo al contagio.

Los mismos empleados han compartido y advertido que el sitio ya es un foco de infección por lo que piden a la población tomar precauciones.

“Para los que dudan de que no es cierto lo del coronavirus, tengo amistades y familiares de la central de abastos que están contagiados o murieron. Tomen precauciones esto está canijo y más en la Central. Yo ya cerré mi negocio hasta nuevo aviso”, expresó una persona que labora en el lugar, por medio de redes sociales.

Y es que la preocupación por un posible desabasto y afectación de las familias comerciantes empezó a brotar en los pasillos del lugar, al anunciar el contagio de al menos 25 personas en la CEDA y alrededor de dos fallecidos.

Tal es el caso de Mariana García, quien dejó de laborar desde hace días, tras ser diagnosticada como caso positivo de COVID-19. De acuerdo con el diario Milenio comenzó a sentir dolor de cabeza, garganta reseca y gripe intensa.

“Mi hermana se sentía muy mal, regularmente ella se cura con alguna planta medicinal que le venden nuestros colegas, pero esta vez tenía los síntomas del nuevo virus que atormenta a todo México, el coronavirus”, expresó el hermano de la comerciante Mariana.

Por su parte, el productor Óscar Corral, detalló para el diario Reforma que sí hay algunas bodegas cerradas por los contagios de colaboradores. “Es un contagio espantoso lo que hubo ahí; mis clientes están enfermos de coronavirus. En el área de abarrotes también hay algunas bodegas ya cerradas por el miedo, porque están viendo que se les están enfermando sus colaboradores”.

Ante el cierre de algunos lugares, especialistas advirtieron la adopción de mecanismos para que el sitio pueda seguir operando.

“El Gobierno de la Ciudad de México tiene que ver la forma de lograr que esa distribución se dé poco a poco, hacer que las personas lleguen de forma escalonada porque esa actividad no puede parar, se limitaría el abasto y distribución para toda la CDMX y el área conurbada”, recalcó Carlos Alberto Bautista, especialista de la Facultad de Negocios de Universidad La Salle.

Aunque anunció, que si en los próximos días, más bodegas comienzan a cerrar habrá un incremento en algunos precios e incluso un desabasto.

En tanto, Juan Carlos Anaya, director del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), advirtió sobre el posible impacto que causaría a consumidores del centro del país, ya que si se agudiza el cierre de bodegas se generará un impacto social y económico negativo para el sector.

La jefa de gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, destacó que hasta el momento no existe ningún problema de falta de producto y la venta se mantiene con regularidad.

“No tenemos información de que haya problema de desabasto. Hasta ahora no existe. La Central de Abasto no se puede cerrar. Siempre hay rumores o fake news que pasan por ahí. Lo que sí estamos haciendo es tomar medidas mucho mayores, para que vaya menos gente al sitio”, aseguró Sheinbaum durante una conferencia de prensa.

Por ello, tanto la población como los empleados del lugar deberán considerar las medidas de precaución que son:

• Medir temperatura de trabajadores y clientes. En caso de que una persona tenga fiebre no debe ingresar y debe enviar un mensaje con la palabra covid 19 al 51515.
• Comerciantes y compradores deben utilizar cubrebocas y guantes desechables, que deberán cambiarse continuamente (cada dos horas).
• Todos los locales deben tener gel antibacterial.
• Personal que cargue mercancía o maneje “diablitos” deberán utilizar cubrebocas  y desinfectarse cada vez que inicie y termine algún viaje.
• Los únicos que podrán tocar frutas y verduras son los vendedores.
• En los pasillos se deberán habilitar pasillos para clientes.
• Cada local deberá marcar distancia (ya sea física o con pintura).
• Si es necesario, hacer filas de clientes al exterior del lugar.
• Evitar “dar la prueba”.

MÁS SOBRE EL TEMA