La mortalidad de Covid-19 puede comportarse diferente entre países, mientras que en otros los que mueren son ancianos en su inmensa mayoría, en México el rango de edad de la mayoría se ubica entre los 45 y 55 años.
El último reporte de la Secretaría de Salud (SSa), sobre el avance del virus SARS-CoV-2 en el territorio nacional registró que ya hay 1,434 decesos, mientras que son 15,529 infectados.
Y si bien los fallecimientos que se registran en nuestro país no son tan numerosos como en el vecino país del norte (Estados Unidos), la cifra negra puede seguir en aumento en población económicamente activa.
La semana pasada incluso el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López Gatell, dio a conocer que se estiman que 8 de cada 10 mexicanos en estado crítico morirán a causa de COVID-19.
Las personas críticamente enfermas, que tengan insuficiencia respiratoria grave, requerirán tratamiento en terapia intensiva con soporte mecánico ventilatorio, es decir, intubación. Pero, el porcentaje de personas que podrían perder la batalla contra la enfermedad asciende entre el 70 y 80%.
Además informó que la letalidad del virus es alta, pues se mueve entre el 5 y 7%. Por ello, exhortó a la ciudadanía a no minimizar la epidemia porque el país atraviesa por un fenómeno “históricamente importante” que no había sido visto en el mundo desde la pandemia de influenza en 1918, hace más de cien años.
La población mexicana es más vulnerable que la de otros países ante la pandemia del COVID-19 debido a la alta prevalencia de enfermedades crónicas como la obesidad, la diabetes y la hipertensión, aseguraron este miércoles especialistas.
En 18 estados de México más del 50 por ciento de los casos confirmados de coronavirus tienen otros padecimientos como diabetes, hipertensión, obesidad y tabaquismo.
Las defunciones distribuidas por entidades federativas ubican a la Ciudad de México a la cabeza, seguida principalmente de Baja California, Estado de México, Sinaloa, Tabasco, Quintana Roo, Puebla y Chihuahua.
Paulina Magaña, investigadora de El Poder del Consumidor, recordó que en México se estima que 96 millones de personas -más del 70% del total de la población- padecen sobrepeso y/o obesidad y las muertes por esta condición superan las 200,000 al año.
Mientras que la diabetes, que suma ya poco más de 12 millones de personas afectadas en el país, cobra la vida de más de 100,000 mexicanos anualmente.
Los especialistas explicaron que cuando una persona que padece estas enfermedades enfrenta una infección por un virus como el COVID-19 tiene más probabilidades de vivir complicaciones, pues hacen que el organismo colapse más fácilmente.
Del mismo modo, advirtieron que otras cuestiones como la inseguridad alimentaria y la falta de acceso al agua, inciden en que la población en México se encuentre en un mayor riesgo de infección y de presentar complicaciones por este virus.
En el panorama internacional, los contagios siguen concentrándose en la región de las Américas con un 47%, mientras que Europa sigue disminuyendo su intensidad reportando el 41% de casos confirmados en el mundo.
En el mundo, otros estudios similares apuntan a la obesidad
“La cifra de pacientes con comorbilidades crónicas nos sorprendió”, arrojó una investigación de Davidson —médica de Northwell Health y de su brazo científico, Feinstein Institutes—Davidson a The New York Times. Advirtió, sin embargo, que el estudio es observacional: es decir, que no hubo un grupo de control con el cual comparar los resultados. “Simplemente describimos a los pacientes que se acercaron y debieron ser hospitalizados”, explicó. “No los comparamos con aquellos que dieron positivo [en el análisis de SARS-CoV-2] y no fueron hospitalizados, o con aquellos que no resultaron infectados”.
El periódico también citó otros informes realizados entre menos pacientes en otros hospitales del área metropolitana de Nueva York que destacaron el exceso de peso como un factor de riesgo que complica el cuadro de coronavirus. “Una hipótesis es que la obesidad causa una inflamación crónica de bajo grado que puede conducir a un aumento de las citocinas proinflamatorias”, un tipo de proteína que producen algunas células y regulan la función de otras. Parecerían “desempeñar un papel en los peores resultados del COVID-19”.
Leora Horwitz, profesora del centro Langone Health de la Universidad de Nueva York (NYU), publicó recientemente un estudio en el que la obesidad resultó el predictor más importante de las complicaciones del COVID-19 después de la edad, citó el Times.
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