El narcotraficante mexicano Joaquín el Chapo Guzmán Loera cumplió 63 años el pasado 4 de abril. Sin embargo, esta vez no pudo organizar las fiestas a las que estaba acostumbrado, aun recluido en prisiones de alta seguridad mexicanas.
Este año, el onomástico del fundador del Cártel de Sinaloa pasó desapercibido en medio de la vorágine de información sobre el coronavirus, que mantiene en confinamiento a muchos países del mundo, pocos se acordaron del cumpleaños del narcotraficante, que desde el 18 de julio de 2019 cumple una sentencia de cadena perpetua a más 30 años en la prisión ADX Florence, en Colorado, conocida como la más brutal de EEUU.
Una de las pocas personas que felicitó al Chapo Guzmán a través de las redes sociales fue su esposa, Emma Coronel, quien a través de su cuenta de Instagram publicó una foto de una pintura de Guzmán Loera cuando era joven, con una corona.
La imagen estaba acompañada de la frase “Feliz cumpleaños” y de la canción “De los pies a la cabeza” de Los nuevos rebeldes, un grupo de música norteña.
En las prisiones de Estados Unidos existe alarma, ya que actualmente este país es el más afectado por la pandemia. Hasta el domingo registraba más de 54 mil muertes.
El lugar en el que se encuentra el fundador del Cártel de Sinaloa cuenta con medidas de seguridad extremas, especialmente en la Unidad de Control, de 78 camas, para los reclusos más peligrosos, donde lleva el distanciamiento social desde mucho antes. Guzmán Loera permanece encerrado durante 23 horas, y cuando sale a tomar el sol lo hace adentro de una especie de jaula que le impide tener contacto con otros presos. Los alimentos también los recibe dentro de su celda, por lo que permanece en completo aislamiento.
El reporte del Buró Federal de Prisiones (BOP, por sus siglas en inglés), actualizado al 26 de abril, señala que en las cárceles del sistema federal 1.046 reclusos y 330 empleados han dado positivo en las pruebas por COVID-19, de los cuales, 390 reos y 124 trabajadores se han recuperado.
Las últimas declaraciones de los abogados del Chapo Guzmán señalaban que el narcotraficante estaba trabajando arduamente junto con los defensores para interponer una apelación ante las autoridades estadounidenses.
En su cuenta de Twitter, citando al abogado Jeffrey Lichtman, el periodista Keegan Hamilton, quien cubrió el llamado juicio del siglo, aseguró que el narcotraficante mexicano ocupa su tiempo libre trabajando en su apelación al juicio por el que fue condenado a cadena perpetua.
“(El Chapo está) ayudando, trabajando en el papeleo desde su celda” aseguró el defensor, quien sobre el juicio comentó que “era Estados Unidos tratando de demostrar al mundo lo especial y justo que era su sistema... Realmente pienso que falló”, publicó el periodista en febrero.
Guzmán Loera apelará ante el Tribunal de Apelaciones de Estados Unidos, del Segundo Circuito, su caso número 19-2239, archivado el 22 de julio del 2019, por la presunta mala conducta del juicio realizado en su contra en la Corte del Distrito Este de Nueva York, donde fue encontrado culpable de 10 delitos relacionados con tráfico de drogas y lavado de dinero.
Una publicación de Hamilton de 2019 dice que integrantes del jurado reconocieron que violaron las reglas que se les habían impuesto durante el juicio, como no informarse a través de las redes sociales sobre el tema, lo que es una de las principales cartas de la defensa del narcotraficante.
Al leer la sentencia el 17 de julio del 2019, el juez Brian M. Cogan afirmó que hubo “montañas de evidencia” que condenaban al ex cabecilla del Cártel de Sinaloa y dejó en claro, sobre el juicio: “Vi las características criminales más terribles de toda mi vida como juez”.
El 22 de julio de 2019, Marc Fernich, otro de los defensores del Chapo presentó ante el Tribunal de Apelaciones un documento en el que solicitó la revisión de la sentencia, a cadena perpetua más 30 años de prisión, así como del pago de USD 12.166 millones, dictada por el juez Brian M. Cogan.
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