Clonación de tarjetas, sobornos a policías y nexos con políticos: las redes de la mafia rumana en Quintana Roo

Una investigación halló que la mafia rumana en Cancún cuenta con el apoyo de jueces, políticos y la policía

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Foto: ELIZABETH RUIZ / AFP
Foto: ELIZABETH RUIZ / AFP

A finales de marzo de 2019 el Ejército Mexicano detuvo en Cancún a dos rumanos: Florian Tudor y Adrián Nicolaé Cosmín. Llevaban un arma de uso reservado, varios cartuchos útiles, un vehículo de lujo y unos USD 26,000.

El nombre del primero de los detenidos, Florian Tudor, alias “Tiburón”, brincó de inmediato en diversas agencias de seguridad internacionales. En su país se le investiga por fraude cibernético, robo de información y clonación de tarjetas bancarias. Sin embargo, en México es el principal accionista de Intacash, una compañía de cajeros automáticos con centenar de máquinas en Cancún, Isla Mujeres y Playa del Carmen.

En abril de 2018, un año antes, los rumanos Sandu Ioan Laurentiu y Aurelian Marcu se acercaron a un trabajador que reparaba un cajero automático en Playa del Carmen. Le preguntaron su trabajaba para el empresario Alin Gabriel Stroe y le ordenaron que le dijera que “el grupo de los chilangos estaba molesto y lo vamos reventar”.

Dos meses después, el empresario al que habían amenazado sufrió un atentado o un intento de levantón por parte de los rumanos Marcu Constantin Sorinel y Zoltan Daniel Piculeata. El escolta de Stroe abrió fuego contra los agresores y abatió de un tiro a Marcu Constantin, un personaje al que buscaba la Interpol.

Playa Cancún (Foto: Cuartoscuro)
Playa Cancún (Foto: Cuartoscuro)

Más tarde, Stroe hizo responsables de los ataques a los dos rumanos que le enviaron un mensaje amenazante a través de uno de su empleados.

Sin embargo, un hermano del rumano muerto negó que se hubiera tratado de un atentado o intento de levantón. Explicó que aquella noche ni Marcu Constantin ni su acompañante llevaban armas, y reveló que su hermano había sido guardaespaldas durante mucho tiempo de Florian Tudor, el accionista principal de la empresa de cajeros automáticos Intacash.

Detalló que Marcu Constantin se había peleado con Tudor “por dinero y mujeres” y que luego se había dedicado a sabotear la red de cajeros des Intacash. Tudor lo había mandado matar en venganza, y para evitar que hablara de la clonación de tarjetas en los principales destinos de Quintana Roo, según el hermano de Marcu.

La información que proporcionó a las autoridades además reveló que Florian Tudor tenía contactos con las mafias de China, India e Indonesia, a travé sde las cuales se movían los fondos robados sobre todo a turistas extranjeros mediante la clonación de tarjetas. Un negocio que, según el testigo, arrojaba ganancias de más de USD 200,000 diariamente.

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A pesar de que en Marzo detuvieron las autoridades detuvieron a Florian Tudor y Adrián Nicolaé Cosmín, al poco tiempo ambos fueron liberados luego de que un juez les impusiera como medida cautelas presentarse a firmar cada 15 días.

El 7 de diciembre de 2019 fue detenido en el aeropuerto de la Ciudad de México por homicidio en grado de tentativa, Sandu Ioan Laurentiu, uno de los hombres que habñia mandado aquel mensaje amenazante a Stroe. En su informe reveló que la mafia rumana de Cancún está confrontada, y que a él le pusieron un “cuatro” para quitarlo para quitarlo de en medio.

Para que no se le ocurriera abrir la boca de más, el rumano comenzó a recibir audios y mensajes amenazantes por parte de Tudor, uno de los cuales fue interceptado por las autoridades: “Si queremos que nos chinguemos nos chingamos, voy a mandarte coger allá en la cárcel, en dos días te van a coger”.

Una investigación del periodista Héctor De Mauleón halló que la mafia rumana en Cancún cuenta con el apoyo de jueces, políticos y la policía. La clonación de tarjetas arroja ganancias de millones de dólares cada año.

Sin embargo, es uno de los negocios ilícitos que la pandema ha detenido, al menos por el momento.

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