Desde el inicio del confinamiento doméstico por la expansión del coronavirus, en marzo, los servicios de emergencia del país recibieron 26,171 llamadas relacionados con violencia contra la mujer, el número más alto desde que comenzó este mecanismo de apoyo, en 2016.
Según una nota del diario La Jornada, los datos registrados en todos los sistemas estatales 911 y compilados por el Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), mientras que el año pasado el récord mensual fue de 21,678 llamadas de auxilio por esta misma causa, durante la expansión de la pandemia por Covid-19 la cifra se disparó notablemente.
En México, el primer caso de coronavirus se confirmó el 28 de febrero pasado y de inmediato, de manera voluntaria, millones de personas decidieron permanecer en sus hogares; el 23 de marzo se inició la Jornada Nacional de Sana Distancia con medidas para disminuir la movilidad y las actividades sociales y familiares y enseguida la fase 2 de la emergencia sanitaria.
De acuerdo con La Jornada, funcionarias del gobierno federal alertaron del incremento de peticiones de auxilio procedentes de los hogares, que significaba un ambiente más deteriorado y violento en perjuicio de las mujeres, niños y adultos mayores. Pidieron incluso que se clasificara dentro de las actividades esenciales a los refugios para mujeres violentadas.
También recomendaron imponer la ley seca, lo que rechazaron el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, y la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum.
Según datos del SNSP, mientras que las llamadas de violencia contra la mujer pasaron de 19,183 en enero de este año, a 21,727 en febrero, y 26,171 en marzo pasado.
Tampoco bajó el pico en denuncias de abuso sexual -en marzo hay sólo tres menos del récord de agosto del año pasado- y también hay cifra roja en incidentes de acoso u hostigamiento sexual, con 1,017 llamadas de emergencia, más del 50% registrado de enero.
Aunque las autoridades reconocen la problemática, no tienen datos del número de episodios que se quedan ocultos en el ámbito doméstico; grupos civiles han hecho aproximaciones. Por ejemplo, la empresa Enkoll, señaló que en pleno periodo de confinamiento, sólo 11% de las mujeres agredidas acudió ante algún tipo de autoridad.
Por otra parte, de acuerdo con el mismo diario La Jornada, el primer trimestre de 2020, en plena emergencia sanitaria por la pandemia de Covid-19, fue el más violento para las mujeres en México desde el inicio de la estadística por género, en 2015.
De enero a marzo de este año, 964 mujeres fueron asesinadas en el país: 720 de los casos están clasificados como homicidios dolosos y 244 como feminicidios, según cifras de las fiscalías estatales, compiladas por el Sistema Nacional de Seguridad Pública.
En el mismo periodo, pero de 2019, el acumulado era de 232 feminicidios y 650 asesinatos. Asimismo, en 2018, en el mismo lapso en consideración, fue de 210 feminicidios y 644 homicidios dolosos. Los números correspondientes a los tres años anteriores son menores también.
En cuanto a homicidios dolosos, el recuento trimestral enero-marzo de 2020, muestra que la entidad con el mayor número de casos fue Guanajuato (121 carpetas); le sigue el Estado de México, con 73, y Michoacán con 61.
En feminicidios, la mayor cantidad de episodios registrados se ubicó en el Estado de México con 34; Veracruz con 25, y Puebla con 22.
La violencia contra las mujeres se evidencia no sólo en los asesinatos, sino también en la agresión que puede poner en riesgo su vida: casi 60% de las denuncias levantadas ante el Ministerio Público son por lesiones dolosas, básicamente por golpizas.
Así, durante el primer trimestre del año, fueron levantadas en todo el país 15,292 denuncias por lesiones dolosas. En el primer lugar de la lista aparece el Estado de México, con 3,610 carpetas, seguido de Guanajuato con 1,442 y Michoacán con 1,008.
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