Greta no encuentra paz. Teme morir y no es causa del coronavirus. A la mujer hay algo que le aterra aún más: que su esposo la mate.
Las amenazas, golpizas, encierros y violaciones a las que fue sometida por Hugo Cardoso, su pareja por 14 años y padre de su hijo, eran cosa del pasado hasta que el Gobierno de Yucatán le retiró la custodia fija que había obtenido, luego de que sufriera tentativa de feminicidio.
El 30 de marzo, Greta Martínez recibió un papel en el que le notificaban que debido a la contingencia del coronavirus y con el fin de mantener la salud de los elementos de la Secretaría de Seguridad Pública, se retiraban las custodias.
Greta y su hijo viven encerrados en su casa en Mérida pues desde el pasado 14 de marzo el policía encargado de su custodia no acude a su domicilio. “Llamo a todas las instituciones, para que vuelva el policía”, implora la mujer.
Por años, Greta vivió agresiones por parte de su expareja, aunque lo denunció por intento de feminicidio, un juez federal reclasificó el crimen con violencia familiar, por lo que el hombre está libre.
Pero Greta no es la única que quedó expuesta por la contingencia de COVID-19 en Yucatán, la familia de Emma Gabriela, víctima de feminicidio en 2017, así como una activista que apoyó a la familia durante el caso, también están sin protección.
Aunque las autoridades estatales regresaron la seguridad a las mujeres, fue de manera parcial.
En el primer mes de confinamiento por el COVID-19, las llamadas y los mensajes de ayuda contra diversos tipos de violencia de género aumentaron más del 80 por ciento, informó este jueves la Red Nacional de Refugios (RNR) de México.
La Red indicó que las solicitudes de ingreso a refugios por parte de mujeres víctimas de violencia aumentó un 12.7% en el periodo comprendido entre el 17 de marzo y el 20 de abril.
En un comunicado, la Red informó que ha brindado orientación y atención a través de líneas telefónicas y redes sociales a 2,633 personas, de las cuales el 76.26% son mujeres, el 13.19% instancias de Gobierno y el 10.55% hombres.
La información precisó que el 44% de las llamadas y mensajes se concentran en la Ciudad de México y el Estado de México y los principales motivos han sido de “información de los servicios para mujeres que viven violencias en sus relaciones y dentro de sus casas, denuncias por violencias, atención especializada e implementación de plan de seguridad ante casos de violencias”.
Durante el citado periodo la Red ha realizado siete traslados en el interior del país y cuatro rescates de casos de mujeres y sus hijas e hijos “en situación de riesgo que tuvieron que huir de sus casas en medio de la contingencia”.
“Para muchas mujeres quedarse en confinamiento pone en riesgo su vida” y la de sus hijas e hijos, muestra de ello es que más del 57% de las mujeres reflejaron vivir violencias por parte de sus esposos o parejas.
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