Pat Landers, de 32 años, de Baldwinsville, Nueva York (EEUU), y su novia Karla Baca, de 41, murieron en un tiroteo fatal en Ciudad Juárez, Chihuhua.
Landers, padre de un niño, y Baca conducían una camioneta Jeep con placas de Nueva York, en el céntrico cruce de Avenida López Mateos y Río Senegal, cuando ocurrió la agresión. Según la Fiscalía Especializada de la Mujer, el doble homicidio se registró poco después del medio día, del lunes 20 de marzo y fueron asegurados 30 casquillos percutidos calibre .40 y 9 milímetros.
La Subsecretaría de Educación zona norte informó que Baca era maestra de Educación Física y daba clases en la escuela primaria federal 28 de Octubre. El día que fue asesinada reiniciaría con sus clases luego de haber solicitado dos licencias de seis meses cada una.
De acuerdo con la dependencia, la maestra se ausentó de sus labores porque estaba radicando en Estados Unidos. “Un hecho lamentable, una compañera docente del área de Educación Física, ella se encontraba hasta el 15 de abril gozando de una licencia sin goce de sueldo”, especificó Judith Soto, subsecretaria de Educación.
Baca tenía tres semanas en Ciudad Juárez, por lo que acababa de reactivar su trámite para que volviera a sus actividades normales el 20 de abril, desafortunadamente ocurrió el ataque.
Amigos de Landers dijeron a diarios estadounidenses que él y Baca se encontraban en cuarentena en la ciudad mexicana por la pandemia de coronavirus. Ambos se conocieron hace cuatro meses, cuando el norteamericano viajó a Texas. Landers disfrutaba de visitar Las Vegas y otras áreas del sur de Estados Unidos debido al clima cálido.
El ahora occiso era un ávido jugador de golf. Recientemente trabajaba como profesional de dicho deporte, lo que le permitió viajar por todo el mundo. También era propietario de varios inmuebles de inversión en el área de Syracuse.
Algunas ciudades de Chihuahua entraron en confinamiento desde el 31 de marzo por la pandemia de COVID-19. A pesar de eso se han reportado diversos crímenes en la entidad. La mayor parte de la violencia es atribuida a los cárteles de la droga, que se disputan el control del mercado de opioides.
Un día antes de que se decretara cuarentena a nivel nacional, Oscar Hagelsieb, jefe de Grupo del Buró de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) fue atacado mientras se dirigía a su casa en Ciudad Juárez, Chihuahua, donde elementos de la Policía Municipal lo encañonaron y balearon.
Hagelsieb manejaba una camioneta BMW modelo X5 con placas diplomáticas cuando al detenerse, en un semáforo en rojo, un grupo de efectivos de Ciudad Juárez lo increparon y le apuntaron con armas de fuego.
Al verse en peligro, el funcionario del gobierno de Donald Trump pisó el acelerador y trató de resguardarse. Los policías municipales no sólo lo siguieron, sino también pidieron refuerzos para perseguir a Oscar Hagelsieb.
La experiencia del hombre como agente encubierto para combatir el narcotráfico en México y diferentes naciones del Medio Oriente, le permitieron esquivar con facilidad los disparos lanzados por los uniformados.
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