Grupo Alemán (Galem) reconoció el embargo precautorio por parte del SAT en las instalaciones sede de Fundación Miguel Alemán Valdés, debido a las deudas existentes que tiene Interjet, una de las empresas que forman parte del grupo, con el Sistema de Administración Tributaria (SAT), sin embargo, señaló que la resolución se encuentra en proceso.
El inmueble ubicado en el número 187 de la calle Rubén Darío, en Polanco, puede seguir siendo utilizado, sin embargo, no está permitida su venta o traslado incluyendo la biblioteca, la limosina y una réplica de la silla presidencial que se encuentra al interior de la residencia.
La intervención del inmueble fue llevada a cabo el viernes 17 de abril, luego de que el SAT determinara la insolvencia de la aerolínea comercial.
A través de un comunicado de prensa, grupo Galem informó que la colocación de sellos de embargo precautorio es un acto administrativo que forma parte del proceso legal que la empresa está llevando con las autoridades. “Interjet concretó un acuerdo con el Servicio de Administración Tributaria (SAT), para atender sus obligaciones hacendarias, sin que ello implique la condonación de impuestos”, dijo el grupo empresarial.
Dicho acuerdo ha permitido el pago gradual de las responsabilidades de la empresa en materia fiscal, por esta razón, el proceso finiquito de los pasivos de Interjet requiere de la garantía del pago del adeudo pendiente a la fecha que se encuentra en trámite. “Razón por la cual se debe cumplir con el proceso que marca la ley”, añadió el comunicado. Además, indicó que con esto se garantiza el pago pendiente: “Se quita la preocupación natural de la autoridad y se respeta el estado de derecho que cumple cabalmete Grupo Alemán”
La empresa aclaró que el embargo fue concretado por la falta de pago que de las obligaciones tributarias de la aerolínea Interjet, perteneciente al grupo empresarial del cual, el responsable solidario de la empresa es Miguel Alemán Velasco, exgobernador de Veracruz e hijo de quien fue presidente de México, Miguel Alemán Valdés.
Aunado a esto, el pasado 25 de marzo se dio a conocer que diversas arrendadoras decomisaron al menos 27 aviones, los cuales eran de uso de la aerolínea, debido a la falta de solvencia de la empresa para pagar el arrendamiento de las aeronaves, ante la crisis que enfrenta la compañía.
Según una declaración del un consultor de aviación de IBA Group a El Financiero Bloomberg, los aviones Airbus retenidos realizaban viajes, principalmente a Estados Unidos.
Y es que la crisis sanitaria por coronavirus ha supuesto un reto importante para las aerolíneas y los negocios que pertenecen al sector turístico. La afluencia de personas en los aeropuertos ha disminuido, ya que uno de las principales medidas para frenar la propagación del virus ha sido el cierre de fronteras y restricciones de movilidad cada vez más severas.
Cabe mencionar que en agosto de 2019, la aerolínea fue señalada por adeudar 549.3 millones de pesos al SAT, en un momento en el que la empresa estaba en “quiebra técnica” por la mala situación económica del país y la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), alegó la empresa en en la demanda de juicio de amparo directo que frenó su embargo. Esto se sumó a una serie de infortunios financieros que la compañía ha venido enfrentando desde antes que la pandemia por coronavirus afectara a México.
Así pues, desde el 24 de marzo, la aerolínea frenó sus vuelos internacionales, con el fin de frenar el contagio de COVID-19, enfermedad que según el último reporte de la Secretaría de Salud (SSa) ha registrado 10,544 casos positivos y 970 muertes. Sobre esto, Miguel Alemán Magnani, presidente de Interjet, señaló:
“Como mexicanos es momento de sumar experiencias, casos de éxito y poner sobre la mesa el talento y aporte de cada aerolínea para colocar a nuestras fuentes de empleo, directas e indirectas, por encima de cualquier obstáculo. Juntos podemos volar más alto y ser ejemplo para otros sectores económicos”
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