Este lunes se registró una caída histórica en los precios del petróleo en Estados Unidos. Los valores del West Texas Intermediate (WTI) cerraron en cifras negativas: -37.63 dólares por barril. Se trata de la única vez que sus valores se han registrado por debajo de cero desde que los futuros del petróleo comenzaron a cotizarse en NYMEX en 1983.
Esta situación se desencadenó por la baja demanda de gasolina en Estados Unidos, derivada de la inmovilización de la ciudadanía por las medidas de contingencia por la pandemia del COVID-19.
Los compradores no están nada interesados en adquirir crudo en estos momentos ante el exceso de la oferta global y la falta de espacio para almacenar los barriles.
Pero no se trata de una situación que puedan aprovechar directamente los ciudadanos. Ni cerca está de serlo.
En entrevista para Infobae México, Ramses Pech, analista de energía, explicó cómo se traduce este suceso.
“Hay que diferenciar: el mercado de barriles (de petróleo) es un mercado bursátil de contratos en tiempos; el del combustible, para la venta al ciudadano de a pie en las estaciones de servicio, es una compra física de un valor tangible que se hace de manera inmediata”, explicó el experto.
Así que, en realidad, el consumidor no verá un precio negativo en la gasolina, ya que en su venta al público también se incluyen los costos de importación, refinamiento, traslado, impuestos, entre otros.
El analista recalcó también que los valores negativos que se observan son en mercados, en la bolsa.
“No es que uno llegue y compre un barril en esos costos. Es más bien una garantía de un contrato de compra a futuro de un producto, en este caso del petróleo, que se cotiza en el mercado”, indicó.
Además, el especialista enfatizó que solo se trata de valores negativos registrados en dos días (lunes y martes), que era el cierre de los contratos para recibir el crudo en mayo y, reiteró, los clientes no están interesados en tener petróleo en mayo porque no sabrían dónde almacenarlo.
En cambio para junio, añadió, el panorama se torna positivo. Esto ante la posible reactivación -gradual- de actividades y la intención del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de adquirir 75 millones de barriles para las reservas estratégicas.
Por otro lado, Ramses Pech advirtió que, si continúa la contracción de demanda del crudo y en junio no se reactiva la economía, en julio tendrá que establecerse otro recorte en la producción de petróleo de los países de la OPEP.
“En el mundo, según datos de la OPEP hay una capacidad para almacenar alrededor de 4.600 millones de barriles; hoy están ocupados como unos 4.480, entonces solo queda espacio para almacenar unos 120 millones de barriles, espacio que podría agotarse en los próximos 50 días”, concluyó el experto.
Con todo esto tenemos que, aunque sí están ligados el precio del crudo con el de la gasolina de venta al público, esta relación es indirecta, por lo que no quiere decir que alguien que fuera a comprar gasolina hoy, pudiera llenar su tanque sin ningún costo.
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