La crisis que está sufriendo actualmente el mercado petrolero en relación a la pandemia del coronavirus ya ha mermado en su demanda y, con ello, en su depreciación. En México, los primeros estados en resentir el desplome del precio del petróleo fueron Michoacán, Yucatán y San Luis Potosí, siendo esta última entidad la que más bajó la gasolina durante la segunda semana de marzo de 2020.
A pesar de que el 12 de abril,los mandatarios de Rusia, Arabia Saudita y EEUU culminaron con la guerra de los precios del petróleo mediante los acuerdos que se asentaron en la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), el triunfo que tuvo el presidente de EEUU, Donald Trump en su papel como mediador entre Rusia y Arabia Saudita, fue un éxito anunciado de manera muy temprana y de ello los mercados han dado cuenta.
Tan sólo el pasado viernes 17 de abril los precios del petróleo en el país vecino cayeron otro 8% con un cierre de 18.27 dólares por barril, lo cual era considerado hasta ese momento como su punto más bajo en 18 años. Incluso se presentó un lapso en el que el energético presentó un descenso a 17.33 dólares por barril. Lo anterior, bajo el contexto de la reunión que tuvo en días pasados la OPEP explica que los recortes de producción que se acordaron entre los 23 países integrantes no son suficientes para compensar la crisis a la que se enfrenta ante la baja demanda.
Sin embargo, el golpe fue mayor el pasado lunes 20 de abril, cuando de nueva cuenta el mercado petrolero de EEUU pasó una de sus peores jornadas en las que el precio de barril de referencia y una corriente de crudo producido en Texas y en el sur de Oklahoma, el West Texas Intermediate (WTI) se desplomó en un 305 por ciento. Por ello, su prospección para mayo llegó a 40.3 dólares por debajo de cero, derivado del exceso de oferta.
El panorama es oscuro para los compradores, quienes han contemplado cómo los tanques de reserva se quedan sin capacidad de almacenamiento tras la caída de la demanda del crudo en el mercado. Lo ocurrido el lunes negro marcó el precio más bajo en la historia del petróleo desde 1999.
El martes 21 de abril, es hoy considerado también como “martes negro”, ello después de la autorización de ventas en negativo por parte de la principal plaza de negociación de futuros WTI, el mercado de Chicago, provocando pánico. El mero hecho de poseer contratos de mayo previo al cierre de negociaciones, significa para los compradores el estar obligados a recibir barriles en un contexto en el que ése es el peor de los escenarios cuando ya no existe lugar suficiente para guardarlos.
Igualmente el martes negro arroja la caída del Brent en un 25%, mientras que la del West Texas es de un 43 por ciento. Ello se traduce en una , presión para el West de entrega en junio, que bajó 11.7 dólares, debido nuevamente al exceso de oferta y a la escasez de almacenamiento.
Tan sólo a inicios del martes 21 de abril, el WTI de mayo cotizaba en el entorno de dos dólares y más tarde, cayó de nuevo en tasas negativas. Al cierre éste quedó en 9 dólares apuntando hacia un bajo volumen de negociación. Cabe señalar que el 21 de abril fue el último día para la negociación de dichos contratos, motivo por el que las tensiones comienzan a trasladarse a otros mercados y plazos.
En tanto que, el lunes negro tuvo un efecto negativo en el mercado mexicano, traduciéndose en la pérdida de todo su valor en lo relativo al petróleo, pues éste cotizó en -2.37 dólares por barril, cuando el viernes 17 de abril oscilaba en 14.35 unidades por cada barril. Es la primera vez en la historia de México que el crudo cotiza en cifras negativas.
MÁS SOBRE ESTE TEMA: