Las funerarias se preparan para los picos más altos de muertes por coronavirus

Los integrantes de la Asociación Nacional de Directores de Funerarias (ANDF) se alistan para enfrentar el periodo más crudo de la pandemia del coronavirus, con base en proyecciones de la Secretaría de Salud (SSa) sobre los avances de los contagios por Covid-19 y sus porcentajes de letalidad,

Un reportaje de la revista Proceso en su edición de esta semana, señala que Francisco Alvarado Madera y Roberto García Hernández, presidente y vicepresidente de la asociación, diseñan estrategias para distribuir insumos funerarios, realizan capacitaciones virtuales sobre el tratamiento de los cuerpos infectados y las medidas de seguridad para los empleados y deudos de las víctimas, además de sugerir a las autoridades federales medidas para agilizar el manejo de cadáveres.

En entrevista con Proceso, Alvarado Madera detalla: “Estamos alistándonos para el pico más difícil de la pandemia, que será del 21 de abril al 11 de mayo, cuando tendremos las mayores defunciones. Estamos pronosticando un aproximado de 500 a 600 defunciones por día, si no es que un poco más, en todo el país”.

Con 650 fallecimientos, 7,497 casos confirmados y 12,369 sospechosos hasta el reporte oficial de este sábado, el coronavirus alcanzó una tasa de letalidad de más de 7% a escala nacional.

Francisco Alvarado precisa que desde el pasado 1 de abril participan en las reuniones del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (Cenaprece), órgano desconcentrado de la Secretaría de Salud “para ir monitoreando dónde está el mayor número de contagios”.

Indica que, tomando en cuenta escenarios como los de España e Italia, la ANDF realiza un censo sobre la capacidad instalada de cada municipio en materia de funerarias y crematorios.

Con la estimación de que existen entre 300 y 350 crematorios y de 5,000 a 5,500 funerarias –cifra aproximada a los 4,918 establecimientos con ese giro registrados en 2018 por el Directorio Estadístico de Unidades Económicas elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), Alvarado Madera confía en que la capacidad de estos establecimientos no será rebasada en la pandemia.

Por lo pronto, señala que siguen de cerca la situación en la Ciudad de México, Guadalajara, Monterrey y Puebla, donde podrían desencadenarse buena parte de los fallecimientos por Covid-19, según cálculos “a partir del crecimiento en el número de infectados, no de la población”.

La Ssa emitió este viernes, en el marco de la emergencia sanitaria, un acuerdo para prohibir la incineración y la inhumación en fosas comunes de cuerpos no identificados o identificados no reclamados de personas fallecidas a consecuencia de Covid-19.

En el Diario Oficial de la Federación (DOF), la Secretaría destacó que la prohibición va dirigida a las autoridades de todos los niveles de gobierno, así como a cualquier institución pública o privada que tenga a su cargo el manejo de los cadáveres.

También se añade que las autoridades e instituciones deberán facilitar la trazabilidad tanto de los cuerpos identificados como los no identificados, mediante el uso de tumbas individuales o fosas específicas para casos sospechosos o confirmados de Covid-19, claramente marcadas, que especifiquen que se trata de una defunción por la enfermedad del coronavirus SARS-CoV-2.

En el caso de cuerpos sospechosos o confirmados por coronavirus, no se podrá realizar exhumación de estos antes de 180 días a partir de la fecha en que se haya inhumado.

Mientras que en el supuesto de que una persona fallecida no identificada o no reclamada, cuya muerte sea por el coronavirus y que no tenga señales de muerte violenta, las autoridades deberán emitir un informe en donde se incluya una fotografía del rostro, rasgos particulares y datos biométricos de la víctima.

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