El índice de contagio y letalidad del coronavirus (COVID-19) ha provocado que sea el principal tema en los medios de información; sin embargo, hay otro virus que comienza a ser preocupante en el país: el sarampión.
A través de la Dirección General de Epidemiología, la Secretaría de Salud (Ssa) informó este sábado que en México se tienen registrados 150 casos de sarampión, de los cuales 80% no tiene antecedentes de vacunación.
Del total de no vacunados 55 son menores de 18 años, es decir, 46%. Además, se confirmaron 71 casos de sarampión en este grupo etario.
El informe indica que desde que se registró el primer caso de la enfermedad el 22 de febrero de 2020, las entidades más afectadas son Gustavo A. Madero con 67, seguido por Miguel Hidalgo con 17. Mientras que el Estado de México registra 23 casos, seis de ellos ocho se reportan en Ecatepec.
Además, las edades de los afectados oscilan entre los tres meses de edad hasta los 68 años. Asimismo, detalló que 585 de los casos, se presentaron en la población masculina y 42% en las mujeres.
Del 4 de marzo, cuando la Secretaría de Salud reportó cuatro casos la expansión se ha hecho con velocidad, pues pasó de 4 a 150 en poco más de un mes, es decir, tuvo un aumento del 3,750%.
“En el periodo de 2000 a 2020 se han identificado 211 casos importados o asociados a importación, incluidos los 10 casos identificados –hasta el 13 de marzo– por el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica en el 2020 en la Ciudad de México”, dice un documento difundido a principios de abril por parte de la Comisión Nacional para la Vigilancia Epidemiológica (CONAVE).
La cifra de personas con sarampión, que es más contagiosa que el COVID-19, representa más de la mitad de los que se identificaron en dos décadas.
El otro brote epidémico
El sarampión tiene un R0 (reproductivo básico o capacidad de contagio) de 18; es decir, que un infectado puede contagiar hasta 18 personas más, mientras que el COVID-19 tiene un R0 de 2.5.
Aunado a esto, se han reportado coberturas bajas de vacunación respecto al sarampión. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la cobertura ideal es de 95%, no obstante hasta 2018, estaba por debajo del 90%.
“El R0 y las coberturas bajas son la respuesta a por qué tenemos tantos casos”, dice el epidemiólogo de la UNAM, Oscar Sosa, quien explica que aunque el sarampión es más contagioso que el COVID-19, en éste último no existe una vacuna por eso hay que tener más cuidado.
Progreso de la enfermedad
El sarampión se transmite por contacto con gotitas provenientes de la nariz, la boca o la garganta de una persona infectada. No hay ningún tratamiento específico, el manejo es únicamente sintomático.
La Ssa destacó que, los síntomas del sarampión cambian conforme se desarrolla la enfermedad. El primer signo es la fiebre alta que dura entre cuatro y siete días, y se presenta después de 10 o 12 días de estar en contacto con el virus.
Durante la fase inicial del sarampión puede haber congestión nasal, tos, ojos rojos y con secreciones y manchas blancas en la parte interior de las mejillas.
Luego se produce exantema, es decir, una erupción rojiza en la piel que dura de cinco a seis días e inicia en la cara y parte superior del cuello. Se extiende hasta cubrir el cuerpo en un periodo aproximado de tres días y luego desaparece.
La enfermedad puede tener complicaciones graves, e incluso ser mortal. Algunas de las complicaciones son neumonía, encefalitis, diarrea grave e infecciones del oído y respiratorias.
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