Un siglo después, el bisonte americano regresó a Coahuila

Los 19 mamíferos, reintroducidos a su ambiente, fueron trasladados desde Janos, Chihuahua, y son la segunda manada de esta especie en el país

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Del total del grupo, 16 son hembras (Foto: Eduardo Ponce/CONANP)
Del total del grupo, 16 son hembras (Foto: Eduardo Ponce/CONANP)

Pasó un siglo para que el bisonte americano volviera a pastar en su hábitat de Maderas del Carmen, al norte de Coahuila.

Los 19 mamíferos, reintroducidos a su ambiente, fueron trasladados desde Janos, Chihuahua, y son la segunda manada de esta especie en el país.

"Traslocamos un grupo del rancho El Uno, manejado por el Fondo Mexicano para la Conservación de la Naturaleza (ubicado) en Janos.

“Fue un grupo de 19 ejemplares, de los cuales 16 son hembras y 3 son machos, todos adultos en edad reproductiva”, mencionó el biólogo Jonás Delgadillo Villalobos en un video informativo.

Los bisontes, seleccionados con el apoyo técnico de la Dirección General de Vida Silvestre de la Semarnat, fueron trasladados vía terrestre y se espera que se reproduzacan y desarrollen para contribuir a la recuperación ecológica de Maderas del Carmen.

La meta es llegar a 200 ejemplares en una década (Foto: Eduardo Ponce/CONANP)
La meta es llegar a 200 ejemplares en una década (Foto: Eduardo Ponce/CONANP)

“Calculamos en unos 10 años llegar a (tener de) 150 a 200 ejemplares”, proyectó Delgadillo Villalobos.

El plan para reintroducir bisontes americanos a su hábitat mexicano inició cuando el Servicio Nacional de Parques de Estados Unidos donó 23 ejemplares provenientes del Parque Nacional Wind Cave.

"El 9 de noviembre de 2009, en la Reserva de la Biósfera Janos, Chihuahua, los 23 ejemplares dieron inicio a la primera manada de conservación en México, con el objetivo de que originaran otras manadas", informó la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CNANP) el pasado 26 de marzo.

Diez años después de la iniciativa, la manada de Janos superó los 200 bisontes, de ahí los 19 enviados a Maderas del Carmen.

El plan para reintroducir bisontes americanos a su hábitat mexicano inició cuando el Servicio Nacional de Parques de Estados Unidos donó 23 ejemplares (Foto: Eduardo Ponce/CONANP)
El plan para reintroducir bisontes americanos a su hábitat mexicano inició cuando el Servicio Nacional de Parques de Estados Unidos donó 23 ejemplares (Foto: Eduardo Ponce/CONANP)

Maderas del Carmen es un Área Natural Protegida (ANP) que abarca los municipios de Muzquiz, Ocampo, Acuña y colinda con el río Bravo al sur de Texas. Del lado estadounidense limita con el Parque Nacional Big Bend y forma parte de la misma zona natural.

Esta ANP tiene una superficie total de 208,381 hectáreas, según el estudio técnico del área de protección de Maderas del Carmen, elaborado en 2010 por la consultora Procesamiento Integración Manejo y Análisis de Información Geográfica.

En 1880, “la población de bisontes en México se redujo a poco más de 1,000 individuos, por destrucción y fragmentación de los pastizales, enfermedades y cacería”, abundó la CNANP.

El bisonte americano era nativo en la región coahuilense, pero algunos registros ubican su desaparición a mediados del siglo XIX, según Delgadillo Villalobos, maestro en Ciencias Forestales por la Universidad Autónoma de Nuevo León.

“El área histórica ocupada por los bisontes se extendía desde Alaska hasta el norte de México y desde Nueva York hasta California, ocupando aproximadamente 9.4 millones de Kilómetros cuadrados”, se detalla en el programa de conservación del bisonte americano de 2012, elaborado por la Dirección de Especies Prioritarias (DEP).

Su masa corporal varía de 318 a 907 kilogramos.  (Foto: Eduardo Ponce/CONANP)
Su masa corporal varía de 318 a 907 kilogramos. (Foto: Eduardo Ponce/CONANP)

Según el mismo documento, la gestación de un bisonte americano dura de 262 a 300 días. Las hembras alcanzan la edad reproductiva a los 2 años y el pico de su fertilidad es entre los 3 y los 16 años; mientras que para los machos ese pico se da entre los 6 y los 12 años.

Considerado el mamífero de mayor tamaño en el continente Americano, el bisonte llega a tener una longitud total de 3,040 a 3,800 mm; la cola mide de 300 a 910 mm, la altura de las patas traseras es de 500 a 680 mm y su masa corporal varía de 318 a 907 kilogramos.

"Las crías de bisonte comúnmente nacen entre abril y junio pero pueden nacer hasta noviembre, generalmente uno por hembra, aunque pueden tener gemelos.

La tasa de nacimientos puede fluctuar del 35 al 100 por ciento. En promedio, las hembras silvestres tienen dos becerros cada tres años y el periodo de lactancia es de al menos 7 u 8 meses”, refiere el estudio de la DEP.

En julio de 2018, el gobierno de Coahuila promocionó que el bisonte americano ya llevaba tres décadas en ese estado, en referencia a una población de 50 ejemplares que habitaban en Jagüey de Ferniza, municipio de Arteaga.

Pero se trata de bisontes criados en cautiverio. A diferencia de los liberados en Maderas del Carmen que, se espera sobrevivan en un ambiente sin intención doméstica, de caza o recreativa.

Estos animales son clave para la ecología en que se desenvuelven porque tienden al pastoreo selectivo, lo que ayuda a la dispersión de semillas y mantienen la heterogeneidad ambiental.

Forman revolcaderos, redistribuyen nutrientes por la orina y, al pastar, reducen la altura de la vegetación, lo que permite el establecimiento de colonias del perrito llanero, especie que igual está en peligro de extinción en México.

Comparado con el ganado vacuno, "los bisontes tienen patrones de uso de hábitat que ayudan a mantener el ecosistema en un estado productivo saludable.

"Aunque seleccionan áreas similares a las de las vacas, los bisontes no suelen pastorear áreas previamente pastoreadas durante la misma temporada de crecimiento; caminan más, ingieren forraje más seco y fibroso y pasan menos tiempo en zonas riparias, y hacen un uso mayor de lugares con pendientes pronunciadas, como cárcavas, suavizándolas y reduciendo la erosión; lo que reduce el impacto negativo en pastizales nativos", de acuerdo al estudio de la DEP.

Por eso, los bisontes liberados en Maderas del Carmen “van a ayudar a la recuperación de estos ecosistemas que han sido sobrepastoreados por ganado doméstico”, explica Delgadillo Villalobos.

La reintroducción de este mamífero en Maderas del Carmen empezó desde abril del año pasado y la CNANP continuará con el programa durante los próximos dos años, introduciendo nuevos ejemplares para su consolidación e incremento de manera sustentable.

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