¿Lo atraparan, finalmente? La pregunta hace a Ismael “El Mayo” Zambada asomar una dentadura debajo de un poblado bigote negro. “En cualquier momento o nunca”, respondió en un español empolvado al periodista Julio Scherer (1926-2015).
A casi diez años de esa entrevista inédita, el segundo escenario se ve más posible para el fundador del Cártel de Sinaloa.
Luego de la sentencia a cadena perpetua de Joaquín “El Chapo” Guzmán en Estados Unidos, el siguiente capo en la lista sería, con toda naturalidad, “El Mayo” Zambada; sin embargo, no lo fue.
Aunque por años, Ismael Zambada ha permanecido como la figura más emblemática dentro del crimen organizado, las autoridades elevaron el precio por la captura de Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación, considerado el grupo criminal más poderoso del país.
Desde hace 50 años, Ismael Zabada García, un capo de bajo perfil, se ha dedicado al trafico de drogas ilegales sin haber pisado nunca una cárcel.
¿Por qué un hombre de más de setenta años de edad no está en el radar de el gobierno mexicano? Esa fue una de las interrogantes que sembró el proceso judicial de su socio y compadre, Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Para responderla, la periodista y experta en narcotráfico, Anabel Hernández, escribió de manera profusa sobre el tema.
Hernández reporta que “El Mencho”, en el mundo del gran crimen, era un recién llegado que imitó las maneras de los grandes hombres del narcotráfico, pero con violencia e inestabilidad del mercado de drogas. A diferencia del “Mayo” Zambada, que es un hombre de pocos enemigos y poseedor de un poder especial: dar estabilidad al mercado negro.
Para la periodista, los informes sobre la expansión del Cártel Jalisco Nueva Generación son una especie de “campaña” para convertirlos en un blanco más preciso. “Sólo buscan engrandecerlos, pues no son de ese tamaño. Una vez convertidos en un blanco, se vuelven desechables”, aseguró.
Otros sicarios importantes pero violentos fueron Los Zetas, quienes se consolidaron no por el tráfico de drogas, sino por su violencia desmedida.
Ejemplificando, Anabel menciona. “Es lo mismo que el fenómeno que pasó con Los Zetas y su fundador Heriberto Lazcano ¿Eran más importante que “El Chapo” o “El Mayo”? ¿traficaban más droga? No, pero la violencia que ejercían generaba inestabilidad en el mercado”.
Actualmente el cártel de la última letra ha perdido unidad. Sus líderes históricos están fuera del juego y la organización se ha fragmentado de un modo que permanece confuso, sin demasiada claridad sobre la morfología actual del cártel. Sin embargo, su violencia sigue muy viva en los estados del Golfo de México, fundamentalmente en Veracruz y Tamaulipas.
Frente a frente: Cártel Sinaloa y Jalisco Nueva Generación
El más reciente reporte de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA por sus siglas en inglés) señala que “El Mayo” Zambada y los hijos del Chapo le han dado un segundo aire a su cártel.
Las autoridades aseguran que aunque Joaquín Guzmán Loera —quien ha cumplido seis meses de su condena a cadena perpetua— no ha dado ni una sola orden desde su celda, pero la empresa delictiva que fundó sigue floreciendo.
“El Cártel de Sinaloa mantiene la huella más expansiva en Estados Unidos, mientras que el Cártel Jalisco Nueva Generación se ha convertido en la segunda presencia más dominante en este país en los últimos años”, advirtió el informe anual de la DEA.
En los últimos años se había informado que el CJNG, comandado por Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”, le pisaba los talones o incluso ya había rebasado al Cártel de Sinaloa en Estados Unidos. Pero el nuevo reporte de la DEA concluye que no es así.
En México, la situación es diferente. La Fiscalía General de la República y la DEA coinciden que el CJNG es la organización criminal que mayor presencia tiene en el territorio azteca. Esto debido a la dinámica criminal del Mencho.
“El CJNG no se dedica solamente al tráfico de drogas a Estados Unidos y Europa, sino que ellos trabajan mucho en la parte local, inmiscuidos en otros delitos que no dependen estrictamente del narcotráfico, como la trata de personas, extorsión, secuestro, robo de combustible, por ellos explotan mucho esa parte de controlar territorios", describe Ismael Bojórquez, director de Río Doce.
No obstante, el poderío del Cártel de Sinaloa también se ha visto reflejado. El jueves 17 de octubre Culiacán vio despertar vio despertar a la bestia con la que convive desde hace décadas.
Aunque se había dicho que el cártel del Mayo estaba adormilado, afectado y disminuido tras las disputas en su cúpula, es día enfrentó a elementos de la Guardia Nacional tras la detención de Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
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