Después de la polémica en torno a una supuesta compra de insumos de protección sanitaria a sobreprecio hecha por parte del gobierno mexicano a China, Hugo López-Gatell, subsecretario de prevención y promoción de la salud, explicó la situación a la cual se refirió como una “distorsión” de la verdad.
“Hablando de información distorsionada. Por ahí está circulando la idea de que México le vendió sus mascarillas a China en febrero y ahora las tiene que recuperar a un precio 30 veces mayor”, inició el funcionario público durante la conferencia de prensa organizada por la Secretaría de Salud (SSa) la noche del 12 de abril.
El egresado de la UNAM no explicó si esta tergiversación fue parte de un mecanismo intencionado o si fue un caso fortuito que se salió de control por el tipo de difusión que tuvo la noticia, pero lo que sí explicó fue que se pudo dar, en parte, por una entrevista que dio a The Economist en donde le preguntaron respecto a las compras de insumos de protección sanitaria, a lo cual explicó:
“Desde luego habla de la ignorancia o de las ganas de no querer ver la realidad [...] México y China son los productores mayores de algunos insumos para la salud, específicamente, estos equipos de protección personal que incluyen las mascarillas N95, los goggles, etcétera. Eso no porque México tenga una compañía nacional productora de esto. Sino porque México es un país muy confiable en términos económicos y tiene múltiples compañías o fábricas de compañías globales y algunas de ellas son grandes productoras para el mundo”, explicó el doctor.
Esto quiere decir que el gobierno de México no le vendió nada a China, sino que compañías de la iniciativa privada que producen esos insumos en México tuvieron un trato comercial con China.
En el contexto epidémico mundial, el gigante asiático fue el primer país que presentó la crisis sanitaria de COVID-19, “entonces, en febrero cuando China tenía una enorme demanda de este tipo de insumos, que era el epicentro de la pandemia, pues los solicitó al mercado mundial y una de las productoras son las fábricas que había en México”, abundó el subsecretario.
Al tratarse de una relación transaccional entre compañías privadas y otro país, el gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador no tenía injerencia alguna en lo establecido. Dicho de otra manera, López-Gatell dijo que: “no hay ninguna razón para impedir (vender) a una compañía privada eso y, obviamente, se vendió”.
Al día de hoy, cuando la crisis se manifestó en tierra azteca, es turno del gobierno federal de comprar los insumos pertinentes y al tomar en cuenta que México y China son los más grandes productores de los mismos, cuando los recursos manufacturados en la república mexicana resultan escasos, parece lógico mirar a China para adquirirlos.
“En este momento que México los requiere, pues lo compra también, así como en su momento lo hizo China comprándolo en México, México lo compra hoy en China, que es otro de los sitios mundiales de producción”, concluyó el funcionario.
El virus no se detiene. De acuerdo con el último reporte de la SSa, en México los casos confirmados de COVID-19 subieron a 4 mil 661 y las víctimas fatales asociadas a esta enfermedad son de 296 . Así lo informó José Luis Alomía, director general de epidemiología en la conferencia de prensa del domingo 12 de abril. Cabe destacar que el domingo de la semana pasada eran 2 mil 143 casos y 94 decesos, lo que significa que en una semana se incrementaron en 2 mil 518 casos y 202 muertos.
Las cinco entidades del país que cuentan con mayor número casos de COVID-19 son la Ciudad de México, el Estado de México, Baja California, Puebla y Quintana Roo. Lo cual concuerda con las estimaciones del gobierno federal en las que las principales urbes de México serían las más afectadas, debido a la gentrificación, a pesar del aislamiento.
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