En México el número de casos de personas infectadas por COVID-19 aumentó a 3,441 pacientes confirmados, 260 nuevos, lo que mostró un ligero aumento a diferencia de los días previos que se mostraron nuevos récords positivos, reportó la Secretaría de Salud (SSa). Mientras que la cifra de víctimas fatales aumentó a 194.
Los estados que siguen con mayor número de contagios fueron: la Ciudad de México con 54 nuevos, lo que deja 909 infectados en total, mientras que el Estado de México registró 45 nuevos y tiene 399 en total. Quintana Roo registró 16 nuevos y tiene 153 positivos; Puebla tuvo 15 nuevos y 198 contagiados en total.
En contraste, siete estados no registraron nuevos casos, Colima tiene solo siete infectados, Zacatecas 11, Campeche 14 y son los tres con menos infectados. Mientras que Aguascalientes tiene 53, Baja California Sur 68 y Jalisco 139, tampoco mostraron aumentos.
El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, acompañado por el director general del Centro Nacional para la Transfusión Sanguínea, el doctor Jorge Trejo Gómora, informó que existen 10,105 casos sospechosos, 17,950 negativos, y un total de 31,496 personas estudiadas.
En el panorama internacional, existe un total de 1,436,198 casos confirmados a nivel mundial. De ese total, el 68%, o 973,441 casos, fue confirmado en los últimos 14 días. Es una cifra que va en descenso: el martes era de 71% y el lunes de 74%. La tasa de letalidad global aumentó a 6%.
Europa empezó a disminuir su contribución a la carga mundial de nuevos casos, mientras que la carga de América comenzó a subir. El porcentaje de distribución de casos en las últimas 24 horas en Europa es de 39,442 o 47.6%, mientras que en América es de 37,294 o 45%.
El subsecretario aseguró que, aunque no hay una fecha exacta, “estamos próximos a entrar a la fase tres” de la epidemia. Declaró que en los siguientes 15 días el país llegará a un punto donde se resolverá que la transmisión es lo suficientemente dispersa como para ser considerada fase tres, además de que habrán ajustes en las distintas medidas de control epidemiológico. “No adelantemos vísperas. Cuando vengan esas medidas las anunciaremos en tiempo y forma”.
Las zonas metropolitanas continúan siendo los principales puntos de infección: la zona metropolitana del valle de México, la Ciudad de México, y la zona conurbada en el Estado de México es donde se encuentra la mayor carga de enfermedad en el país. López-Gatell aseguró que la gráfica con el mapa del país y el panorama nacional comenzará a cambiar de color: de verde a amarillo a rojo, cuando significará que hay una transmisión más activa.
Sin embargo, aclaró que aunque se pinte en conjunto todo el estado de cierto color, no significa que en todo el estado exista una gran intensidad de transmisión. En Jalisco sólo es la zona metropolitana de Guadalajara. Lo mismo ocurre con Monterrey en Nuevo León.
López-Gatell también afirmó que semanalmente se harán las estimaciones de casos confirmados porque se requieren las cifras de infecciones respiratorias agudas de las 26,000 unidades de salud en el país. Es así como se hace la estimación de lo que representarían los casos confirmados. Esta semana el factor es de 8.2, por lo cual si se multiplica el número de casos confirmados por el factor se obtendrá la cantidad de casos estimados.
En la conferencia de prensa vespertina de hoy se confirmó la muerte de dos mujeres embarazadas por COVID-19, las primeras de su tipo en el país. Ambas padecían de obesidad mórbida, mientras que una tenía hipertensión arterial y otra diabetes gestacional. “Hay que tener cuidado con las mujeres embarazadas y considerarlas personas susceptibles”, afirmó, antes de desear que “descansen en paz. Es muy lamentable”.
La tasa de incidencia del número de personas con enfermedad considera a la población que existe en cada entidad federativa. Las diferencias de la incidencia comparan en condiciones iguales a estados que tienen tamaños de población diferentes. La tasa de incidencia por 100,000 habitantes en el país es de 2.69.
Por ejemplo, la Ciudad de México y Quintana Roo tienen poblaciones diferentes y por lo tanto diferencias grandes en el número de casos, pero la diferencia de incidencia no es significativa: 10.08 contra 9.23, respectivamente. Baja California Sur es el tercer estado con la tasa más alta con 8.45.
En la distribución por edad de los casos confirmados, López-Gatell anunció que se hará una adaptación a las gráficas y comenzarán a “desglosar o desagregar” a las personas mayores de 65 años. El objetivo del cambio es para que exista más claridad sobre “la diferencia del riesgo que existe de desenlaces fatales” entre la población mayor.
La distribución de casos confirmados ambulatorios se concentra en los grupos de edad de 30 a 34 y 35 a 39 años. Sin embargo, la cantidad de hospitalizaciones aumenta con la edad de los grupos, confirmando que la edad es un factor de riesgo. El 70% de casos es hospitalizado y 30% se mantiene ambulatorio.
López-Gatell también explicó que esta última proporción cambiará significativamente. Mientras que originalmente era de 20% de casos hospitalizados y 80% ambulatorios, y debido a las nuevas medias que recomiendan “quedarse en casa” si los síntomas no son graves, las personas ambulatorias ya no estarán representadas en esa cifra pero sí en las estimaciones. Las personas “directamente tratadas” van a estar “sobrerepresentadas”.
El estado de los casos confirmados por evolución a lo largo de todo el periodo epidémico, desde el 28 de febrero, son: ambulatorios con 69.78% o 2,401 casos, hospitalizados estables con 10.11% o 348, hospitalizados graves con 16.54% o 569, y hospitalizados intubados con 3.57% o 123.
La distribución de defunciones no ha tenido cambios notorios: la mediana de edad es de 57 años y el rango de 26 a 92 años. Mientras aumenta la edad también la mortalidad, sin embargo, el subsecretario también explicó que “la inmensa carga de enfermedades crónicas en el país explica la mortalidad entre jóvenes”. El 72% de las muertes en el país por COVID-19 pertenece a hombres y el 28% a mujeres.
MÁS SOBRE ESTE TEMA: