El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo el viernes que pidió a sus colegas de Estados Unidos y China que le vendan equipamiento médico con el que hacer frente al coronavirus, que ha causado 3,441 contagios y 194 muertes en el país latinoamericano.
El gobernante dijo en su rueda de prensa diaria que el jueves conversó con el presidente estadounidense, Donald Trump, y le pidió 10,000 respiradores y 10,000 monitores para atender a pacientes con coronavirus.
“Le dije que sabemos de la situación tan difícil por la que están ellos atravesando, la falta de ventiladores en general, pero también le expresé que ellos tiene más posibilidades, tienen más plantas, más desarrollo tecnológico y tienen más recursos económicos”, dijo.
En México se encuentran filiales de varias grandes compañías estadounidenses que producen equipamiento e insumos médicos, aprovechando los menores costos de producción en territorio mexicano respecto a Estados Unidos.
Según López Obrador, Trump se comprometió a consultar con los encargados del abasto de estos equipos en su administración y responderle el viernes por la tarde.
El mandatario mexicano dijo también que el viernes sostendrá una conversación telefónica con el presidente chino, Xi Jinping, para darle las gracias por los equipos médicos que el país asiático ha vendido hasta ahora a México y “adquirir más equipos y no tener problema de desabasto”.
El martes arribó a territorio mexicano un avión con 10 toneladas de guantes y mascarillas procedente de China y está previsto que el viernes llegue otra aeronave desde la nación asiática con más equipamiento médico.
TODOS A AYUDAR
La Casa Blanca no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios sobre las declaraciones de López Obrador.
El anuncio del mandatario sobre los recortes estadounidenses fue una sorpresa dada la renuencia de Trump a pedir rebajas a los productores de petróleo locales.
Aún así, su secretario de Energía, Dan Brouillette, dijo el viernes que “es momento de que todas las naciones examinen seriamente lo que cada una puede hacer para corregir el desequilibrio de la oferta y la demanda”.
George Baker, un analista de petróleo de Texas, dijo que Trump puede haber calculado que con la más que probable caída de la producción de crudo en el corto plazo debido al impacto económico del brote de coronavirus, no tiene mucho que perder al hacer esa promesa de recorte.
Es probable que la estabilización de los precios por los recortes proporcionen cierto alivio a los productores de esquisto estadounidenses, algunos de los cuales podrían ser empujados a salir del mercado si los precios no se recuperan.
Ayudando a López Obrador, Trump lo tendría más fácil para ejercer presión sobre México si los cruces fronterizos ilegales aumentan nuevamente, agregó Baker, editor de Mexico Energy Intelligence.
Trump ha convertido la reducción de la inmigración ilegal en una de sus prioridades, y ha presionado a México para que endurezca la vigilancia en la frontera y frene el aumento de inmigrantes que intentan solicitar asilo.
Normalmente, cualquier decisión coordinada de los productores de petróleo de Estados Unidos de reducir la producción para aumentar los precios violaría las leyes antimonopolio, pero algunos expertos han dicho que si el gobierno federal lidera la iniciativa podría ser legal.
MÁS SOBRE OTROS TEMAS: