La estadounidense Constellation Brands dijo el miércoles que ha iniciado el proceso para reducir la operación de sus cervecerías en México luego de que el Gobierno prohibiera a las industrias consideradas “no esenciales” a detener o poner al mínimo su producción en medio de una emergencia por el coronavirus.
“Constellation Brands (...) ha iniciado el proceso para reducir la operación de sus cervecerías en México a un nivel que proteja a su gente, la sustentabilidad ambiental y evite impactos irreversibles a sus operaciones”, dijo la firma en un comunicado.
Esto dijo después de que la cervecera estadounidense Constellation Brands aceptara buscar una nueva ubicación para la planta cervecera de USD 1,400 millones que construía en el norte de México tras ser rechazada en una polémica consulta pública.
La cervecera optó por la vía de la conciliación en lugar de los tribunales para resolver la disputa sobre la paralización de la obra, dijo el mandatario, quien se reunió el martes con directivos de la compañía provenientes de Estados Unidos.
López Obrador, del izquierdista Movimiento Regeneración Nacional (Morena), dijo que quedó “muy satisfecho por la actitud de los directivos de esta empresa cervecera” y celebró que la compañía no acudirá a los tribunales para denunciar la suspensión de sus obras, que ya llevaban un 65% de avance.
“Había dos posibilidades, una, la denuncia jurídica y acudir a los tribunales, y la otra, la vía de la conciliación. Somos libres y ellos aceptaron la vía de la conciliación y del acuerdo. Ese es un primer paso positivo”, expresó el mandatario.
“Ellos dieron sus puntos de vista, nosotros también, y estamos ya en camino a buscar un acuerdo”, dijo López Obrador, quien destacó que los directivos de Constellation Brands “fueron muy respetuosos” y “aceptaron la vía de la conciliación”.
En una votación impulsada por el gobierno mexicano, el 76.1% de las personas que participaron en la consulta realizada el 21 y 22 de marzo votaron en contra de la planta por considerar que dejaría sin agua a Mexicali, donde se construía la planta.
La consulta, impulsada por las autoridades, fue polémica dado que tan solo participaron 36,781 personas de un padrón electoral de casi 800,000 ciudadanos.
Tras conocerse el resultado de la consulta, el mandatario, conocido como AMLO, dijo que se respetaría la decisión de la gente y tras afirmar días antes que había habido corrupción en la entrega de permisos para la construcción de la planta.
La empresa, que importa la cerveza Corona y el resto de marcas del Grupo Modelo a Estados Unidos, dijo estar abierta a dialogar con el gobierno mexicano.
La cancelación de la planta se suma a otras inversiones atajadas por el gobierno de AMLO que han generado descontento entre los empresarios, quienes han advertido que esa clase de iniciativas ahuyentan los capitales que el país necesita.
La planta estaba planeada para arrancar operaciones en 2021.
El presidente sostuvo que los directivos aceptaron el resultado de la consulta ciudadana que canceló las obras porque “fue la voluntad de pueblo” y recalcó que los empresarios “son muy buenas personas, como para ponerlos de ejemplo”.
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