El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, presentó su programa de emergencia económica de cara a la emergencia por la pandemia del Covid-19. Entre los puntos más importantes de la iniciativa del mandatario se encuentra bajar los sueldos de altos funcionarios públicos, así como la eliminación de aguinaldos; sin embargo, estas medidas no son suficientes para evitar la caída de la economía mexicana, según instituciones financieras.
De acuerdo con declaraciones recogidas por el diario El Universal, la obstinación y la ideología fueron los elementos más criticados de López Obrador al anunciar las medidas que su administración tomará para el país en relación a la crisis económica derivada de la propagación del nuevo coronavirus.
CitiBanamex, por ejemplo, declaró para el diario que el plan de López Obrador era "'romper con el molde’ y habló contra las políticas contracíclicas ya que estas sólo “'profundizaban más la desigualdad y propiciaban la corrupción'”, pero desde la perspectiva de esta institución era momento de ideas y no de ideología.
Monex señaló que en ausencia de un plan robusto de apoyo al sector productivo, la intensidad provocada por el choque del coronavirus puede profundizarse en abril e incluso tener efectos en las tasas de crecimiento negativas hacia mayo y junio de este año.
Bank of America, por su parte, mencionó que las medidas presionan a una caída mayor del producto Interno Bruto (PIB), pues carecen de apoyo a empresas, así como políticas fiscales, lo cual tiene mayor impacto si se toma en cuenta el alto nivel de desempleo que se puede generar.
“Esperamos una contracción de -8% este año y un repunte de 4.5% el próximo año. Pero ahora vemos claros riesgos a la baja para ambos, especialmente para 2021, después del discurso de López Obrador”, detalló la institución financiera.
Goldman Sachs también hizo hincapié en la falta de medidas fiscales dentro de la estrategia económica para cambiar el rumbo de la economía nacional a través de limitar el impacto en pequeñas y medianas empresas. “La administración de López Obrador sigue siendo reacia a validar un paquete de estímulo fiscal significativo no obstante que cuenta con un espacio fiscal mayor al que tienen sus pares emergentes”, puntualizó.
Ernesto O’Farrill, director general de Bursamétrica, señaló a la falta de acción del gobierno como un factor que pueda generar una recesión profunda. “Se niega a dar medidas para paliar las circunstancias de sanidad, al aparato productivo y los contribuyentes”, señaló O’Farrill.
Gustavo de Hoyos, uno de los principales críticos de López Obrador en el sector empresarial y presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), señaló que el plan presentado por el presidente “no tiene nada” de reactivación económica.
Además de dar un pronóstico económico de alcance cercano al -5% al terminar el sexenio, aseguró que éste podría ser un “sexenio perdido si no se toman medidas" adecuadas, ya que podría obtenerse como resultado un decrecimiento o un crecimiento acumulado en seis años del 1 por ciento.
Por otra parte, desde el Consejo Coordinador Empresarial acusaron que el presidente cerró las puertas a las propuestas del sector privado, por lo que Carlos Salazar Lomelín, presidente del Consejo, responsabilizó a López Obrador de las consecuencias de ese tipo de decisiones en la economía mexicana.
Si bien las críticas hacia sus determinaciones en materia económica han sido relevantes, el presidente ha hecho caso omiso y se ha mantenido firme en su postura de que “no se van aplicar las recetas neoliberales”, puntualizó en la conferencia matutina del 6 de abril.
"La gente sí va a saber de qué estoy hablando, los especialistas no porque ellos están acostumbrados a otras acciones, se quedaron en el almanaque, quieren las recetas del periodo neoliberal y esas ya dijimos que no se van a aplicar, porque esas no resuelven el problema al contrario, lo agravan y sólo profundizan la corrupción”, indicó el mandatario mexicano.
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