Para hacer frente a los retos económicos y sanitarios que dejará la pandemia de coronavirus a su paso, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) hizo un llamado al gobierno federal para poner en marcha un “verdadero plan de reactivación”.
Un día antes del anuncio que hará el presidente Andrés Manuel López Obrador, el llamado del instituto que dirige Manuel Molano se suma en las voces que piden medidas de política fiscal para mitigar el impacto económico del Covid-19, teniendo como primer foco de atención los trabajadores de menores ingresos y, después, las pequeñas y medianas empresas.
“La estrategia de reactivación económica debe proteger los ingresos de las familias, conservar puestos de trabajo, así como evitar el cierre de pequeñas y medianas empresas”, sostiene el IMCO en un comunicado publicado este sábado.
El instituto propone cinco ejes de acción: proteger empleo y salarios, pequeños negocios, política monetaria, deuda pública al servicio de las familias mexicanas y gestión pública en tiempos de crisis.
“México debe estar preparado para un escenario catastrófico que podría destruir los prospectos de desarrollo y transformación de cualquier proyecto político y económico de mediano y largo plazo”, subraya el instituto.
Proteger salarios y empleo
El IMCO propone que los programas de apoyo emergentes deben estar dirigidos principalmente a la población de menores ingresos en riesgo de perder su empleo o con disminuciones importantes de salario.
Después se tiene que apoyar a los negocios, especialmente a los más pequeños. Según el organismo, este sector requiere de estímulos fiscales, impuestos diferidos y reducción de la carga tributaria para hacer frente a la falta de ingresos durante la contingencia.
En materia regulatoria, se sugiere suprimir trámites y pagos para la apertura de empresas, así como acelerar el desarrollo del sector fintech y abrir las restricciones al crowdfunding empresarial para generar opciones de financiamiento a negocios con poca liquidez.
Política monetaria debe ir más allá de bajar la tasa de interés
A decir del instituto, más allá de recortes en la tasa de referencia (actualmente en 6.5%) Banco de México (Banxico) debe tener facultades temporales otorgadas por el poder legislativo para comprar deuda pública y del sector privado no financiero.
Para ello, explica el documento, se requiere una reforma constitucional, y será necesario acotar este mecanismo a la emergencia para que no sea permanente, para complementar el financiamiento de una política federal de estímulos sociales y productivos en este año.
El resultado práctico de este tipo de políticas sería la apertura de líneas de crédito al sector productivo. También el uso de los remanentes del banco central puede incluirse en el portafolio de opciones que necesita México para frenar la caída del dinamismo económico prevista para este año.
Plan fiscal con acento en las familias mexicanas
Al tomar en cuenta que la familia mexicana promedio tiene acceso limitado a créditos en tiempos difíciles, el IMCO considera que es momento de que el gobierno use su acceso al sector financiero para ponerlo al servicio de las familias.
Para ello propone transitar de un plan de responsabilidad fiscal inflexible a uno de responsabilidad social urgente y de la austeridad a la solidaridad, ya que no hay ni habrá pronto recursos disponibles por ingresos fiscales. Hay poco espacio fiscal para destinar recursos a un programa de rescate de corto plazo.
El IMCO considera que el gobierno puede financiar sus programas de apoyo con gasto, a partir de la línea de crédito por USD 60,000 millones que México tiene con el Fondo Monetario Internacional (FMI). La otra opción es utilizar los remanentes del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP) que se calcula en 160,000 millones de pesos.
También recomienda definir un plan para solventar los pagos de la deuda. “El proyecto político y económico actual eventualmente tendrá que regresar a sus compromisos iniciales en términos de tributación: no endeudamiento y no elevar o crear impuestos”, dice el IMCO.
No obstante, reconoce que atender eficientemente estos objetivos de política pública no será fácil.
Una alternativa para elevar prospectos de recaudación en el mediano plazo, dice el IMCO, involucra intervenciones que incentiven el uso de medios de pago electrónicos para incrementar los ingresos fiscales.
Reducir el uso de efectivo podría incrementar los ingresos fiscales entre un 2% y 4% del Producto Interno Bruto (PIB) debido a una mejor fiscalización de los sistemas de pagos electrónicos y la reducción de la economía informal dependiente del dinero en efectivo.
Trabajar con lo que se tiene: gestión pública en tiempos de crisis
Ante el desempleo, una familia mexicana preferiría posponer proyectos de inversión como la remodelación y acondicionamiento de la vivienda para redirigir sus pocos recursos hacia necesidades urgentes, como comprar alimentos y medicinas. El gasto público adecuadamente dirigido puede cambiar estas decisiones:
En el IMCO sugiere aprobar el presupuesto de salud y apoyos económicos, así como suspender temporalmente las obras que requieren un monto elevado de recursos de inversión pública, que podría ser destinada a mantener puestos de trabajo, especialmente en los pequeños negocios.
A decir del instituto, reenfocar los recursos de inversión pública comprometidos en las obras emblemáticas del sexenio permitirá hacer inversiones en investigación, desarrollo, medidas profilácticas y tecnología biomédica y hospitalaria que pueda ayudar a controlar la crisis. Dichas inversiones pueden hacerse en conjunto con otros países para asegurar un impacto económico positivo de las mismas.
Asimismo, el instituto recomienda usar los procesos ya establecidos para la entrega de programas sociales, así como consolidar padrones de beneficiarios de programas sociales dispersos por toda la administración pública para identificar y generar un vínculo con familias y trabajadores informales que no cuenten con registro oficial ante las autoridades tributarias o de seguridad social.
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