En esta segunda parte de la triada de entrevistas sobre el coronavirus y la salud mental, platicamos con el Psicólogo y psicoanalista del Centro Integral de Salud Mental (Cisame), Enrique Zambrano Ramos, en relación a las posibles consecuencias que puede generar el aislamiento derivado de la contingencia por la pandemia de coronavirus.
Zambrano compartió que parte de ello podría ser el estrés postraumático e incluso el miedo a la cercanía, aunque subrayó que el impacto de un evento en una persona depende de su constitución lógica, física, de su pasado, de su historia de vida e incluso de la familia a la que pertenece que, en conjunto, pueden generar un efecto reducido o adverso en su vida.
Para contar con una magnitud de los efectos que esto pudiera tener a nivel mundial en el plano de la salud mental, el especialista confiesa que sólo podría explicarse a manera de analogía con otros eventos similares, como lo es un temblor y sus efectos postraumáticos.
En relación a las redes sociales que conforman a cada persona, señala que cuando en éstas la violencia doméstica es una constante, la situación se vuelve más complicada; por otro lado, en materia de efectos psicosociales, estos pueden afianzarse -o no- por el estatus o capacidad económica con la que cuente la persona en cuestión, de frente a una pandemia como la que se vive hoy.
El humor como mecanismo de defensa
Zambrano acotó que el ambiente que nos rodea produce un efecto en cómo nos sentimos, ya sea molestos o con rencor. Sentimientos que en hacinamiento pueden potenciarse.
Un mecanismo de defensa emocional que siempre ha caracterizado a los mexicanos es el humor, que en la actualidad se refleja a través de memes o chistes para hacer frente al coronavirus y restarle gravedad ante los casos de muerte y de contagio. Sin embargo, Zambrano comenta que existen grupos específicos a nivel psíquico, es decir, aquellos que tienen ideas recurrentes u obsesivas, como aquellos que se lavaban las manos de manera continua y hoy, ante un hecho real, se ahonda el padecimiento.
De los privilegios y desventajas frente al coronavirus
En cuanto a las consultas que se proveen en el Cisame, Zambrano comentó que, ante el paro de actividades por el coronavirus, el proceso terapéutico de los pacientes no se vio afectado, aunque una suspensión abrupta podría provocar la necesidad de consistencia, especialmente ahora, situación que se complicaría en ese sector de la población al ser de bajos ingresos y quizá no contar con posibilidad de sostener terapias vía aplicaciones e inclusive ni contacto telefónico.
Ante escenarios más restringidos en materia económica, Zambrano recordó la existencia del Sistema Nacional de Apoyo, Consejo Psicológico e Intervención en Crisis por Teléfono (SAPTEL), que es un servicio con 30 años de operación y que cuenta con la atención de psicólogos seleccionados, entrenados, capacitados y supervisados que proporcionan servicios de atención, apoyo psicológico y consejo psicoterapéutico, de servicio gratuito las 24 horas: (55) 52 59 81 21, así como UNAM Salva Vidas: 56 22 22 88 con servicio de lunes a viernes, así como el Centro Nacional de Diagnóstico para Enfermedades Emocionales de Farmacias Similares 800 911 66 66 opción 3.
Las azoteas como espacios de activación de la independencia
Para la población en general, Enrique Zambrano también recomendó el realizar rutinas, además de contar con espacios recreativos e individuales, pues el pasar mucho tiempo hacinados puede incrementar o potenciar la violencia familiar. Zambrano comentó que no es lo mismo vivir una experiencia como la que pauta el COVID-19 para alguien que vive en una casa de dos pisos, que para quienes viven en un pequeño apartamento en el que ninguno de los miembros cuenta con un espacio propio.
Incluso para este último escenario, consideró a las azoteas como espacios de activación de la independencia que bien puede ir de la mano con una buena red de apoyo con la que se pueda verbalizar la angustia y socializar, pues a veces la familia no es el mejor grupo social para compartir todo eso.
Cabe señalar que, conforme a especialistas sanitarios en la materia, estos breves espacios de paz, deben acompañarse de un cubrebocas, además del asegurarse de no convivir ahí con personas sospechosas o contagiadas por COVID-19.
Conforme al especialista, ante contextos como el COVID19 se eclipsan las preocupaciones que padecen los mexicanos con menos recursos o en los que caen mayores responsabilidades, como lo pueden ser los dueños de pequeñas y medianas empresas o trabajadores independientes, así como del sector informal. Es ahí donde el aislamiento tiene una capa visible que se traduce en estrés, ansiedad y propensión a la depresión o de mayor tranquilidad al poder estar activos y generar ingresos para sus familias e industrias, aseguró el psicoanalista.
*Enrique Zambrano Ramos, Psicólogo y psicoanalista del Centro Integral de Salud Mental (Cisame). Contacto: 55 40 11 60 42 / Enrique_ras@hotmail.com
MÁS SOBRE ESTE TEMA: