Una de las consecuencias en la salud mental ante el coronavirus, es el mismo aislamiento como medida, pues impacta en lo emocional y ello, conforme a los rasgos de personalidad puede acentuar:
- Trastornos, como la ansiedad
- El ánimo (presentar depresión o angustia)
El psicoanalista, Jesús Onofre, expone que incluso quienes los presenten podrían haberlos tenido antes, es decir, no están diagnosticados por algún especialista, aunque su condición se comienza a hacer evidente y ello puede reflejarse en su estado de ánimo (depresivo) o en sus cambios de rutina.
Onofre Corona comenta que la contingencia ante el COVID-19 se asemeja a un experimento social en el que en la exposición a las noticias falsas y el miedo irracional que éstas provocan, salen de control y dejan poco criterio para enfrentar la adversidad.
Contrastantemente, también resalta que en un ambiente de aislamiento como el que se vive ahora, al no estar acompañados, puede pasar que las personas comiencen a ver en sí mismas situaciones que no quieren o querían ver.
Por otro lado, apunta a que se den emociones primitivas como lo es la violencia de género y la violencia doméstica en donde el maltrato en diferentes niveles se puede dar; incluso el tema del saqueo a los negocios en colectivo forma parte de ese tipo de comportamientos nocivos de frente a una pandemia: un contexto regresivo de la persona.
Relacionado al reporte técnico diario sobre la pandemia del coronavirus del pasado 30 de marzo en México, en el que estuvo presente el Consejo de Salubridad, el especialista señala que se torna complejo para la población el manejar la incertidumbre en el día a día, más cuando no se sabe si el 30 de abril en realidad sería la última fecha por aplazar para volver a las actividades cotidianas.
Ello genera sentimientos pesados de sobrellevar, pues algunas personas se sienten vulneradas al no estar acompañadas en su rutina. Esta vulnerabilidad depende de la edad de las personas, de sus padecimientos y de sus posibilidades económicas, que pueden darle o no el acceso a sesiones de atención psicológica remotas o incluso a hacer llamadas.
Bajo ese aspecto, la población en riesgo es la que se encuentra en mayor exposición en todo sentido, tanto de contagio, como en el aspecto emocional. Onofre comparte que en sus últimas consultas ha contemplado un ambiente en el que la mayor parte de los pacientes se presentan bajos de ánimo y de energía debido a la contingencia.
En otro ángulo se encuentran quienes tienen la posibilidad de tomar el home office, pero no lo hacen pues sobre ellos pesan varias presiones, como el ser dueños de un negocio o empresarios con grandes responsabilidades que sienten que no pueden omitir, pues les generan más ansiedad que la misma posibilidad de adquirir el virus.
Onofre expone que a quienes puede afectar el coronavirus en el plano mental, podrían ser aquellos cuyas estructuras de personalidad ya cuentan o contaban con un tema de eventos traumáticos, como lo puede ser la ansiedad o el estrés acumulado, ante los que hayan sido funcionales, pero frente al detonante COVID-19, no.
El hecho de poder sostenerse frente a un fenómeno como este, sin sufrir impacto en materia económica, es un privilegio, que en materia de políticas públicas deja desamparados a quienes no viven la misma suerte. Para quienes tienen un nivel socioeconómico alto, la lección está siendo fuerte en materia de vulnerabilidad, pues aún en su opulencia y seguridad no pueden hacer mucho ante el coronavirus.
Próximamente el psicoanalista Jesús Onofre Corona ofrecerá un taller de estrategias de salud mental en tiempos de COVID-19 a través de Zoom y como espacio reflexivo y de métodos en el que se compartirán las sensaciones nuevas frente a la contingencia, así como las estrategias para cada realidad en aislamiento mediante hábitos, rutinas, higiene y temas puntuales.
Jesús Onofre Corona, psicoanalista. Atención presencial en CDMX y vía remota por Zoom / Skype email: jesus.onofre.corona@gmail.com
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