Esta semana, las imágenes que llegaron desde Ecuador impactaron al mundo. Decenas de cadáveres aparecieron tendidos en las calles de Guayaquil, una de las zonas más afectadas del país por la pandemia del coronavirus. Los familiares de los difuntos, desesperados y sin saber cómo manipular los cuerpos, los envolvieron en bolsas o los introdujeron en ataúdes, y los sacaron de sus casas por miedo a contagiarse. Después, los velaron en la vía pública, esperando la ayuda de unas autoridades que están completamente desbordadas.
Aunque se desconoce si todos los fallecidos murieron por coronavirus, el ejecutivo ecuatoriano reconoció que tuvieron que doblar sus esfuerzos para recoger y sepultar a los muertos. Y mientras tanto, las escalofriantes imágenes avivaron la ansiedad del resto de países en Latinoamérica, que ven con temor cómo el Covid-19 se expande implacable por la región, y lanzan nuevas medidas de última hora para evitar a toda costa seguir los pasos de Guayaquil.
Uno de los ejecutivos que ha tomado medidas severas esta semana es México.
Atento al cerco del virus y a la propagación en territorio nacional, el gobierno federal cambió su discurso hace pocos días: primero, el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, instó a la población a permanecer en casa porque era “la última oportunidad de México” de frenar la pandemia; después, el lunes, decretó la emergencia sanitaria; y por último, el martes, el presidente del país López Obrador se rindió ante los hechos y pidió por primera vez a los ciudadanos reguardarse en sus domicilios para evitar la saturación del sistema sanitario. Todo con el fin de impedir que se repita la ecuación que se produjo en otros países. Pero, ¿avanza el coronavirus de la misma forma en México que en Ecuador?
Lo cierto es que, tal y como muestra la gráfica, el comportamiento del coronavirus ha sido distinto en ambos países. Según los últimos datos reportados por el Ministerio de Salud Pública de Ecuador, actualizados con fecha 2 de abril, en todo el territorio ya suman 3,163 casos. La cifra duplica el número de contagios que hay actualmente en México, donde se registran 1,378 positivos.
En realidad, el Covid-19 llegó a los dos países prácticamente al mismo tiempo. Mientras que en tierra azteca se diagnosticó el primer caso el 27 de febrero, en Ecuador, se detectó al paciente número uno el 29 de febrero, solo dos días después. Se trató de una mujer de 71 años que viajó de Madrid a Guayaquil; ella fue además, la primera persona en morir a causa del virus en Ecuador, el pasado 13 de marzo.
Así, casi en el mismo plazo de tiempo, el crecimiento de la curva epidémica en Ecuador fue bastante más acelerado. Al igual que ocurrió con el número de muertes. Allí ya son 120 defunciones por el nuevo coronavirus, mientras que en México se han registrado hasta la fecha 37. Así, la tasa de letalidad también es distinta en ambos países: mientras que en la República se sitúa en 2.78%, en Ecuador es del 3.79%.
Aunque algunos podrían pensar que esta diferencia acentuada entre ambos países se debe al bajo número de pruebas de diagnóstico que se realizan en México, un hecho que ha sido motivo de críticas al gobierno federal de López Obrador, lo cierto es que Ecuador ha realizado menos pruebas. Según el Ministerio de Salud Pública de ese país, se han tomado 9,604 muestras; en tierra azteca, el total de pruebas ya asciende a 12,278.
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