Salud mental pública en tiempos de COVID-19: el impacto de la ruptura de rutinas en el estado de ánimo colectivo

Ante los procesos de transformación en crisis, mantener la salud mental en épocas difíciles podría derivar en modos de supervivencia como los que comienza a desvelar el COVID-19 sobre la población a nivel mundial

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El impacto de la ruptura de rutinas en el estado de ánimo colectivo (Fotoarte: Steve Allen/Infoabe/AFP)
El impacto de la ruptura de rutinas en el estado de ánimo colectivo (Fotoarte: Steve Allen/Infoabe/AFP)

En relación a las posibles consecuencias que puede generar el aislamiento, como lo podría ser el estrés postraumático e incluso el miedo a la cercanía, entrevistamos a tres especialistas en materia de salud mental. La primera parte de esta triada de entrevistas corresponde a Lizbeth Gabriela García Vargas, Psicóloga clínica y psicoterapeuta en Astronauta emocional.

Desde la perspectiva de García Vargas, los efectos del coronavirus en el plano de la salud mental son a corto plazo, al ser situaciones que quedan fuera de las manos de la población en general y en los que se rompen rutinas de frente a la contingencia, como lo son los horarios de trabajo y las actividades a las que se está acostumbrado en la jornada diaria.

Lo anterior, conforme a García Vargas, genera ansiedad al estar en un solo punto al que no se está habituado a permanecer todo el tiempo, así como incertidumbre con base en lo que vaya a pasar en relación al virus (si se perderá el trabajo) o incluso, ante el peligro de ser contagiado, generando una sensación de incomodidad amplia.

En cuanto a los temas de estrés, cuando la rutina no está presente, ya sea porque no se puede ir al centro laboral o a la escuela, implica en algunos grupos sobredemanda de actividades, especialmente entre quienes tienen hijos o trabajos muy demandantes, generando con ello fatiga física, mental y emocional.

El impacto de la ruptura de rutinas en el estado de ánimo colectivo (Foto: Cortesía de Astronauta Emocional)
El impacto de la ruptura de rutinas en el estado de ánimo colectivo (Foto: Cortesía de Astronauta Emocional)

A largo plazo, el efecto psicosocial del coronavirus entre la población puede generar estigmatización social, como lo representó el caso de las enfermeras que fueron atacadas con cloro por miedo a contagios del COVID-19. Sobre el estrés postraumático, éste puede deberse de nueva cuenta a la incertidumbre y a la ansiedad que genera el nivel de alerta cuando las personas se exponen a la sobreinformación o no eligen bien sus fuentes de noticias, sobreactivando sus reacciones.

Éstas pueden presentarse como miedo a la cercanía o en una especie de visión de túnel que se enciende ante cierta información y conlleva a pensamientos irracionales, que deja como tarea trabajar con las emociones propias como lo puede ser el miedo y la frustración. A nivel general, el ser empático suma a la comunidad y la acerca, señaló la psicóloga Lizbeth Gabriela García.

Por ello, ante estigmas, la especialista subrayó que hay que aprender a diferenciar entre la realidad a través de espacios de información corroborada, aunque también destaca que los espacios de apertura a la diversión y a la relajación son importantes, pues generan dopamina, que es considerada como el centro del placer, al regular la motivación y el deseo que hace que repitamos conductas que nos dan beneficios y placer.

El contar con fuentes de información fidedignas, forma parte de los buenos hábitos que la gente pueden formarse a fin de reducir sus índices de ansiedad y sobreactuación frente al COVID-19 (Foto: Vía Shutterstock)
El contar con fuentes de información fidedignas, forma parte de los buenos hábitos que la gente pueden formarse a fin de reducir sus índices de ansiedad y sobreactuación frente al COVID-19 (Foto: Vía Shutterstock)

Para frenar la ansiedad, recomendó actividades concretas, un día a la vez y en medio del home office, a fin de que se lleve una rutina lo más parecida a la que se tenía y para ello:

  • Asignar horarios
  • Hacer ejercicio en casa
  • Establecer objetivos a corto plazo

Resultan de gran impacto positivo, además de evitar el sesgo de pensamientos; igualmente el estar en contacto con familiares, pareja o amigos cercanos, ayudará a aliviar la sensación de aislamiento. Finalmente García Vargas aconsejó la validación de sentimientos ante una contingencia como la que se vive actualmente: permitirse sentir ansiedad, sentirse normales o hasta frustrados, pues representa un primer paso para avanzar y promover el autocuidado y bienestar.

*Lizbeth Gabriela García Vargas, Psicóloga clínica y psicoterapeuta en Astronauta emocional, que es un centro psicoterapéutico integrado por varios psicólogos que ofrecen servicios de psicoterapia presencial y a distancia (online) y se encuentran en Liverpool 89 cerca de Reforma. Contacto: hola@astronautaemocional.com / 56 11 70 65 39.

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