Luego del escándalo por el saludo de parte del presidente, Andrés Manuel López Obrador a Consuelo Loera, madre del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, políticos, entre ellos el ex presidente Felipe Calderón, difundieron más fotografías de la visita del mandatario a Badiraguato, cuna el cártel de Sinaloa.
En dos fotografías, una durante el saludo a Consuelo Loera y otra en una comida, se aseguró que en ambas aparecía Aureliano Guzmán “El Guano”, hermano de “El Chapo”, quien encabezaría una de las fracciones del cártel que buscan quitarle el mando a los hijos de Joaquín Archivaldo.
Se aclaró que la persona en una de las fotos era un doctor del ISSSTE en Sinaloa, sobre la otra no se dio explicación, aunque aparenta ser un montaje.
Lo cierto es que a pesar de no ser tan mencionado como su hermano, una fracción importante del cártel de Sinaloa le reporta al “Guano”. Sobre el distanciamiento con sus sobrinos Iván, Jesús Alfredo y Ovidio Guzmán, hijos del Chapo, existen dos versiones: una es que la rivalidad es realmente entre los grupos de sicarios que trabajan para cada bando y la segunda es que Aureliano quedó resentido luego de que sus familiares apoyaran a Ismael “El Mayo” Zambada para convertirse en cabecilla de la organización una vez que su hermano fue extraditado a Estados Unidos.
A diferencia de Joaquín, sobre Aureliano “El Guano”, no existen libros, series de televisión, ni siquiera un perfil completo. Pero sí persiste la duda de si es él y no otros capos cercanos a “El Chapo” quien realmente se convirtió en el líder del cártel de Sinaloa después de la caída de su fundador, actualmente recluido en Estados Unidos.
Aureliano es tres años mayor que Joaquín, por lo que se puede deducir que habría nacido en 1964. Se inició en el negocio de la marihuana, pero cuando “El Chapo” cayó preso por primera vez, en 1994, logró crecer y hacerse de un nombre al interior de la organización criminal.
A lo largo de este tiempo ha forjado una historia que lo convierte en un personaje temido. En octubre de 2016 se desató una feroz cacería en su contra luego de haber atacado con granadas a un convoy militar que trasladaba a Julio Óscar Ortiz Vega, “El Kevin”, uno de sus colaboradores cercanos. Cinco militares murieron y otros 10 fueron heridos, pero Aureliano cumplió su objetivo y liberó al sicario.
Una cincuentena de camiones militares se desplazó a Sinaloa para buscar a "El Guano", pero logró escaparse.
Dentro de la estructura del cártel, controla una parte del poblado de Badiraguato, en el estado de Sinaloa, centro de operaciones de la familia, así como la lucha contra el cártel rival de los Beltrán Leyva. Coordinaba la seguridad en la zona del Triángulo Dorado –región que concentra la mayor producción de marihuana y amapola en México-, y aseguraba que la producción de amapola y marihuana supliera la demanda en Estados Unidos.
Aureliano Guzmán ha buscado el liderazgo del cártel y para ello ha enfrentado a rivales y disputado territorios hasta a sus sobrinos, Alfredo e Iván Guzmán, señalaron funcionarios federales citados por el diario español El País en 2016.
Muy parecido físicamente a “El Chapo”, Aureliano también ha mostrado su fiereza en casa. En las montañas de Sinaloa se le atribuye el asesinato en abril de 2015 de su medio hermano, Ernesto Guzmán Hidalgo, quien además era el padre de la esposa de Alfredo Berltrán Leyva, “El Mochomo” – del Cártel de los Beltrán Leyva- sentenciado a cadena perpetua en EEUU, lo que encrudeció la lucha entre los dos cárteles.
“El Guano” acusó a Ernesto de haber filtrado información que llevó a la segunda captura de “El Chapo”.
Una historia publicada por el semanario mexicano Río Doce destaca que fue después de la segunda captura de Joaquín, el 22 de febrero de 2014, cuando Aureliano empezó a tener la autoridad suficiente para decidir lo que considerara mejor para su territorio.
A diferencia de “El Chapo”, “El Guano” no es del todo bien visto en su tierra, pues se le acusa de estar en conflicto permanente con otras células del cártel sin importar que estén de por medio tierras y las vidas de cientos de campesinos de la zona.
Río Doce retomó una parte de una historia presuntamente contada por un primo de ambos quien aseguró que cuando “El Chapo” se fugo la última vez, lo primero que hizo fue verse con Aureliano, “le pegó una cachetada y le reclamó haber aprobado la muerte de su propio hermano”.
Presuntamente, a partir de ese momento, Joaquín y su gente retomaron el control de Badiraguato y habría negociado con la familia de su medio hermano asesinado, incluyendo el nieto, Alfredo Beltrán Núñez, para que no estallara una guerra.
Pero tras el último arresto del capo, el 8 de enero de 2016, “El Guano” retomó el control de Badiraguato y rompió con las treguas acordadas por “El Chapo”, lo que ha dado lugar a cruentos enfrentamientos en el estado de Sinaloa.
MÁS SOBRE ESTE TEMA: