La enorme difusión que tuvo el video del saludo de López Obrador a la señora María del Consuelo Loera, madre del Chapo Guzmán, cayó muy mal en el ánimo del presidente y en su primer círculo.
Aunque el mandatario explicó que se trató de un simple saludo cordial, en el análisis interno de la presidencia existe la idea de que pudo tratarse de una trampa que le pusieron al presidente, según lo explicado por el periodista Salvador García Soto en su última columna.
Según el comunicador, primero porque alguien debió decirle a la señora Loera, o a sus abogados, el punto exacto donde se iba a detener el presidente, luego porque, cuando él aceptó ir a saludarla hubo personas que lo grabaron desde que se enfila hasta la camioneta, cuando le da la mano y hasta cuando camina de regreso a su vehículo y lo aborda, con excesiva confianza tocándole el hombro y jalándolo del brazo, el abogado defensor del Chapo, José Luis Meza.
García Soto dijo que lo que más extrañó y que incluso se ha pedido investigar desde Palacio Nacional es quién y con qué intención filtró ese video a los medios de comunicación y las redes sociales, pues se tiene la presunción de que pudo haber sido planeado para golpear al presidente.
El escrito que la madre del narcotraficante hizo llegar al mandatario, al que se refirió como “estimado hermano en Cristo”, fue para comunicarle que el gobierno de Estados Unidos le ha negado la visa humanitaria que había tramitado para visitar en prisión al fundador del Cártel de Sinaloa, quien fue sentenciado a perpetuidad en la corte federal de Brooklyn en julio de 2019.
“Deseo insistirle sobre su apoyo para que me permita visitar a mi hijo”, indicó la señora Consuelo. “Tengo más de cinco años sin verlo".
La señora Loera Pérez tiene 92 años de edad y en repetidas ocasiones ha clamado por la vida y dignidad de su hijo al presidente Andrés Manuel López Obrador. Un ejemplo de esto ocurrió en febrero del 2019, durante el llamado Juicio del Siglo cuando en una entrevista para la cadena de televisión Univisión, la mamá del Chapo solicitó al jefe del ejecutivo que intercediera por su hijo; sin embargo, el llamado no tuvo éxito, pues el proceso judicial de Joaquín Guzmán Loera en Nueva York concluyó en el veredicto que todos conocen, en donde al ex líder criminal se le confinó de por vida en una prisión de máxima seguridad de Estados Unidos.
En el juicio se le declaró culpable de los 10 cargos que lo acusaban, incluidos el tráfico de drogas y lavado de dinero, por los cuales se espera que le dicten sentencia oficial el próximo 25 de junio y sea confinado en la prisión de Florence, Colorado, lugar donde también se encuentra encerrado el terrorista estadounidense Theodore Kaczynski, El Unabomber.
Poco tiempo después, la mujer solicitó a AMLO que su hijo sea extraditado a alguna prisión mexicana para que pueda visitarlo, pero tampoco tuvo éxito.
El domingo 29 de marzo, la mujer tuvo contacto nuevamente con López Obrador, sólo que ahora fue de manera presencial, pues el presidente se encontraba de gira de trabajo en Badiraguato, Sinaloa, pueblo natal de la familia Guzmán Loera, donde supervisó personalmente un tramo carretero en el poblado de La Tuna.
El saludo del Jefe del Ejecutivo a María Consuelo ocasionó una serie de críticas por parte de los detractores de la 4T, como la del presidente nacional del PRI, Alejandro Moreno, quién solicitó una explicación sobre los motivos para sostener un encuentro con la madre de un narcotraficante.
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