Mientras prepara su declaración anual de impuestos que vence el martes al final del día, Felipe Morales le pide a su contador que revise sus libros por si hubiera alguna deducción. Las ventas en sus dos restaurantes italianos ubicados en el corazón de Ciudad de México han caído más del 70% este mes en medio de la creciente preocupación por el brote de coronavirus.
“No sé por qué no han lanzado una estrategia o un estímulo fiscal”, dijo Morales. “En cuestión fiscal se han endurecido, no sabríamos que esperar”.
Mientras que a los contribuyentes estadounidenses se les extendió hasta julio el plazo para presentar la declaración de impuestos, los funcionarios del Gobierno del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, han dicho a los contribuyentes que se apuren y envíen sus cheques. El 31 de marzo vence el plazo para que las empresas mexicanas presenten las declaraciones de 2019.
Muchas empresas han visto colapsar sus ingresos este mes a medida que gran parte del país comenzó a cerrar. El lunes por la noche, el Gobierno declaró emergencia nacional para limitar las “actividades no esenciales”, aunque los detalles sobre cómo se implementaría el cierre aún son escasos. Al mismo tiempo, la caída de los precios del petróleo mexicano para exportación a menos de USD 11 por barril está poniendo en riesgo los ingresos federales de una de las principales fuentes del Gobierno: la petrolera estatal Petróleos Mexicanos.
El martes, el principal grupo empresarial de México, el Consejo Coordinador Empresarial, instó al Gobierno a retrasar el plazo de presentación de los impuestos anuales en seis meses y permitir que en adelante se realicen pagos mensuales de menor cuantía, entre otras medidas. El grupo dijo que México debería prestar atención a las recomendaciones para la desgravación fiscal de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico o se arriesgará a despidos generalizados.
“Con estas medidas se permitirá que las empresas puedan contar con un mínimo de liquidez necesaria, con la finalidad de preservar las fuentes de empleo”, dijo el grupo conocido como CCE. Los contribuyentes han enfrentado dificultades “serias” con los sistemas de información de la agencia tributaria, lo que les ha impedido presentar sus declaraciones a tiempo, sostuvo el CCE.
López Obrador se ha comprometido a no aumentar la deuda del país, por lo que no ha cedido sobre que los pagos de impuestos son necesarios para mantener a flote al Gobierno federal.
‘Decisiones dificiles’
Antes de que estallara la crisis del coronavirus, López Obrador había lanzado una campaña contra la evasión fiscal generalizada en México, con énfasis en las empresas más grandes.
Mauricio Martínez, socio de Deloitte en Ciudad de México, dijo que aún no había señales de que el Gobierno escuchará las súplicas del sector privado.
“Sin un plan de estímulo fiscal, muchas empresas pronto se quedarán sin efectivo y tendrán que tomar decisiones difíciles sobre qué pagar”, dijo Martínez.
Felipe Morales, dueño de restaurantes, dijo que aún no ha despedido personal, y que podrá hacer su pago de impuestos dentro del plazo, pero no sabe si tendrá la liquidez para pagar la declaración de impuestos de abril.
Las próximas cuotas mensuales se calculan sobre las ganancias del año anterior, a pesar de que muchas empresas han visto colapsar sus ingresos este mes.
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