Coronavirus en México: las seis grandes diferencias respecto a la emergencia en Italia

El número de camas en hospitales, la edad de la población o el total de pruebas realizadas difieren entre los dos países

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Imagen de archivo de un
Imagen de archivo de un trabajador médico utilizando una máscara y traje de protección mientras trata a pacientes que sufren de la enfermedad COVID-19, causada por un coronavirus, en una unidad de cuidados intensivos en el Hospital Oglio Po en Cremona, Italia (Foto: Reuters/Flavio Lo Scalzo/Archivo)

Desde que las autoridades sanitarias anunciaron la primera muerte en México el 18 de marzo, el número de fallecimientos por Covid-19 se ha disparado en el país. En solo dos semanas, ya suman 29 en el territorio nacional; y esto, unido a la rápida propagación de la enfermedad, ha llevado al gobierno federal a cambiar drásticamente su polémico discurso.

Si hace una semana el presidente López Obrador se resistía a cumplir la política de distanciamiento social, animaba a la población a salir a restaurantes y fondas, y pedía al país “no exagerar” con el asunto de la pandemia, ahora el sermón político es bien distinto. El nerviosismo se percibe en un gabinete que hoy ruega a la ciudadanía permanecer en casa; y también, en un subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, que en poco más de siete días pasó de asegurar que aún no estábamos en el Escenario Dos, a declarar la segunda fase, la emergencia sanitaria, y a emitir una última y definitiva advertencia.

“Hacemos un llamado enérgico, enfático, inconfundible a quedarnos en casa", dijo este sábado en conferencia de prensa el subsecretario. “Esto es impostergable, es nuestra última oportunidad de hacerlo y hacerlo ya. Estamos ya en un período de aumento acelerado, exponencial del número de casos”, añadió.

El total de casos en México asciende a 1,215. Esta multiplicación desenfrenada de los contagios, y el cambio de discurso de un gobierno, que ahora sí, no esconde su preocupación, ha llevado a muchos a pensar que la situación en México podría salirse de control como ocurrió en Italia, donde el sistema de salud colapsó y todavía hoy, lucha a contracorriente para no ahogarse.

Una comparativa entre los dos países ayuda a identificar sus principales diferencias.

Gráfico

(Gráfica: Jovani Pérez/Infobae)
(Gráfica: Jovani Pérez/Infobae)

En Italia el coronavirus se dispersó a la velocidad de la pólvora.

Con 105,792 casos confirmados y 12,428 muertes, el país europeo es hoy el segundo más afectado del mundo por la pandemia, sólo por detrás de EEUU. Y aunque en México se ha extendido el miedo de que se puedan alcanzar esas cifras, lo cierto es que hasta ahora, el coronavirus se ha comportado de forma muy distinta en ambos países, tal y como muestra la gráfica. Para observar esta diferencia, basta un simple dato.

Desde que México confirmó su primer caso de Covid-19, -el 27 de febrero-, han pasado 34 días.

En ese tiempo, se han registrado en la República 1,215 casos positivos y 29 muertes. Este dato difiere mucho del que reportó Italia en el mismo período. Allí, 34 días después de registrar su primer positivo, ya sumaban 47,021 casos confirmados y 4,032 muertes.

Esta explosión drástica que sufrió el país europeo fue consecuencia de distintos errores, pero en definitiva, se resume en una frase: Italia llegó tarde. Cuando diagnosticó su primer caso, el 15 de febrero, el virus ya había puesto en jaque a Lombardía, Módena, Rimini, Venecia o Picenza, entre otras provincias. Solo que el gobierno aún no lo sabía.

Italia nunca atravesó una fase de prevención. Directamente, se topó de frente con una transmisión comunitaria que ya era incontenible. Por eso, su curva epidémica se disparó de forma exponencial en pocos días. El virus llevaba semanas dispersándose libremente por el territorio.

El presidente de México dijo
El presidente de México dijo a la población que no pasaba nada por abrazarse (Foto: Reuters/Carlos Jasso)

A diferencia del país europeo, México sí diagnosticó a tiempo la llegada del virus. Sin embargo, la reacción del gobierno fue criticada y controvertida, con un presidente que llegó a pedir a la ciudadanía que salieran a los bares y se abrazaran; con controles ineficaces en los aeropuertos, y un número ínfimo de pruebas de diagnóstico.

Esta respuesta en parte ineficiente, pudo influir en el comportamiento de la curva epidémica nacional, que se disparó desde el 13 de marzo, sumando cada día alrededor de 100 nuevos casos. Una tendencia que despertó los temores de la Secretaría de Salud federal (Ssa).

Y aunque aún el comportamiento del coronavirus en México se aleja del que tuvo en Italia, Hugo López-Gatell fue claro el lunes: “Estamos ya en una fase de ascenso rápido [...]. En este momento, estamos justamente en la oportunidad de aprovechar las medidas de mitigación, que implican la restricción masiva, masiva, ¡masiva! Millones de personas tienen que restringir su movilidad para que esto pueda tener un efecto positivo”.

Edad de la población

(Foto: REUTERS/Gustavo Graf)
(Foto: REUTERS/Gustavo Graf)

Los adultos mayores son los más afectados por los síntomas del Covid-19. Un hecho que para los expertos podría explicar la saturación del sistema sanitario italiano, y la alta letalidad del virus en el país, que ronda el 8% (es decir, mueren 8 pacientes de cada 100).

En Italia hay más de 14 millones de personas mayores de 65 años, lo que representa un 22% del total de su población, según el Instituto Nacional de Estadísticas italiano (Istat). Además, la edad promedio del país es de 45,7 años, a diferencia de otros lugares, donde los habitantes son más jóvenes, -como EEUU, con un promedio de 38,8-.

De acuerdo al reporte del Instituto Superiore di Sanitá de Italia, el 58% de sus infectados por Covid-19 son mayores de 60 años. Y en los pacientes italianos con este rango de edad, la mortalidad del virus es mucho más alta, alcanzando un 16,6% en los mayores de 80 años, y un 19% en el caso de los que superan la franja de los 90. Son cifras que están por encima de lo que indicó el Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades, que señaló que los mayores de 80 tienen un 14,8% de riesgo de morir si desarrollan la enfermedad.

A diferencia de Italia, en México la población es mucho más joven, con una edad promedio de 28 años, según los indicadores demográficos del instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en 2019. Sin embargo, al tratarse de un país mucho más poblado que el europeo, hay un número más alto de adultos mayores: en México son 16 millones, el 12,4% del volumen total de habitantes.

Número de camas hospitalarias

(Captura de pantalla: Gobierno de
(Captura de pantalla: Gobierno de México)

Otro dato que preocupa a los mexicanos es el número total de camas y respiradores con los que cuenta el país para enfrentar la pandemia.

Según datos del 2017 publicados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), México es uno de los países integrantes con menos camas hospitalarias: tiene 1.4 por cada 1,000 habitantes.

Para establecer una comparación, Italia duplica la cifra: allí hay disponibles 3,2 camas por cada mil habitantes. El récord es para Japón, que cuenta con 13,1 por cada 1,000 ciudadanos, seguido de Corea del Sur y Alemania, ambos con ocho camas por cada 1,000 personas.

Sin embargo, no hay que olvidar que esta cifra de la OCDE se refiere al total de camas. Y en el país, el resto de emergencias no van a quedar suspendidas por la pandemia: continuarán llegando al hospital pacientes con cáncer, infarto cerebral, ataque cardíaco, o también, víctimas de accidentes de tráfico que necesitarán ocupar esas camas y requerirán cuidados de UCI.

(Foto: Reuters/Henry Romero/Archivo)
(Foto: Reuters/Henry Romero/Archivo)

Al respecto, el subsecretario de la Secretaría de Salud federal (Ssa), Hugo López-Gatell, explicó que la Sedena y la Semar pondrían a disposición del sistema sus hospitales y clínicas; además de las que proveerían el IMSS, el ISSTE, Pemex, y Salud. Entre todos, sumarán 60,600 camas para afrontar la pandemia. En un país de 129 millones de habitantes, esto significa que habrá media cama por cada mil personas (0,47).

A esto se une la escasez de respiradores. De acuerdo a la Ssa, México cuenta con un total de 5,523 para combatir el Covid-19. Aunque países como Italia y España no han publicado el número de respiradores con los que contaban antes de que comenzara la crisis, se sabe que la falta de estos ventiladores mecánicos llevó a los médicos de ambos países a tomar decisiones desoladoras, como dejar de dar prioridad a las personas mayores de 65 años en estado grave.

Por hacer una comparativa, Reino Unido, donde hay unos 25,000 casos confirmados y una población de 66 millones de personas, cuenta con 8,000 respiradores y está intentando conseguir unos 30,000 más.

En México, un país de 129 millones de personas, -de las cuales 16 millones son adultos mayores-, 5,523 respiradores se antoja poco.

Número de pruebas realizadas

(Foto: REUTERS/Alan Devall)
(Foto: REUTERS/Alan Devall)

Según el Informe Técnico Diario que presenta cada día la dependencia federal, en México se han realizado un total de 9,481 pruebas. Esto significa que se han efectuado 73 test por cada millón de habitantes. Una cifra que dista mucho de la reportada en Italia, donde se llevan a cabo unos 3,423 test por cada millón de personas.

El escaso número de pruebas realizadas en México ha sido motivo de crítica al gobierno federal desde que inició la crisis. Y es que para muchos es evidente que a menor número de pruebas, menor número de casos. Sin embargo, desde la Ssa aseguraron que no harían test masivos, tal y como recomendó la Organización Mundial de la Salud (OMS), porque no se ha demostrado que sea un método más “eficiente”.

Hasta ahora, no sabemos cuántas pruebas hay disponibles en la República a día de hoy. Aunque desde la Secretaría de Exteriores dieron a conocer que China donó este martes 50,000 test de diagnóstico.

Letalidad

(Gráfica: Jovani Pérez/Infobae)
(Gráfica: Jovani Pérez/Infobae)

Con un 10,56%, Italia es uno de los países con mayor tasa de mortalidad, según los datos arrojados por la Universidad de Medicina Johns Hopkins; muy por encima de países como Reino Unido (5,16%), Japón (2,7%) o Argentina (2,46%).

Mientras, en México, la tasa de letalidad del Covid-19 se ubica en un 2,65%. Un dato que en opinión de los expertos de la Organización Mundial de la Salud podría crecer hasta ubicarse en el 7%, en gran parte por el alto número de mexicanos que padecen diabetes en el país. En total, se estima que en la República hay más de doce millones de personas que sufren esta enfermedad, y muchos de ellos, aún no han sido diagnosticados. Una realidad que podría influir en la mortalidad del país.

Medidas

(Foto: Cortesía Presidencia)
(Foto: Cortesía Presidencia)

Según el estudio elaborado por los investigadores británicos del Imperial College London, aplicar medidas de mitigación y supresión es trascendental para evitar que el Covid-19 tenga un saldo de millones de muertes en el mundo.

Esto implica no sólo aislar a los enfermos y a sus familias, sino también, decretar medidas obligatorias que prohíban todo tipo de actividades sociales (como salir a restaurantes, a discotecas, a cines o a eventos).

Aunque en México la reacción del gobierno ante la crisis sanitaria ha sido muy criticada, lo cierto es que el país tomó medidas severas mucho antes que Italia o España, por ejemplo. Mientras que en Italia suspendieron las clases escolares el 6 de marzo, cuando ya se contabilizaban en el país 4,636 casos positivos de Covid-19, en México la Secretaría de Educación cerró los centros el 23 de abril, momento en el que había 367 positivos.

También se cancelaron los eventos masivos mucho antes de lo que lo hicieron las potencias europeas, y ahora, ante la declaración de emergencia sanitaria, se ha instado a los empleados a quedarse en casa y se ha pedido a los establecimientos no esenciales cerrar sus puertas, adelantándose de nuevo a la reacción que en su momento tuvo el gobierno italiano.

Sin embargo, y a pesar de la mayor rapidez de reacción, el discurso político desde presidencia no fue el adecuado. En un país de 16 millones de adultos mayores, 12 millones de diabéticos, 60,600 camas, 5,523 respiradores, y 73 pruebas por cada millón de habitantes, la situación en la República podría dar un giro drástico de un momento a otro. Y parece que está en la voluntad y solidaridad de cada uno que esto no ocurra.

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