El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) tuvo un 30 de marzo lleno de escándalos, entre ellos el saludo que dio a Consuelo Loera en Sinaloa., quién es la madre de uno de los narcotraficantes más peligrosos de México, Joaquín “El Chapo” Guzmán. El mandatario se presentó en el estado con el objetivo de supervisar el tramo carretero Badiraguato-Guadalupe y Calvo que termina en la comunidad de Parral.
Poco antes, se había dado a conocer que el gobernador de Hidalgo, Omar Fayad, había dado positivo para COVID-19. Las alarmas se encendieron al hacer hincapié en que, uno de los diez días anteriores a presentar síntomas, había estado en contacto con López Obrador y con el secretario de Hacienda, Arturo Herrera.
Durante el evento donde conoció los detalles y avances de la construcción carretera, el presidente habló sobre sí se haría o no la prueba para coronavirus, pues la reunión con Fayad tuvo lugar el pasado 18 de marzo, durante la conferencia matutina de AMLO en Palacio Nacional.
Yo me atengo a lo que dice Salud y eso aplica para todo
Cuestionó, entonces, a los asistentes acerca de su conocimiento sobre los síntomas que preceden a la enfermedad y enumeró la calentura, tos seca, dificultad para respirar, dolor de cuerpo, pero aseguró que hay otros tipos de dolor que no tienen que ver con la enfermedad. Por lo que tomará la prueba si presenta sintomatología característica de COVID-19
Siempre hay dolor de cuerpo, más con la edad y con trabajo
El evento oficial se llevó a cabo bajo las recomendaciones emitidas para la Jornada de Sana Distancia, entre ellas, se siguió la de tener menos de 50 asistentes, entre trabajadores, funcionarios y reporteros. Aseguró también que los mexicanos cuentan con fortalezas para sobrellevar la pandemia como otras muchas otras cosas
Hemos enfrentado calamidades (...) epidemias, terremotos y malos gobiernos
Además,saludó con la mano en el pecho, como propuso en una ocasión durante “la mañanera”, respetó la distancia establecida de 1.5 metros entre él y los funcionarios presentes y aceptó usar gel antibacterial.
Sin embargo, el señalamiento de su buena salud y el aplazamiento de la prueba de COVID-19 no fue pasado por alto por los mexicanos, pues es de conocimiento público que el periodo de incubación del virus es de 15 días y que existen personas que son asintomáticas, pero pueden contagiar la enfermedad.
En diversas ocasiones, los funcionarios de la Cuarta Transformación (4T) han negado que el presidente tenga la enfermedad, pero tampoco se le ha practicado una prueba, así que la duda sigue latente.
Por su parte, Fayad dio positivo diez días después de estar con el presidente en la conferencia matutina con motivo de la ceremonia conmemorativa del 82 Aniversario de la Expropiación Petrolera, la cual tuvo lugar en la explanada principal del Centro Administrativo Pemex en la Ciudad de México.
El otro funcionario en riesgo es el titular de hacienda, pues Herrera y Fayad tuvieron una gira por los municipios de Alfayuca, San Salvador y Actopan con el objetivo de supervisar obras y proyectos de infraestructura.
Se desconoce donde pudo contraer el virus. En los últimos días, el gobernador de Hidalgo estuvo visitando lugares como el Hospital Infantil del Niño, donde había un caso sospechoso de coronavirus; la Central de Autobuses de la capital hidalguense, para colocar cámaras térmicas que identificaran casos sospechosos, el Hospital General de Pachuca; además de su visita diaria al recinto hospitalario especial para casos sospechosos de COVID-19, el Hospital de Respuesta Inmediata.
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