Un 24 de diciembre, pero de 2018, se desplomó el helicóptero en el que murieron la entonces gobernadora de Puebla, Martha Erika Alonso y su esposo, el senador Rafael Moreno Valle. A más de un año de la tragedia, el secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú dio a conocer el informe final de lo que sucedió.
De acuerdo con el dictamen, se determinó que, uno de los actuadores, que son los que mueven las aspas y dan estabilidad a la aeronave, tenía dos tornillos sueltos, lo que provocó que el helicóptero se invirtiera en vuelo y luego se impactara contra el suelo, y posteriormente se incendiara.
“Fue la pérdida de control de la aeronave debido a un alabeo repentino hacia la izquierda, que no fue recuperado por el piloto al mando y provocó el impacto”, dijo.
Durante una conferencia de prensa, esta mañana, detalló que al analizar la bitácora de vuelo se encontró que el 13 de diciembre (días antes del accidente), estaba dañado el actuador lineal del sistema de aumento de estabilidad número dos y necesitaba reemplazo; sin embargo, la aeronave siguió operando. “El helicóptero debía estar en tierra. No debía volar”, destacó.
Además, los investigadores y fabricantes de la aeronave confirmaron que durante las inspecciones de los restos, no había rastro de proyectiles o de aves, lo que descarta un posible sabotaje.
Asimismo, detalló que no se cayó ninguna pieza del helicóptero y hay testigos de que viró a la izquierda.
Por su parte, el ingeniero Carlos Morán Moguel dijo que la causa del accidente se desató porque en el actuador lineal del alabeo del sistema uno, había dos tornillos sueltos y en el actuador lineal del alabeo número dos tenía fallas intermitentes. “Todos los actuadores recibieron escaneo por medio de computadora”.
Un mensaje de correo electrónico reveló que el taller Rotor Fligth Services solicitaba aplicar la garantía del actuador lineal de alabeo del sistema de aumento de la estabilidad número dos, que había sido enviado a reparación anteriormente, debido a una falla detectada el 25 de junio de 2018.
Los datos revelan que la aeronave no debía seguir operando. El mensaje enviado al taller estadounidense Accesories Instruments destaca lo siguiente:
“El motivo de nuestro correo es comentarte que el actuador que nos repararon me está reportando mantenimiento que está fallando por lo que van a bajarlo de la máquina, aquí quiero saber para aplicar la garantía y poder proceder con la misma, ya que sí sería un poco urgente porque la máquina tiene vuelos comprometidos y no la podemos parar".
El dictamen fue remitido a la Fiscalía General de la República por tratarse de una investigación federal y se incorporará a la carpeta de averiguación iniciada el día de la tragedia.
Morán Moguel informó que se iniciaron auditorías a la empresa operadora Servicios Aéreos del Altiplano S.A de C.V y al taller de mantenimiento Rotor Fligth Services, suspendiendo temporalmente sus operaciones hasta obtener un resultado para tomar acciones definitivas.
Cabe destacar que la solicitud de reparación del actuador se realizó antes del 17 del diciembre de 2018, y aún así, la aeronave realizó 31 operaciones de vuelo después de esa fecha.
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