Qué implica que el Congreso y la Suprema Corte en México se encuentren “en pausa” por coronavirus

De acuerdo con un experto, que el Congreso y la Corte hayan suspendido sus sesiones podría servir como ventana para que la ciudadanía organizada exija a sus legisladores hablar y explicar lo que se juega el país

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Congreso y Suprema Corte suspendieron
Congreso y Suprema Corte suspendieron las sesiones de sus respectivos plenos al menos hasta mediados de abril (Foto: Cuartoscuro)

Con la suspensión oficial de la sesiones del Pleno del Senado este martes por la noche, aunado a la pausas similares que anunciaron la semana pasada la Cámara de Diputados y la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), todas ellas debido a la contingencia por la epidemia de coronavirus, dos de los tres poderes del estado mexicano quedaron en pausa al menos hasta mediados de abril.

Y es que tanto el poder legislativo como el judicial decidieron tomar estas medidas preventivas ante el avance del COVID-19, que ya se ha cobrado la vida de seis personas en México, donde hay 405 casos de personas contagiadas y la declaración de la fase 2 de la contingencia sanitaria.

Ante este panorama, el analista y consultor político Fernando Dworak indicó que, a pesar de que las sesiones plenarias se han detenido en las mencionadas instituciones, “dudaría muchísimo en calificarla como parálisis".

El Senado fue el último
El Senado fue el último en decretar la suspensión de sus sesiones del Pleno frente a la amenaza del coronavirus (Foto: Cuartoscuro)

“Estamos hablando de una contingencia, pero de ciertas actividades de órganos de poder, en la Corte, las Salas no sesionan y en el Congreso las sesiones no tienen lugar, pero por otra parte, las instituciones administrativas y los servicios parlamentarios siguen funcionando”, explicó a Infobae México.

Además, Dworak calificó como una “decisión correcta” frenar las plenarias. “Primero, por el tema logístico, es imposible incluso virtualmente reunir a más de 500 diputados y a 128 senadores. Segundo, porque seguir adelante con las sesiones implicaría un riesgo de contagio, los legisladores también van y vienen de sus respectivos estados”, detalló.

Pero el principal problema, de acuerdo con el experto, sería quitarle el principal componente al debate legislativo. “En el Congreso se apasionan, hay una necesaria moderación, siempre hay gente que quiere interrumpir, tomar la palabra, eso implica que cuando hay debate se genera atención”, expresó.

La gente demerita las sesiones por el show, pero eso es para decirle que está ocurriendo algo importante, se requiere un Congreso donde se interactúe

Además, las alternativas virtuales para seguir con las sesiones a distancia se toparían con más dificultades que soluciones. “¿Cómo garantizas una sesión remota que dé turnos en momentos determinados? ¿Cómo acreditas que están presentes los legisladores, que efectivamente ellos están votando?”, cuestionó.

Esto, añadió, sin contar que tanto las sesiones plenarias del Congreso como la Suprema Corte requieren de máxima publicidad. “Operan ante la opinión pública, obviamente hay sesiones a puerta cerrada, pero son excepciones, rinden cuentas ante la gente", destacó.

Una oportunidad entre la emergencia sanitaria

Activistas y la sociedad organizada
Activistas y la sociedad organizada en general podría darle un impulso, a través de las nuevas tecnologías, a la democracia mexicana (Foto ilustrativa: Crisanta Espionsa Aguilar/ Cuartoscuro)

Para Dworak, la situación que vive el país por coronavirus y que obligó a estos órganos legislativos y deliberativos a reducir sus labores habituales es una gran oportunidad para fortalecer la democracia en un país que lo necesita de manera urgente.

“Esta es la gran oportunidad para militantes políticos, para activistas: es indispensable que presionen por tener durante esta etapa esquemas de parlamento abierto digital para que los legisladores rindan cuenta y expliquen sus propuestas”, señaló el consultor político.

La pelota en estos momentos está en la cancha de los grupos de activistas y de presión, que tienen redes sociales, la democracia no funciona si no nos involucramos en esos mecanismos a través de la tecnología

“Deben insistir en que haya reuniones a distancia con diversos grupos sociales, la posibilidad de usar tecnología está, es una gran oportunidad para llevar a los legisladores a la mesa, para que se aproveche esa pausa por la cuarentena y hablar de lo que se juega el país”, precisó Dworak.

Entre los temas pendientes en el Congreso, está, entre otros, la elección de los consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE). “Un debate público sobre quiénes podrían acreditar su candidatura revitalizaría el tema”, argumentó.

El experto consideró que la
El experto consideró que la elección de consejeros del INE podría impulsar el debate ciudadano si se da a conocer entre la sociedad (Foto: Rogelio Morales/ Cuartoscuro)

El tema de la reglamentación para el uso lúdico de la marihuana podría ser otro tema que genere ese impacto. “Si diversos grupos de la sociedad comienzan con campañas de comunicación, abriendo el debate, eso puede ser un paso adelante”, indicó el experto.

Y es que, para Dworak, no cree que esta suspensión vaya a consolidar el poder del Ejecutivo, encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, el único que no ha anunciado medidas preventivas y que incluso ha desafiado las indicaciones de las autoridades sanitarias de su propio gabinete.

“No necesariamente, vamos a tener Comisiones Permanentes (en Diputados y en el Senado) que, aunque no deciden gran cosa, son un gran foro para desahogar asuntos de la nación, es una válvula de escape, con tenerlos dando guerra no necesariamente robará focos”, indicó.

La supuesta "parálisis" legislativa no
La supuesta "parálisis" legislativa no es realmente tal, ya que los servicios funcionales siguen adelante de manera remota (Foto: Cámara de Diputados)

Antes de suspender las reuniones legislativas, el Congreso autorizó, en ambas Cámaras, el nombramiento de sus respectivas Comisiones Permanentes, que entrarán en funciones si el Pleno no puede reunirse antes del 30 de abril, cuando termina el periodo ordinario e inicia el receso.

“En la Suprema Corte, además es una discusión más técnica, no veo el motivo” de que su suspensión vaya a permitirle a López Obrador aprovechar ese espacio. Y es que, en realidad, a pesar de las pausas de las plenarias, dichos órganos, reiteró, siguen con sus labores esenciales de manera remota.

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