Coronavirus en México: la falta de pruebas genera dudas sobre el número de casos, dijo Córdova Villalobos

El ex funcionario enfatizó la importancia de continuar la estrategia de Corea del Sur de realizar pruebas confirmatorias a personas sospechosas de tener COVID-19

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José Ángel Cordova Villalobos fue
José Ángel Cordova Villalobos fue el secretario de salud que enfrentó la crisis por el AH1N1 en México (Foto: Cuartoscuro)

En 2009, una mutación del virus de la influenza colocó a México en el centro de la atención mundial: fue el primer país en reportar casos de gripe AH1N1. El doctor José Ángel Córdova Villalobos, ex secretario de Salud durante el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa, lideró al país durante la pandemia que comenzó en el 2009 y terminó en el 2010.

El presidente Andrés Manuel López Obrador presentó este martes las medidas que su gobierno adoptará para enfrentar la pandemia del coronavirus en lo que dijo es “una nueva fase”. La Secretaría de Marina y la Secretaría de Defensa, con el Plan Marina y con el plan DN III, apoyarán a la Secretaría de Salud cuando ésta lo indique. El Plan DN III es un concepto operativo en su primera fase de tres, que son: preventiva, auxilio y recuperación. Dicho plan contempla utilizar los hospitales militares, continuar con la compra y distribución de equipo de medicamentos especializados, y la distribución de insumos médicos.

En entrevista con Infobae México, Córdova Villalobos afirmó que el ejército y la marina tienen amplia experiencia en desastres naturales, que "lo han hecho siempre y lo han hecho muy bien”. En emergencias sanitarias también han colaborado. Dentro de sus funciones durante la epidemia de hace 11 años, la mayor parte fue la protección de la ciudadanía y la aportación de algunos elementos para la prevención como la distribución de gel antibacterial y los cubrebocas.

El ex secretario de Salud y de Educación Pública confía en que médicos militares y médicos que se formaron en la marina, y que tienen una formación y una capacitación igual a los médicos civiles, pueden atender o responsabilizarse de los hospitales que ya tienen casos o cualquiera que se vaya presentando de coronavirus en México. “No tengo la menor duda de que tienen personas capaces, ellos tienen su infraestructura, medicamentos, recursos. No tengo duda de que puedan enfrentar esto”, dijo.

Andrés Manuel Lopez Obrador, presidente
Andrés Manuel Lopez Obrador, presidente de México, anunció la segunda fase de riesgo de contagio COVID-19 y el Plan de Marina y Plan DN III para combatir la propagación del virus (FOTO: ANDREA MURCIA/CUARTOSCURO.COM)

Respecto al Plan DN III menciona que fue “muy general”. Afirma que se mencionaron los hospitales y los recursos que se requieren en cuanto a personal y financiamiento que, según Córdova Villalobos, realmente es lo que se necesita para poder complementar el equipo y los medicamentos adecuados. Enfatizó la importancia de los recursos humanos que se requieren para el funcionamiento de los hospitales, los cuales algunos no eran propiamente de la marina sino que serán manejados por ella.

Según el funcionario, hay médicos militares y médicos en la marina que tienen una formación en administración de hospitales, y que el gobierno tomó en cuenta para calcular el número de pacientes que se piensen atender para poder dar una respuesta adecuada.

“Yo creo que ha habido una situación en la que ha faltado la realización de más pruebas confirmatorias. Las pruebas no se han estado aplicando ampliamente y esto genera duda de que el crecimiento de la curva que México mostraba estuviera precisamente sesgado porque no se habían hecho las pruebas en las personas que eran sospechosas” afirmó.

Mientras que el número de sospechosos en el país es alto, Córdova Villalobos dice que era, es, y sigue siendo importante la estrategia que está realizando Corea del Sur de hacer las pruebas en casos que son sospechosos para tener la certeza de su estatus. “Ya no tener grupo de sospechosos: confirmados o descartados”, aseguró el ex secretario.

Atestada calle de la Ciudad
Atestada calle de la Ciudad de México, el lunes 23 de marzo, pese al brote de coronavirus (Foto: REUTERS/Gustavo Graf)

A los pacientes confirmados es necesario darles un seguimiento que pueda permitir, a ellos y a sus contactos, tenerlos controlados. Además de las acciones de distanciamiento social y tratar de evitar que el número de casos se multiplique exponencialmente. “Ese es el reto porque va a haber un contagio con prácticamente el 70% de la población, como ya lo dijo el subsecretario López Gatell. No en estas primeras semanas sino en el transcurso de las semanas de la fase dos y la fase tres”, afirmó.

Si se logra que la curva de crecimiento se aplane, la demanda de servicios para los pacientes graves, que representan alrededor de un 5% a 6%, no sobrepasará la capacidad de respuesta de los hospitales. Si es muy rápida y si es exponencial, el funcionario asegura que sí habrán problemas en los hospitales.

Córdova Villalobos asegura que la importancia de aplanar la curva de crecimiento es para que no exista una falta de espacios, de equipos, y de médicos. Si crece rápidamente, se llenan y colapsan los hospitales. El problema sería que no habría lugar en donde poner a los pacientes porque no existe equipo suficiente y conseguirlo rápidamente ahora no es fácil por la demanda mundial, sobre todo por ventiladores de asistencia pulmonar, máquinas clave en el tratamiento de enfermedades respiratorias.

“Si se logra contener ese crecimiento, que se vaya más lento, podemos salir adelante sin muchos problemas”, aseguró.

El presidente López Obrador durante
El presidente López Obrador durante una gira en el país en marzo de 2020 (Foto: Cuartoscuro)

El doctor informa que el mayor riesgo vendría de un crecimiento exponencial de casos porque no habría un número suficiente de ventiladores en un momento dado. El enorme desafío, para él, es la dificultad de conseguirlos de manera rápida debido a la cantidad de demanda por países afectados y en fase de epidemia. “Es más fácil conseguir algunos medicamentos que poder conseguir equipo cuando existen países tan afectados como Italia, Francia, España, Reino Unido, y Estados Unidos”, confirmó.

“Ahí sí tendría mis dudas, de que al ver que la curva no se aplane y sigue creciendo, el tratar de comprarlos desesperadamente vaya a tener un resultado positivo. Ese es el riesgo”.

El ex secretario también tiene la esperanza de que el país vaya por el mismo camino y que, ahora que se han decretado las fases y los planes por el presidente López Obrador, toda la población siga las recomendaciones que da la ​Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud a través del subsecretario Hugo López Gatell, en donde una parte importante es el distanciamiento social.

“Espero que se corrijan algunas actitudes que eran incongruentes con lo que se estaba anunciando por los técnicos y científicos. El presidente ha dicho que él va a respetar y que sólo los científicos o técnicos iban a estar dando información. Eso es lo que esperamos porque eso es lo que necesitamos todos. Es muy difícil y confunde a la gente si una persona dice ‘hay que hacer distanciamiento’, ‘no abrazos, no besos’, y otras personas, que tienen mucha influencia sobre la ciudadanía, lo siguen haciendo”, afirmó.

La pandemia de hace una década

El AH1N1 provocó alarma entre
El AH1N1 provocó alarma entre los mexicanos hace una década (Foto: Cuartoscuro)

Respecto a las diferencias entre la pandemia del COVID-19 y la pandemia de la influenza AH1N1, las dos más importantes son que la AH1N1 fue abordada en el momento en el que ya se encontraba en una fase dos. “Los casos ya se estaban replicando y creció rápidamente. Fue diferente a esta de coronavirus, que se abordó desde la fase uno de importación viral y donde te da más tiempo de prepararte y actuar”, aseguró.

En la pandemia de AH1N1 hace 11 años la medida principal fue la acción inmediata desde el punto de vista de distanciamiento social: el cierre de las escuelas (de manera selectiva porque al principio el brote sólo era en el valle de México) y el cierre de algunos negocios y áreas de entretenimiento como cines y teatros.

“No fue la paralización total: la paralización total fueron pocos días porque gracias a la segunda gran diferencia, que era que teníamos un medicamento que sí funcionó porque había sido adquirido desde la administración anterior”, afirmó Córdova Villalobos. También recordó la “gran tranquilidad” porque los pacientes empezaban a curarse cuando tomaban el medicamento a los primeros días de síntomas, lo cual inactivaba y destruía al virus y hacía a las personas portadoras no contagiosas.

Parques en la Ciudad de
Parques en la Ciudad de México lucen vacíos durante la pandemia de influenza AH1N1 el 30 de abril del 2009 (FOTO: SAÚL LÓPEZ/CUARTOSCURO.COM)

“Por un lado estábamos evitando la transmisión a través del distanciamiento y, por otro lado, aquellos que ya estaban infectados, si ya eran tratados, ya no eran contagiosos. Esto nos permitió, prácticamente en tres semanas, controlar el brote y el crecimiento del número de casos”, informó.

El ex secretario también aseguró que la pandemia de COVID-19 en México y en el mundo va a ser progresiva. “No creo que un regreso a la normalidad inicie antes de dos a tres meses, según la forma en la que se vaya presentando todo”.

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