Abatida, con la mirada cansada, y utilizando una mascarilla, una mujer atendió el pasado miércoles a los medios de comunicación frente a las puertas del INER. Su esposo había muerto de Covid-19. Era el primer fallecido en México por la enfermedad que tiene en vilo al mundo.
Según relató la mujer, ella y su marido no habían viajado al extranjero. Tampoco habían estado en contacto directo con nadie que fuera positivo en Covid-19. Solo habían acudido el 3 de marzo a un concierto de la banda sueca Ghost en el Palacio de los Deportes, en Ciudad de México, donde se habría producido el contagio. El recinto tiene una capacidad de 60,000 personas.
La mujer, quien se identificó como Adriana, relató que su esposo comenzó a sufrir los primeros síntomas seis días después del evento, el 9 de marzo. Al ver que su condición empeoraba, la pareja se presentó en el hospital del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER). Allí, los expertos le hicieron al paciente la prueba del coronavirus nada más llegar, “por protocolo”. Pero los resultados no estuvieron disponibles hasta dos días antes de la muerte del difunto.
“La prueba se la tomaron desde que llegó al instituto. Por protocolo, nos dijeron”, contó Adriana en entrevista con el periodista Ciro Gómez Leyva. “Y salió antier como un posible positivo. Sí me lo manejaron como influenza”, contó.
Durante gran parte del proceso, los médicos le dijeron que su esposo padecía una neumonía. A ella, nunca le pidieron aislarse ni mantener un período de cuarentena. No la monitorearon, ni le hicieron la prueba del Covid-19, por posible contagio.
“Nos dijeron que la prueba está reservada para las personas que tienen problemas realmente graves. Yo vine dos veces y ni siquiera me detuvieron, ni me sacaron plaquita de nada”, relató tras la muerte de su esposo, en entrevista con El Heraldo. “Desde que él entró, los partes médicos siempre fueron confusos. Los hospitales no tienen absolutamente nada. Todo tenemos que andarlo comprando: medicamentos, material quirúrgico, faltan muchas cosas”.
A Adriana tampoco le realizaron el test cuando el equipo de médicos le confirmó que su esposo era positivo a Covid-19. Los expertos le aseguraron que aún faltaba una segunda prueba para ratificar el diagnóstico, pero ese segundo resultado nunca llegó.
Ahora, a casi una semana del fallecimiento de su marido, Adriana supo que ella también es positivo en coronavirus, según confimó el periodista Ciro Gómez Leyva en una publicación de Twitter. No padece síntomas, y se encuentra “en aislamiento domiciliario y en revisión estrecha”. El hijo de la pareja, y el resto de familiares dieron negativo.
Desde que comenzaron los primeros síntomas de la enfermedad hasta el fallecimiento de su esposo, Adriana no se aisló. Preocupada por la evolución de su marido, y a falta de una indicación clara de los médicos, no cumplió ninguna cuarentena. Y es que jamás pensó que él o ella podían haberse contagiado.
Según relató aquella noche que salió exhausta a hablar con los medios, su marido murió a los 41 años y tenía diabetes, una afección que complicó su recuperación. Él nunca había presentado síntomas respiratorios. Por eso, pidió a todos los mexicanos que se cuiden.
“Nada más quiero decir que todos se cuiden, que esto está pasando, no lo tomen a la ligera. No entren en pánico, en realidad la enfermedad de personas que no tenemos ninguna situación de enfermedad salimos adelante. Pero cuídense, todas las personas que tengan familiares inmunodepresivos, porque sí nos pone en esta situación”, pidió tras el fallecimiento de su esposo.
Escenario 1, o escenario 2
El fallecimiento del esposo de Adriana, abrió una polémica que todavía no se cierra. ¿Por qué no nos encontramos en Escenario 2?
El Escenario 1 de las autoridades sanitarias en México se refiere a una primera fase en la que la totalidad de contagios son importados: es decir, las personas con coronavirus se contagiaron en el extranjero, o son contactos directos de personas que se infectaron en otro país.
Sin embargo, ni Adriana ni su esposo salieron de México. No viajaron ni tuvieron contacto con ningún extranjero que fuera positivo en Covid-19. Por ello, muchas figuras públicas y políticos instaron al gobierno a declarar el Escenario 2, es decir, la fase de dispersión comunitaria. En esta etapa, los contagios ya no vendrían del exterior de México, sino que se estarían produciendo dentro del territorio nacional, y una tarea imposible identificar el foco de contagio, es decir, saber qué persona introdujo el virus en el país y a quién contagió.
Al no poder detectar quién fue el portador de Covid-19 que infectó a la pareja, y por tratarse de un contagio que se produjo dentro de la República, muchos entendieron que nos encontramos en el Escenario 2.
Sin embargo, tras la muerte del marido de Adriana, el subsecretario de Salud de la Ssa, Hugo López Gatell, desestimó que nos encontremos en esta segunda fase.
“En este caso concreto, pudiera ser que además pudiera haber un elemento informativo sobre la dificultad de identificar su cadena de transmisión. Tenemos un antecedente de que la persona estuvo seis días antes del inicio de sus síntomas en una concurrencia pública donde, por la naturaleza del evento, podría haber participado en la exposición de personas que viajaron al extranjero, o personas de origen extranjero, de los sitios relevantes de transmisión comunitaria”, dijo López Gatell, defendiendo que el difunto pudo estar en contacto en el concierto con una persona que importó el virus desde algún país como Italia, o España.
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