En México, casi la mitad de la población no tiene agua potable dentro de sus viviendas para necesidades básicas, por lo que es casi imposible que cumplan con las acciones preventivas de lavarse las manos frecuentemente para evitar el contagio del coronavirus-Covid-19.
El diario Reforma citó las cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), que revelan que la cobertura de agua en las viviendas del país pasó apenas de 52.5 a 53.6% entre 2010 y 2018.
Pero hay casos de extrema gravedad, como el de Guerrero, en donde actualmente sólo el 5.7% habitantes tiene acceso diario al agua en sus viviendas, cuando en 2010 era del 7.1%. Mientras que los estados vecinos de Chiapas y Oaxaca, la disposición del líquido alcanza a menos del 20% de la población.
En el primer caso, la cobertura descendió de 16.9 a 12.5 por ciento de los habitantes, y en el segundo pasó de 12.8 a 15.5 por ciento.
Reforma buscó testimonios de habitantes de esas entidades, quienes contaron que deben comprar pipas, apartar agua de madrugada, reciclarla y hasta bañarse con agua de garrafón.
Arturo Fuentes Adame, quien vive en el centro de Chilpancingo, Guerrero, contó que compra una pipa de agua al mes y que su familia debe racionarla para que alcance.
El Alcalde de la capital guerrerense, Antonio Gaspar Beltrán (PRD) reveló la semana pasada que tienen tres sistemas de abastecimiento de agua parados porque la Comisión Federal de Electricidad (CFE) les cortó la luz debido a un adeudo de 30 millones de pesos.
En Chiapas, la familia de Mariana Aguilar Santos, quien vive en una colonia al sur de Tapachula contó que llevan dos meses sin el servicio.
“Ayer finalmente cayó un poco y esto pudimos llenar”, dijo mientras muestra dos pequeñas cubetas dentro de un hoyo que tuvo que hacer en el suelo porque el agua cae sin fuerza.
En las grandes ciudades tampoco está garantizada la disponibilidad en las viviendas.
“Le dije a todos que nos bañemos lo menos posible, pero en la mañana mi hijo a fuerza se quería bañar porque no podía ir sucio al trabajo y pues la solución fue comprar un botellón de agua y así se bañó”, contó Jorge Carreño, vecino de la Colonia San Juan Ixhuatepec, en Tlalnepantla.
Dijo que en esta zona conurbada con la Ciudad de México desde hace 40 años han padecido la falta de agua pero que ahora están más preocupados.
“Ahorita que hay que lavarse las manos a cada rato es un problema, porque a veces no tenemos nada”, advirtió.
Lizeth Ríos, de la misma colonia, contó que los días que sí hay suministro el agua cae a partir de las 23:00 horas.
“Pero muchos de aquí son empleados y deben entrar a las 6, 7 de la mañana a sus trabajos en la Ciudad (de México) y es mucho desgaste para tener agua, uno se desvela para acarrear o al otro día no hay nada”, señaló.
Un millón de personas no cuentan con agua potable en la CDMX
Pero dentro de la Ciudad de México, miles de personas de las alcaldías Tláhuac, Iztapalapa, Xochimilco y Álvaro Obregón, también padecen todos los días por la falta del líquido.
En la capital del país, al menos un millón de habitantes no cuentan con agua, de acuerdo a diversos estudios publicados. La situación se acentúa en la alcaldía Iztapalapa, donde se estima que al menos 400 mil habitantes han sufrido por años el desabasto.
El pasado lunes 16 de marzo en la alcaldía Tláhuac, decenas de personas bloquearon la autopista México- Puebla, a la altura del Eje 10 Sur, debido a que no tienen abasto de agua desde hace un año. A pesar de que la manifestación terminó en una riña, debido a que elementos de la policía trataron de contener la manifestación, hasta el momento no les han dado una solución.
El portal Sin Embargo, recabó algunos testimonios, como el de Natalia, quien logró recolectar un poco de agua amarillenta, casi verdosa, en un tambo oxidado, gracias a que un vecino le permitió recabarla “cuando les llegó”.
“Que tenemos que lavarnos las manos seguido, por lo del coronavirus. Pero no tenemos agua. ¿Usted cree que vamos a protegernos con esta agua sucia?”, reclamó la mujer de 50 años y habitante de la colonia La Polvorilla, en Iztapalapa, mientras señala el tambo.
Enfrentar las medidas contra el coronavirus, como el aseo constante y lavar frecuentemente las manos, supone un esfuerzo mayor para los habitantes de esta colonia y del sector oriente de la capital del país, que por años aplican medidas para poder obtener agua, o bien el costo para obtenerla es mayor.
Natalia, además de vivir en una colonia con constante desabasto, no cuenta con una toma de agua. La mujer acumula el líquido cuando llegan las pipas, compra garrafones y en ocasiones, recolecta un poco de agua que su vecino le regala, pero muchas veces sale sucia.
En teoría, las pipas que envía la alcaldía son gratuitas; sin embargo, quienes reparten el agua colocan cuotas mínimas de 100 pesos. En tanto que las pipas particulares, llegan a costar 500 pesos.
“A veces pedimos a las pipas, y si nos dejan agua, pero solo si tenemos dinero para darles, pero si no tenemos dinero, se molestan a veces porque les damos 20 pesos. A veces duramos hasta un mes sin agua, aunque conocemos a un muchacho que si le marcamos a veces nos trae agua de pipa a la semana”, narra Natalia.
Natalia confiesa que no han tomado medidas serias frente a la contingencia del Covid-19, sin embargo, destaca que para acatar las recomendaciones “no queda otra más que agarrar el agua del garrafón que compramos para tomar, pero a veces no tenemos ni para comprar agua de garrafón”, detalla.
“Es muy difícil, enfrentar la contingencia así”, admitió.
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