Nunca como ahora el sistema de salud mexicano había estado tan a prueba. Por un flanco avanza la pandemia de Coronavirus (COVID-19), con 251 casos en el país, y por el otro se aproxima la epidemia de sarampión, que hasta el momento registra 46 casos en la Ciudad de México.
Sin embargo, según los datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), en 2018 unos 20 millones de mexicanos aseguraron haber tenido una mala experiencia al acudir a los servicios de salud, algunos incluso declararon que ni siquiera tuvieron la oportunidad de acceder a alguna atención de este tipo.
La mayor cantidad de gente en esta situación se encuentra en el Estado de México, con 3,489,000 casos, según el periódico El Universal. Después le siguen Ciudad de México (1,761,000), Jalisco (1,591,000), Veracruz (1,379,000), Puebla (1,328,000), Michoacán (995,136), Chiapas (961,125), Guanajuato (814,780), Nuevo León (689,629) y Oaxaca (665,124).
La conejera académica del Coneval, Rosario Cárdenas, explicó que estas deficiencias en el sistema podrían tener un impacto negativo en la situación actual de COVID-19. “Si nosotros no logramos reducir la tasa de contagio, no habrá sistema que pueda responder eficientemente”, detalló.
El coronavirus pondrá a prueba los servicios de salud en México, así como la infraestructura con la que se cuenta. El Coneval, además de medir la carencia de acceso a prestaciones médicas, también estudia, como otro factor diferente, la carencia del acceso a los servicios de seguridad social. Hasta 2018 había 71,659,273 mexicanos que manifestaron su inconformidad respecto a este tema.
Debido a este panorama, investigadores mexicanos y premios nacionales de ciencias lanzaron una serie de acciones de contención para proteger a la población durante la pandemia, mismas que calificaron de caracter urgente.
Entre las medidas escritas en un comunicado público se especifica la ampliación de pruebas para el covid-19 realizadas a la población, la imposición de restricciones masivas en fronteras y aeropuertos, así como la suspensión de actividades masivas de cualquier naturaleza.
Además, pidieron que se suspendan o cierren los espacios de convivencia pública, sin olvidar la emisión de las directrices a seguir para la ciudadanía y designar recursos suficientes al sistema de salud de manera completamente transparente.
En el documento aseguraron que el Sistema Nacional de Salud está conformado por personal altamente calificado y gran infraestructura, pero no pueden enfrentar solos el reto de la pandemia por coronavirus en México.
“Se requiere la colaboración entre el Sistema de Salud, las universidades, las cámaras empresariales y los movimientos ciudadanos”, escribieron.
Tambien señalaron que los jóvenes pueden ser una gran ayuda en el proceso, pues en México hay amplia experiencia en la formación de equipos de emergencias, como fue el caso del sismo de 2017; sin embargo, pidieron a la atención pública una respuesta más rápida para que la sociedad no tenga que autoorganizarse.
Finalmente, revelaron que la formación de equipos gubernamentales en conjunto con los científicos nacionales de diferentes disciplinas, el sector privado y representantes de la sociedad puede multiplicar la capacidad de respuesta ante la emergencia sanitaria.
En México el número de casos de COVID-19 aumentó a 251, reportó la Secretaría de Salud. La dependencia confirmó en una conferencia de prensa en el Palacio Nacional que el 2% sigue considerado grave y requiere de una mayor valoración.
El 63% de los casos son hombres y el 37% mujeres, mientras que los datos de hospitalización se mantienen: el 90% fue ambulatorio y su resguardo fue de tipo domiciliario. Del 10% restante que sí requirió atención médica en un segundo nivel, 6% se mantiene estable y 2% continúa grave. Alomía afirmó que el promedio de hospitalización en México se encuentra por debajo del promedio mundial, que es de 15% a 16%.
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