El gobierno de México y Estados Unidos anunciaron la mañana de este viernes que prohibirán cualquier viaje “no esencial” a través de la frontera como un esfuerzo para controlar y reducir la propagación del coronavirus, lo cual alteró el movimiento de las garitas entre ambos países.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de Estados Unidos reportó, a las 15:00 hora local, un tiempo de espera de 70 minutos en la garita Tijuana-San Ysidro, comparado con el promedio de 38 minutos, para cruzar por las seis líneas generales abiertas hacia San Diego, California. Las líneas Ready Lane y SENTRI se mantienen ligeramente arriba del promedio.
En contraste, el jueves, medios locales como El Sol de Tijuana y El Imparcial reportaron una disminución de tráfico en el cruce de garitas hacia Estados Unidos. Este viernes, el filántropo y activista Luigi Shorty Rossi publicó un video en su cuenta de Instagram donde afirma que, en los 11 años que lleva cruzando la frontera de San Ysidro, nunca la había visto tan vacía.
La CBP informó que los puertos de entrada continuarán con un horario de 24 horas, pero podría ser reducido dependiendo de la situación diaria. Solamente ciudadanos estadounidenses y residentes permanentes tendrán acceso a través de automóviles y de un cruce peatonal, que serán reducidos a una capacidad del 20%. La garita de San Ysidro, de acuerdo a la Administración de Servicios Generales de Estados Unidos (GSA), es el puerto de entrada más activo en el hemisferio occidente. La GSA reportó que un promedio de 7.3 millones de peatones cruzan al año y más de 70 mil automóviles cruzan a diario esta frontera. Alrededor de 30 mil vehículos entran diario a El Paso, Texas, desde Ciudad Juárez, México.
Más de 1,600 millones de dólares en productos y servicios cruzan la frontera de México y Estados Unidos diario, de acuerdo a la Cámara de Comercio de Estados Unidos. También, aproximadamente 500 mil trabajadores, estudiantes, compradores, y turistas. Jodi Goodwin, abogada de asuntos migratorios en la ciudad de Brownsville, Texas, afirmó a Los Angeles Times que las restricciones en la frontera son “trágicas” para aquellos inmigrantes que se han quedado atorados, algunos por meses, en sus esfuerzos por entrar a los Estados Unidos. La mañana de este viernes migrantes en busca de asilo, y que Goodwin representa, tuvieron sus audiencias postergadas. “No dijeron por qué”, declaró. Aproximadamente 2 mil migrantes se encuentran viviendo en casas de campaña del otro lado de Brownsville, en un puente en Matamoros, Tamaulipas.
El Secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard, informó, en conjunto con el gobierno de Donald Trump, que las restricciones para la frontera sur de Estados Unidos serán similares a las acordadas con la frontera canadiense para limitar el flujo del cruce fronterizo en las 22 garitas o 3 mil 185 kilómetros que conectan a los dos países. “Los dos países conocen la importancia de trabajar juntos para limitar la propagación del virus y asegurar que el comercio que apoya nuestra economía continúe fluyendo”, dijo el Secretario de Estado Mike Pompeo durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca. “Los Estados Unidos está contento de tener un amigo que trabaje a su lado en esta lucha”. Existen alrededor de 15 mil casos confirmados de COVID-19 en Estados Unidos, mientras que México tiene menos de doscientos. Ebrard, desde su cuenta de Twitter, afirmó la noche de este jueves que propondría a Pompeo que las medidas para combatir el coronavirus “no paralicen la actividad económica y la frontera continúe abierta al comercio y al trabajo”.
Gustavo de la Fuente, director ejecutivo de la San Diego-Tijuana Smart Border Coalition, declaró a The San Diego Union-Tribune que las restricciones de viaje no significan que la frontera cerrará en su totalidad. “Las personas están usando la palabra ‘cierre’ pero no es un cierre”, dijo. “Se trata de una entrada limitada, pero nadie va a cerrar la frontera”.
Border Report informó que en el lado este de la garita de San Ysidro se implementará un segundo punto de revisión donde “la mayoría” de personas que ingresen de manera peatonal a México de Estados Unidos serán “rápidamente evaluados” por signos de enfermedad, de acuerdo al Departamento de Salud del estado de Baja California. Si una persona tiene síntomas de gripa, especialmente fiebre alta, serán regresados a menos de que residan en México. Sin embargo, la cantidad de estadounidenses cruzando hacia el sur reducirá debido a la orden del gobernador de California, Gavin Newsom, a los 40 millones de residentes del estado de quedarse en casa y la recomendación del Departamento de Estado de no realizar viajes internacionales.
El Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos reportó, en una declaración conjunta con el gobierno mexicano, este viernes 20 de marzo que la iniciativa por limitar el cruce fronterizo “no esencial” comenzará a las 00:01 del sábado 21 de marzo y durará un periodo de 30 días, sujetos a extensión y a revisión. Los gobiernos reconocen los servicios críticos que deben cruzar la frontera todos los días: comida, gasolina, cuidado de salud, y medicinas. El objetivo es facilitar el cruce de viajes solamente esenciales sin impedimentos, mientras que también se evitará el contacto innecesario con otros.
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