El impacto del Covid-19 en la economía de los mexicanos es evidente. Desde que el país registró sus primeros pacientes confirmados, los pronósticos de crecimiento fueron cayendo de a poco y si llegasen a confirmarse las previsiones adversas, se entraría en una recesión que no se había visto desde hace 90 años.
Antes de que el brote por coronavirus llegara a México, las previsiones del Producto Interno Bruto no eran adversas, pues el promedio de expansión en el que se encontraban era del 0.9%; no obstante, a medida que se dieron a conocer los casos confirmados del patógeno, las instituciones financieras comenzaron a ajustar sus pronósticos hacia la baja.
Bank of America, por ejemplo, había previsto un crecimiento de 0.5% para el país, pero a raíz de la crisis que se vive por el coronavirus decidió disminuir su pronóstico hasta -0.1%, lo cual ya representaba un duro golpe, mismo que se intensificó, pues posteriormente dio a conocer una nueva previsión que llegaba hasta -4.5%, debido al cierre de la frontera con Estados Unidos.
Otras instituciones bancarias internacionales también han presentado escenarios de suma complejidad para el país. Una muestra de ello es Goldman Sachs, la cual modificó su pronóstico de 0.6% a -1.6 por ciento. En este tenor, Credit Suisse previó una caída del 4% para el cierre del 2020, mientras que Barclays del 2% y Moody’s del -1.5 por ciento.
J.P. Morgan, el banco de inversión más grande los Estados Unidos, también dio a conocer que se espera un rezago del 1.8% y las principales razones para hacer esta predicción son las interrupciones que se esperan en las cadenas de suministro, los cierres de fábricas de automóviles, además del freno de los servicios como los viajes y el turismo.
Cabe recordar que en 2019, el PIB se contrajo 0.1%, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, por lo que si se llegaran a confirmar estas previsiones, sería la primera vez desde 1929-1930 que la economía nacional reporte dos años consecutivos de contracción.
Los efectos, hasta el momento, se han notado en el valor del peso, pues la moneda cotizaba en 24.15 por dólar, con un declive del 0.53%, frente al precio de referencia de Reuters del jueves. En la víspera se depreció hasta las 24.6265 unidades, que fue su peor nivel histórico. Además, la divisa mexicana acumula en el año un descenso de 27.5 por ciento.
Aunque también tendrá otro tipo de consecuencias. “Esto comenzará a impactar la fabricación en México y continuará teniendo un impacto en la producción para algunos meses. México enfrenta un gran impacto en la demanda externa, a medida que el crecimiento mundial se desacelera y entra en una recesión global”, detalló Bank of America.
En tiempos recientes, ante la crisis ocasionada por el brote del Covid-19, se ha planteado mantenerse en casa para evitar su expansión. Sin embargo, “detener aunque sea una semana la producción le va restando poco a poco el Producto Interno Bruto (PIB)”, señaló a Infobae México el doctor Carlos Alberto Bandala, especialista en economía de la Universidad La Salle.
Para Bandala, miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), lo recomendable para enfrentar la situación es tratar de continuar la vida económica lo más normal posible, “Que no se frene la planta productiva en la medida de las posibilidades y reforzar prácticas de higiene y distancia social”, detalló, ya que desde su perspectiva, “parar la economía tendría más víctimas mortales que el propio coronavirus”.
Y es que, de acuerdo con el especialista, “el tiempo que podría sobrevivir una persona sin ingresos en México es de menos de 15 días, es gente que vive jornada a jornada”. “No estamos preparados como Alemania, Francia o España, para hacer un paro de este tipo: aproximadamente el 60% de la economía está en la informalidad, frenarla significaría que seis de cada 10 mexicanos se queden sin ingresos totales”, advirtió.
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