Hugo López-Gatell: el criticado funcionario al frente del combate al coronavirus en México

El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, ha tomado un protagonismo inusitado, toda vez que se ha convertido en el encargado de atender el tema de coronavirus en México.

Todos los días, tanto el presidente Andrés Manuel López Obrador como López-Gatell, repiten una y otra vez que México se encuentra en la fase uno de la propagación del virus (sólo por casos importados en los que algunas personas viajaron a Europa o China) y aseguran que los medios de comunicación tradicionales y modernos (como las redes sociales) son los causantes de difundir temores y pánico entre la población.

Pero el miedo no es para menos: en la memoria de los ciudadanos persiste lo ocurrido hace 11 años, cuando en México y en especial la capital del país se vivieron momentos aciagos con otra pandemia: la influenza AH1N1, la cual ocasionó la muerte de poco más de 1,000 mexicanos e infectó a 70,000 personas en todo el país, además de dejar pérdidas millonarias debido a que se cerraron comercios y se cancelaron cientos de eventos públicos.

Justamente hace 11 años, durante la influenza AH1N1, López Gatell también era funcionario público y en ese entonces, aseguraba que durante esa crisis se hizo lo correcto (como el cierre de eventos masivos y de establecimientos como cines y teatros), discurso muy diferente al que pronuncia ahora que forma parte del gobierno de la Cuarta Transformación.

En 2009 era director general de Epidemiología de la Secretaría de Salud y no reaccionó con la velocidad que se requería para frenar el avance de la influenza.

De acuerdo con Raymundo Riva Palacio en su columna de El Financiero, López- Gatell no aportó la información correcta al entonces subsecretario, Mauricio Hernández, quien estaba proporcionando datos erróneos al presidente Felipe Calderón, mezclando casos confirmados con casos por confirmar, por lo que estaba tomando decisiones equívocas.

El periodista señaló que la alerta tardía sobre aquel brote epidemiológico obligó a Calderón a pedirle al secretario de Salud, José Ángel Córdova, que cesara a Hernández. El gobierno decretó la alerta el 23 de abril y las medidas que se tuvieron que tomar para contener la pandemia fueron draconianas. A López-Gatell no lo despidieron, resaltó Riva Palacio, pero lo relegaron a responsabilidades menores. Y hoy es el encargado de hacer frente a la pandemia del coronavirus.

El periodista resaltó que López-Gatell está encausando al presidente Andrés Manuel López Obrador a tomar decisiones tardías y erráticas, que ponen en alto riesgo al país, al mal informarlo y al desinformar a la nación durante sus conferencias de prensa para reportar el estado de la epidemia del coronavirus en el país.

Aunque en todo el mundo se han cancelado o reducido los vuelos e incluso ya han cerrado sus fronteras para evitar la expansión del virus, pero en México, López-Gatell insiste en que no se suspenderán vuelos, ni se cerrarán las fronteras, ni los puertos marítimos, así como tampoco se suspenderán eventos masivos porque “no hay demostración científica de que estas medidas extremas pudieran ayudar a disminuir el riesgo de transmisión”.

El pasado jueves 12 de marzo, el subsecretario de Salud aseguró que “en 2009 con la pandemia de influenza hubo confusiones y se pasó directamente de la instrucción de cerrar la movilidad en la Ciudad de México y zona metropolitana, a cerrar espacios públicos en todo el país, sin que fuera necesariamente lo más adecuado. Y aquí viene lo que dijo el Presidente también, porque muchos de los criterios ya en la operación estuvieron gobernados por el miedo y por la política, no por la técnica. Si nos mantenemos disciplinados, podemos hacer un esquema muy ordenado de cancelación o restricciones de espacios públicos de acuerdo al riesgo”.

Cuando se decretó la pandemia del AH1N1 en 2009, el gobierno mexicano instaló de inmediato retenes con detectores de temperatura en los aeropuertos. Aún así, la influenza se propagó a una gran velocidad.

Hay que recordar que los primeros casos del coronavirus Covid-19 que se presentaron en México llegaron por avión: a través de personas que viajaron a Italia y España. Aún así, los aeropuertos mexicanos, como el de la Ciudad de México (el más importante del país), siguen sin implementar tamizajes a todos los viajeros internacionales, a decir de testimonios que se pueden encontrar en redes sociales o en medios de comunicación.

Por lo pronto, algunas líneas aéreas como Aeroméxico, han comenzado a cancelar por iniciativa propia sus vuelos a Europa. Tal es el caso de los viajes a Madrid, España y a París, Francia, países que ya decretaron el cierre de sus fronteras y han impuesto la cuarentena a todos sus ciudadanos, impidiéndoles salir de casa .

Pese a que todos los días las autoridades federales de salud mexicanas informan sobre el avance de la enfermedad, la realidad es que aún se desconocen datos esenciales como la forma en que se realizan las pruebas de detección a personas sospechosas de padecer la enfermedad, lo cual es clave.

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