Las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de no darse besos ni abrazos, así como mantener una distancia prudente para evitar la propagación del coronavirus Covid-19, parece que sigue teniendo sin cuidado al presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador.
Pese a que México ya roza los 60 casos de la enfermedad que inició en China a finales de diciembre de 2019, este fin de semana, el mandatario realizó una gira en el estado de Guerrero, en donde se dejó abrazar por la gente y repartió besos, principalmente a niños.
El sábado, al salir del hotel en donde se hospedó en Ometepec, atendió las peticiones de la gente que lo esperaba afuera del recinto.
En un video publicado en sus redes sociales, se observa cómo el presidente recibe y da besos, además de tomarle la mano a la gente que se acercaba a saludarlo en medio de un tumulto.
Algunos expertos en salud y usuarios de las redes sociales expresaron alarma al ver al presidente estrechar manos, abrazar y besar a sus seguidores, argumentando que estaba dando un mal ejemplo a la población.
"En plena pandemia, @lopezobrador_ sigue repartiendo y recibiendo besos y abrazos cuando los todos los gobiernos piden a sus conciudadanos tomar medidas de distanciamiento social, prohíben actos masivos y ordenan cuarentenas. ¿Y si se enferma?", escribió el usuario de Twitter @audelinomacario.
Desde que se dio a conocer la llegada del Covid-19 a México, el presidente mexicano ha insistido en que “hay que abrazarse”.
"Hay quien dice que por lo de coronavirus no hay que abrazarse. Pero hay que abrazarse, no pasa nada” (sic).
La fuerza del presidente es moral, no es una fuerza de contagio: Hugo López-Gattel
Este lunes 16 de marzo, durante la conferencia de prensa en Palacio Nacional y ante la pregunta de los representantes de los medios de comunicación si se suspenderán las giras de trabajo del presidente para evitar un posible contagio, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, encargado de atender el tema de coronavirus en México, explicó que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, " no es una fuerza de contagio" de coronavirus.
El funcionario aseguró que el mandatario goza de buena salud y aunque pasa los 60 años no es un caso de “especial riesgo”, pues “la fuerza del presidente es moral.
“Afortunadamente (López Obrador) goza de buena salud. Aunque pase de los 60 años, no quiere decir que es una personal de especial riesgo. Casi sería mejor que padeciera coronavirus porque él, en lo individual, se va a recuperar espontáneamente y va a quedar inmune”, aseveró.
López- Gatell aseguró que la creencia de que el presidente debe hacerse la prueba por COVID-19 parte de una idea fuera de lugar.
“Es carente de sentido técnico; no tiene sentido, así no funciona la vigilancia epidemiológica ni la atención a la salud”, dijo.
Por su parte, López Obrador dijo que si hace falta se hará la prueba de coronavirus.
“Hago lo que me indiquen los médicos, los responsables. Tomamos la decisión de dejar este asunto de salud pública en manos de técnicos, expertos, científicos”, señaló.
Apuntó que si se deja este asunto del COVID-19 en manos de políticos se altera todo, por lo que pidió no politizar el tema.
“Yo voy a actuar de manera muy responsable. Voy a seguir las recomendaciones de médicos y especialistas. Si hace falta, en su momento, me hago la prueba. Lo que quiero es que no se politice el asunto”, añadió.
“Yo deseo con toda mi alma que no nos afecte en coronavirus (...) van a decir que soy idealista, soñador, irresponsable (...) yo quiero, sueño que nuestro pueblo no va a padecer, no va a sufrir. Quiero que nuestro pueblo sea feliz, feliz feliz”, dijo López Obrador este lunes.
El presidente insistió que en cuanto el subsecretario de salud le diga que debe suspender sus giras, lo hará, pero mientras, seguirá acercándose a la gente.
El subsecretario López-Gatell manifestó que se están tomando las medidas de salud adecuadas, y no es comparable con lo que se vive en otros países ya que el coronavirus los afecta de forma diferente, por lo que reiteró, se descarta la cancelación de actos multitudinarios.
López-Gatell afirmó que por ahora la estrategia de las autoridades estaba centrada en reducir la velocidad de contagios en el país para evitar la saturación de las unidades de atención médica. “No todo es cancelar eventos”, dijo.
¿Qué es lo que ha hecho el gobierno de López Obrador para detener el avance del coronavirus?
El panorama en México luce muy complicado: la economía se encuentra en recesión técnica, el peso enfrenta una fuerte caída al igual que los precios del petróleo y por si eso fuera poco, el sistema de salud público mexicano se encuentra en crisis y con el Instituto de Salud Para el Bienestar (Insabi) sin funcionar.
Pese a que todos los días las autoridades federales de salud informan sobre el avance de la enfermedad, la realidad es que aún se desconocen datos esenciales como la forma en que se realizan las pruebas de detección a personas sospechosas de padecer la enfermedad, lo cual es clave.
La situación en Estados Unidos empezó debido a que, de acuerdo con versiones periodísticas, no se estaban haciendo las suficientes pruebas para detectar la enfermedad. Es por eso que las alarmas entre la población mexicana se encuentran encendidas.
El gobierno insiste en que el país se encuentra en la fase uno de los escenarios de la enfermedad que es el de importación (en donde los contagios se dieron en el extranjero y aún no hay un contagio entre locales) los científicos como el de la UNAM prevén que eso cambie en breve y la enfermedad se propague rápidamente.
Aunque el subsecretario de salud aseguró que desde el inicio de la enfermedad, en los aeropuertos mexicanos se han implementado las pruebas para detectar a posibles viajeros chinos enfermos y ahora se reforzarán los controles como el monitoreo de temperatura y la implementación de un cuestionario para detectar síntomas, algunos testimonios en redes sociales y en algunos medios de comunicación aseguran que en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México no se están implementando los tamizajes necesarios para revisar a todos los viajeros internacionales.
Una de las medidas implementadas por el gobierno chino para evitar la propagación del virus, incluían realizar pruebas aleatorias a personas que no presentaban síntomas. Fue así que se detectaron a muchas personas enfermas que después fueron puestas en aislamiento. Pero en México no se está haciendo nada parecido.
El jueves 12 de marzo, el subsecretario de Prevención y promoción de la Salud de la Secretaría de Salud, Hugo López-Gatell aseguró que México no planea restringir vuelos, ni cerrar fronteras o puertos marítimos, así como tampoco cancelar eventos masivos a causa del coronavirus Covid-19 debido a que no hay demostración científica alguna que compruebe que estas medidas ayuden a disminuir el riesgo de transmisión.
Sin embargo, ese mismo jueves, el secretario de Turismo, Miguel Torruco, anunció que se pospone la edición 45 del Tianguis Turístico que se llevaría a cabo en Mérida del 22 al 25 de marzo por la declaratoria de pandemia, por lo que ahora se efectuará del 19 al 22 de septiembre.
A través de la Secretaría de Hacienda, el gobierno federal aseguró que destinará “unos cientos de millones de pesos” para la compra de medicamentos, equipo médico y material de curación para atender el brote de la enfermedad en el país, pero lo cierto es que hasta el momento, se desconoce si ya ocurrió.
Tampoco se tiene la certeza de que los estados y los hospitales particulares tengan la infraestructura suficiente para enfrentar un contagio masivo.
El pasado 11 de marzo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) decretó al coronavirus Covid-19 como una pandemia. Hasta este lunes 16 de marzo, en México existen 53 casos confirmados y 176 sospechosos que se encuentran en estudio.
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