Los cadáveres de cinco personas, todas familiares, fueron encontrados al interior de un rancho localizado en el municipio costero de Armería, en las inmediaciones de la carretera libre al poblado de Cuyutlán, en Colima.
El hallazgo fue realizado por familiares de las víctimas, quienes tenían entre 25 y 30 años. Según la Fiscalía General del Estado, los allegados acudieron al rancho luego de que las personas no contestaran las llamadas telefónicas.
Los occisos trabajaban en el lugar, pero al no responder el telefóno y no regresar de la jornada laboral, los familiares acudieron al rancho.
De manera simultánea, fueron halladas dos personas más sin vida. Se trataba de una mujer, cuyo cadáver fue abandonado en la colonia Vista del Mar de Santiago.
El cuerpo se encontraba dentro de una vivienda y presentaba una herida en el cuello de arma blanca.
Más tarde, un hombre fue asesinado a balazos en la colonia Puerta de Hierra. Vecinos del lugar reportaron que sobre la calle Agua Marina, cerca del campo de fútbol, sujetos abordo de un vehículo dispararon contra el hombre.
Según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, Colima registró 56 homicidios dolosos durante el mes de enero.
Colima, del paraíso al infierno
En sólo unos años, el estado de Colima, ubicado en la región oeste de México, pasó de ser el estado más seguro del país a convertirse en el primer lugar en homicidios dolosos. Esta situación ocasionó que recientemente, apareciera en la alertas de viajes del gobierno de Estados Unidos, colocándola en el nivel 4 de violencia máxima, similar al que tiene Siria.
Desde el 2010, Colima -entidad que limita con los estados de Jalisco, Michoacán y con el océano Pacífico-, comenzó a padecer un recrudecimiento en la violencia, principalmente generada por el crimen organizado.
Las autoridades atribuyeron el incremento en los homicidios al enfrentamiento entre los Cárteles de Sinaloa (CDS), el de Jalisco Nueva Generación (CJNG) y los Los Caballeros Templarios y La Familia Michoacana.
A inicios de 2016, ya bajo el gobierno del actual gobernador, el también priista José Ignacio Peralta, se dio a conocer un perfil de Facebook titulado “Sinaloa ya está en Colima” en el que se advertía de la presencia en la entidad del grupo criminal, ahora encabezado por Ismael “El Mayo” Zambada, y amenazaba con que “había llegado la barredora” en contra del Cártel Jalisco Nueva Generación.
La violencia se extendió por toda la entidad, no solamente dejando ríos de sangre de sicarios de uno u otro bando, sino cobrando la vida de empresarios, estudiantes e incluso niños. Los cárteles convirtieron a Manzanillo, Tecomán, Armería e Ixtlahuacán, en los municipios más violentos de la entidad.
En Manzanillo, además de ser uno de los destinos turísticos más populares, se encuentra uno de los puertos más importantes del país. Por ahí no sólo entran y salen mercancías provenientes de varias partes del mundo, también es un punto estratégico en la ruta utilizada por grupos delictivos para el trasiego de drogas y dinero.
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