El gobernador del Banco de México dijo el jueves que el coronavirus impactará las cadenas de suministro en el país y otras naciones, especialmente a la producción manufacturera, y al gasto debido a las medidas precautorias contra el brote.
El encargado de la política monetaria de la segunda economía más grande de América Latina explicó que esas dos afectaciones imponen retos para la actividad económica tanto por la oferta como en la demanda.
"(Habría) interrupciones que podría tener la cadena global de suministro. (...) si se detiene el suministro de algún insumo, pueda afectar a la producción", dijo Alejandro Díaz de León durante la inauguración de una convención de banqueros en Acapulco, a orillas del océano Pacífico.
"(Lo) que probablemente preocupa a la mayoría de los países es por el lado de la demanda, en particular el gasto que se verá afectado por las medidas precautorias tanto a las empresas como a las personas", agregó.
El funcionario también dijo a representantes del sector financiero que el virus surgido en China también representa un reto para la continuidad operativa del sistema financiero, por lo que el país estará alerta para tomar las acciones necesarias.
El secretario de Hacienda, Arturo Herrera, quien también participó en el evento, detalló algunas de las medidas del gobierno para combatir los efectos económicos del virus, tales como destrabar el gasto dirigido a instituciones sanitarias y acelerar compras de material y equipo médico.
Herrera reconoció que algunos sectores de la economía mexicana, como el transporte y el turismo, ya han sido afectados, y agregó que está en coordinación con la autoridad monetaria y con las autoridades de salud para tomar medidas coordinadas.
"Vamos a estar tomando decisiones. Estamos compartiendo cuál es la lectura de cómo están la economía y los mercados y estamos en un diálogo continuo", dijo.
En 15 días, México entraría en una fase de contagios locales del coronavirus, dijo el subsecretario de Salud, lo que llevaría al país a reportar cientos de casos desde los 15 actuales y tomar acciones más duras para controlar el brote, que ha dejado decenas de miles de infectados alrededor del mundo.
Estiman que, en 15 días, México podría entrar en fase de transmisión local de coronavirus
En 15 días, México entraría en una fase de contagios locales del coronavirus, dijo el subsecretario de Salud, lo que llevaría al país a reportar cientos de casos desde los 15 actuales y tomar acciones más duras para controlar el brote, que ha dejado decenas de miles de infectados alrededor del mundo.
Una vez llegada esa fase, se podrían cancelar o restringir los eventos masivos y las clases en escuelas o universidades, dijo Hugo López-Gatell.
“En nuestras modelaciones matemáticas habíamos calculado hasta 40 días hasta que llegáramos a la fase de transmisión comunitaria”, sostuvo la autoridad. “Sin embargo, si tomáramos la experiencia de los países de Europa (...) de aquí a 15 días aproximadamente podríamos estar en una fase de transmisión comunitaria”.
México ha reportado 15 casos de infectados con coronavirus, todos importados. La escasa cifra ha levantado las alarmas en especialistas que han asegurado que la toma de muestras pudiera no estar siguiendo los protocolos debidos.
Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha tenido cumplidos para México y ha reconocido sus fortalezas organizativas adquiridas en crisis pasadas, como la pandemia de la gripe A H1N1 en 2009 y 2010.
Mientras la fase dos llega, las autoridades mexicanas dijeron que no consideran necesario restringir vuelos o cerrar fronteras, a diferencia de lo que han hecho países como Estados Unidos o varios de Centroamérica.
“No se pretende, ni se piensa hacer, restringir los viajes internacionales hacia México ni cerrar fronteras, ni cerrar puertos marítimos”, dijo López-Gatell.
Sin embargo, universidades como el Tecnológico de Monterrey suspendieron el jueves sus clases en todos sus campus, se pospuso una importante feria turística en el suroriental estado Yucatán y la Concacaf suspendió la Liga de Campeones.
El brote, surgido en China a fines del año pasado, ha infectado a más de 129,000 personas en todo el mundo y ha cobrado la vida de unas 4,700, la gran mayoría en China continental.
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