El Banco de México señaló este miércoles al aumento de la inseguridad pública como principal riesgo para el crecimiento económico junto con la persistencia de la incertidumbre interna y un gasto público sea menor al esperado.
En su Reporte sobre las economías regionales de octubre-diciembre de 2019, el banco central expuso que “en su conjunto la economía registró una ligera contracción” y que el comportamiento del último trimestre “fue resultado de la evolución desfavorable que presentó la inversión fija bruta, de la caída trimestral de las exportaciones manufactureras y cierta pérdida de dinamismo del consumo privado”.
Además, refirió, que durante el cuarto trimestre del 2019, “persistió la moderada trayectoria a la baja que la actividad económica en México ha venido mostrando por varios trimestres”.
Algunos de los directivos empresariales entrevistados para el reporte “identificaron el brote del coronavirus como un riesgo a la baja”, pero se precisó que durante una buena parte del periodo de entrevistas, entre el 6 el 30 de enero de 2019, la enfermedad se limitaba a China, país que en aquel momento mostraba un alto número de infectados.
Los directivos identificaron que entre otros riesgos que los niveles de inversión privada sean mayores que los esperados, en particular como consecuencia de la ratificación del nuevo tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), y que se reactive la inversión pública en infraestructura.
“En un entorno de debilidad económica y de marcada incertidumbre, los avances en materia comercial alcanzados en torno a la relación comercial en Norteamérica han reducido la incertidumbre asociada con uno de los factores que habían estado afectando de manera adversa la inversión en las regiones de México, especialmente en aquellas más vinculadas con el mercado externo”, señaló el reporte.
Por el lado de la producción, la evolución de la actividad económica en el periodo de referencia “fue reflejo de la contracción de la actividad industrial y de las actividades primarias, mientras que los servicios presentaron un bajo crecimiento”.
Mientras que el interior de las actividades secundarias, continuó la caída de la construcción, si bien hacia el cierre del trimestre parecería haber frenado su trayectoria decreciente.
En lo que respecta a la actividad manufacturera se presentó “una ligera tendencia decreciente”, por la evolución desfavorable tanto en lo correspondiente a la producción de equipo de transporte como en el resto de las manufacturas.
Y finalmente, la minería mostró una incipiente recuperación, asociada, en buena medida, con la reactivación de la plataforma de producción petrolera.
El documento refirió que entre el tercer y el cuarto trimestre de 2019, la inflación general disminuyó de 3.31 a 2.94% e incluso, en diciembre se situó en 2.83%, su menor nivel desde agosto de 2016 y el segundo menor para el cierre de un año desde que inició en 1969 la medición del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC).
No obstante, a principios de 2020 la inflación general anual repuntó, ubicándose en 3.7% en febrero.
“Esta evolución refleja, en buena medida, el comportamiento de la inflación no subyacente anual, la cual disminuyó de un nivel particularmente bajo de 1.87% en el tercer trimestre a uno de 0.86% en el cuarto, siendo este el más bajo registrado para este indicador en un trimestre”, puntualizó.
EFE
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