La equidad de género no es un tema únicamente abordado sólo por organizaciones y colectivos feministas; es necesario que los hombres se involucren en una agenda que les permita desaprender actitudes y prácticas machistas para construir una nueva masculinidad.
En tiempos donde el feminismo parece solidificarse “nuevas masculinidades” o “deconstrucción” son conceptos que aunque ya existían, están comenzando a tomar fuerza por su connotación y porque los hombres se están sumando a la causa.
En entrevista con La Jornada, Zacatecas, Marco Antonio Inguanzo, docente de la Unidad Académica de Desarrollo y Gestión Pública, menciona que “la agenda de género es un tema de la igualdad radical entre hombres y mujeres y debe ser impulsada tanto por actores femeninos como por actores masculinos, porque los actores masculinos hemos estado ausentes”, expresó.
En ese sentido, refirió que podría promoverse una nueva masculinidad en la que se eduque sobre los roles de igualdad que debe haber entre hombres y mujeres para construir nuevas formas de vida, lo que implicaría un cambio de valores que, aunque puede ser lento, aplicará en las nuevas generaciones.
Comentó que ya hay talleres donde se platican estos conceptos con una nueva perspectiva de masculinidad.
“Hombres necios”
“Los hombres no lloran”, “lloras como niña”, “marica”, el reprimir emociones y sentimientos, son algunas de las aseveraciones con las que va creciendo cualquier hombre, mismas que se ven como sinónimo de debilidad.
Fue en octubre pasado cuando Edmundo Castelán, fundador del grupo “Hombres necios” creó un espacio en el que varones hablan de su experiencia sobre los roles de género que se ven obligados a seguir y que trae como consecuencia violencia a quienes los rodean.
En entrevista con El Universal, Castelán asegura que cada semana hombres de diferentes edades se reúnen en una cafetería de la Ciudad de México durante un lapso de poco más de dos horas, donde manifiestan lo que sienten con total libertad.
“Que hablemos desde lo que sentimos más que desde lo que pensamos nos permite reflexionar el por qué nos comportamos dentro del machismo, por qué hemos sido violentos, por qué hemos abusado del poder que tenemos desde nuestro privilegio de ser hombres”, explicó. No es común escuchar sobre la violencia en contra del hombre en una relación, puesto que la figura masculina siempre se ha visto como fuerte e insensible; sin embargo, Edmundo considera que es más normal de lo que se cree.
De igual manera, Edmundo establece que estos círculos de reflexión tienen como principal objetivo meditar sobre las nuevas masculinidades que tengan que ver hacia la no violencia. “Cada uno se encara a sí mismo frente a lo que parece un objeto que refleja su rostro y que no es precisamente su espejo. Se acusan, a veces como víctimas, a veces como victimarios, sobre su actuar, en su privilegio de ser hombres, todo para concientizar”, indicó.
Después de una plática con amigos, reflexionó acerca del tema y se catalogó a sí mismo como “necio”. Posteriormente, surgió la idea de crear este colectivo con nombre inspirado en su experiencia y en el poema de Sor Juana Inés de la Cruz: "también es la necedad la que nos trae aquí para cambiar”.
Explica que se encuentra sorprendido puesto que acuden jóvenes desde 20 años hasta personas de 40 años o más y llegan a ser cerca de 40 participantes, lo que asegura que enriquece más la dinámica.
Para Axel, un participante del grupo, igualmente entrevistado por El Universal, es muy difícil que un hombre identifique y reconozca que tienen vulnerabilidades y que deben exponerlas. Asimismo, todos lo participantes coinciden en que la inseguridad que vive el país y la masculinidad tóxica pueden ser imperceptibles para muchos: “Hemos adoptado el machismo como forma de vida”, refirió.