El coronavirus continúa su avance por el mundo, donde se contabiliza el contagio de más de 100,000 casos, seis de estos en México, país latinoamericano en el que se ha aplicado una estrategia de contención y hasta ahora no han surgido más pacientes positivos, pero sí sospechosos.
El pasado 31 de diciembre se reportaron los primeros casos del nuevo virus también llamado COVID-19. El foco de infección se ubicó en Wuhan, un pueblo de China, país en el que ahora existen más de 80,000 enfermos.
Este nuevo coronavirus se propagó de manera rápida por Corea del Sur, Irán, Italia, Alemania, Francia, España, Brasil, Ecuador y Argentina.
En México, este virus tardó en llegar casi dos meses. El 27 de febrero el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, reportó que estaba en observación un caso sospechoso que resultó positivo al COVID-19.
La noticia se confirmó un día después. El país tuvo a su primer paciente infectado, un hombre de 35 años contrajo el virus durante un viaje a Bergamo, Italia, donde estuvo en contacto con un hombre que también dio positivo.
Este sujeto presentó los síntomas un día después de volver a la CDMX y fue aislado en la Instituto de Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), del cual fue dado algunos días después para aislarse en su propia casa.
El segundo caso registrado en México el mismo 28 de febrero tuvo contacto directo con el paciente internado en el INER y con el hombre italiano residente en Malasia, ambos con resultados positivos al COVID 19. Este caso permaneció aislado en un hotel en Culiacán, Sinaloa.
El mismo viernes, las autoridades sanitarias mexicanas informaron sobre el hallazgo de un tercer hombre infectado, quien también viajó a Bergamo, Italia, con los dos primeros casos y que permaneció aislado en su hogar ubicado en la Ciudad de México tras presentar los síntomas.
Durante los días 29 de febrero y 1 de marzo conocimos a las pacientes cuatro y cinco. Ambas son mujeres menores de 20 años que viajaron a Milán, Italia, por razones académicas y estuvieron en contacto en el país europeo.
La llegada a México del coronavirus provocó compras de pánico desde el día en que se supo del primer caso. Farmacias y tiendas tuvieron desabasto de cubrebocas o productos de limpieza, como Lysol, gel antibacterial y toallas desinfectantes ante la urgencia de la sociedad de protegerse con medidas de limpieza.
El sexto caso fue confirmado la tarde del 6 de marzo. El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, informó que hallaron un hombre infectado con COVID-19 en el Estado de México y es el primero en considerarse en estado grave.
El funcionario mexicano precisó que aunque por el momento el paciente está estable, está catalogado como crítico porque cumple con dos factores de riesgo: tiene más de 60 años e hipertensión.
El hombre de 71 años estuvo en el norte de Italia durante la segunda semana de febrero y presentó síntomas al volver al país, cuando fue hospitalizado. Hasta ahora no se tiene sospecha de que haya contagiado a otras personas.
En México aún existen 36 casos sospechosos de padecer coronavirus, ya que viajaron el mes pasado a países con el virus activo, como China, Italia, Irán, Hong Kong, Singapur y Japón.
De este dato ya había dado indicios el director general de Epidemiología, José Luis Alomía, que hace unos días informó sobre la existencia de posibles reportes en 28 estados de la República Mexicana con al menos un probable de contagio.
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