El reporte del surgimiento de cuatro casos de sarampión en la Ciudad de México provocó la preocupación de la sociedad, pero no en el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, quien aseguró que “no hay algo que alarme”.
En su conferencia matutina, el mandatario mexicano habló de las cuatro personas infectadas con sarampión, tres en la alcaldía Gustavo A. Madero y una en Venustiano Carranza, en la capital del país.
“Sí hay casos, desde luego, pero no hay algo que alarme. Hoy seguramente a las 19:00 horas, como lo hacemos todos los días, los especialistas y médicos van a informar sobre esto", dijo López Obrador frente a los medios de comunicación.
La Secretaría de Salud, a través de la Dirección General de Epidemiología, confirmó el pasado miércoles que detectaron cuatro casos de sarampión en la capital del país, dos ellos menores de entre 8 y 10 años. Ninguno de los infectados recibió la vacuna contra esta enfermedad.
Las autoridades sanitarias mexicanas informaron que la pequeña de 8 años vive en la alcaldía Venustiano Carranza y hasta ahora ha convivido con 14 personas en el país; mientras que el niño de 10 años es de la Gustavo A. Madero y ha tenido contacto con personas extranjeras.
Sobre los otros dos casos, la Secretaría de Salud indicó que son dos hombres de entre 37 y 39 años y quienes están confinados en el Reclusorio Norte, ubicado en Jaime Nuno 155, Cuautepec Barrio Bajo, colonia Guadalupe Chalma, alcaldía Gustavo A. Madero. Además encontraron en este lugar otros 16 casos sospechosos de esta misma enfermedad.
Las medidas implementadas
El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, explicó que en cuanto detectaron a la niña de ocho años con síntomas de sarampión se le aplicaron los exámenes correspondientes en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), porque es derechohabiente. Sus resultados fueron ratificados más tarde por el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epideológicos (InDRE).
El funcionario también indicó que la sospecha de sarampión fue notificada inmediatamente a la jurisdicción sanitaria y comenzaron con el barrido en 25 manzanas a la redonda de la residencia donde vive la menor, realizado para vacunar a todos las personas expuestas. Con esta medida se busca desarrollar una barrera sanitaria y delimitar el área geográfica para controlar los posibles contagios dentro de un área específica.
En el centro de reclusión varonil se aplicó un análisis exhaustivo los 16 casos sospechosos por contagio y se aplicó un barrido o campaña de vacunación a cerca de 3,000 reos, custodios, personal y familiares de los presos.
El periodo en que todos ellos contrajeron la enfermedad fue entre el 22 y el 26 de febrero, según los datos publicados por El Universal.
De acuerdo con Milenio, el último paciente diagnosticado con sarampión local o autóctono en México fue en 1995.
El sarampión es una enfermedad viral que puede ser prevenida o controlada con vacunación. El grupo más susceptible, según los datos de la Secretaría de Salud, son los niños pequeños, así como las mujeres embarazadas que no cuenten con la aplicación de la vacuna.
Los primeros síntomas de esta enfermedad son: congestión nasal, ojos rojos y fiebre alta, la cual se presenta hasta los 10 días de estar en contacto con la enfermedad.
En una segunda fase de este padecimiento se presentan la exantema o erupciones rojizas en la piel, las que pueden durar en el cuerpo de tres a seis días y luego desaparecen. El sarampión, sin embargo, puede llegar a ser mortal si no se atiende a tiempo ni de manera adecuada.
Las principales herramientas en contra de esta enfermedad son la vacunación y la vigilancia epidemiológica a cargo de las instituciones de salud mexicanas.
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