Genaro García Luna, ex secretario de Seguridad Pública de México, operó un elaborado esquema de corporaciones fantasma y prestanombres para ocultar casi cuatro millones de dólares en Florida.
De acuerdo con documentos judiciales de la Fiscalía de Nueva York e información adicional obtenida por Univisión Investiga, una clave en la pesquisa del gobierno de Estados Unidos es una residencia en Golden Beach, Florida, a donde García Luna se mudó con su familia en 2012, cuando dejó de ser funcionario mexicano.
Aunque la Fiscalía no reveló el nombre de las empresas ni de los supuestos prestanombres involucrados en la compra de esa propiedad, Univisión Investiga ofrece detalles sobre cómo se adquirió el inmueble y quiénes participaron en su compra.
La dependencia afirmó que la casa en Golden Beach se compró utilizando “compañías fantasmas y compradores falsos” y aseguró que el modus operandi para esta operación es el mismo que el ex funcionario usó para esconder otras propiedades y que consistía en que una empresa de Estados Unidos adquiría una propiedad al tiempo que otra, fuera de ese país, la pagaba en efectivo y en ninguna de esas empresas aparecía el nombre de García Luna, pero en realidad eran suyas.
La Fiscalía puso como ejemplo clave de estas operaciones la casa de Golden Beach, valuada en tres millones de dólares, con piscina, embarcadero propio, salida al mar, cuatro recámaras y cuatro baños.
En su defensa para obtener libertad bajo fianza, los abogados de García Luna afirmaron que él tiene suficientes vínculos con Estados Unidos, porque su esposa e hijos viven ahí y es “dueño de propiedades en ese país”, aunque no especificaron cuáles. César de Castro, defensor del ex funcionario mexicano dijo a Univisión que por el momento no tenía comentarios.
En 2019, la televisora publicó que la casa se había comprado a través de la compañía Florida 274 SIGB, según registros obtenidos por la cadena y el periodista mexicano Julio Roa.
El inmueble era parte de un conglomerado de compañías y propiedades a nombre de Samuel Weinberg y su hijo Jonathan Alexis, quienes son empresarios mexicanos de seguridad y vendieron millones de dólares en contratos al gobierno mexicano mientras García Luna era secretario de Seguridad.
Ni Samuel ni su hijo han sido mencionados en el caso judicial contra Genaro García Luna en Estados Unidos, pero en México la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) congeló sus cuentas bancarias en diciembre pasado e interpuso dos denuncias ante la Fiscalía General de la República (FGR) acusándolos de triangular dinero de contratos del gobierno a sus cuentas personales. Las denuncias por lavado de dinero y corrupción incluyen al propio García Luna, familiares y colaboradores.
En 2018, en una entrevista con Televisa, García Luna negó que fuera socio de la familia Weinberg, como también lo hizo en una carta enviada a Univisión.
En tanto, Jonathan Weinberg insistió en que la casa de Golden Beach era de su familia y la rentaban a García Luna, incluso ofreció entregar copia del contrato de renta y de las transferencias de pago, pero nunca lo hizo. Alexis Weinberg fue contactado por Univisión para este artículo y dijo que contestaría, pero no lo ha hecho.
En 2016, la residencia fue vendida, en el contrato aparece una compañía panameña denominada NOA, S.A., como controladora de 274 SIGB, la empresa de Miami. Aunque, según Univisión, no queda claro si NOA es la compañía panameña a la que se refieren los fiscales de Nueva York sin mencionar el nombre, pero es la única corporación de Panamá que aparece en los registros públicos de la casa de Golden Beach.
El registro público de Panamá muestra que NOA fue creada en abril de 2008, su presidente era Natan Wancier, un empresario colombiano que ha sido durante años empleado del Grupo Weinberg, y quien participó en la reunión con Univisión en enero de 2019 y dijo que García Luna era amigo de los Weinberg, pero que nunca se habían beneficiado económicamente de él.
Wancier tampoco ha sido mencionado en el caso judicial en Estados Unidos contra Genaro García Luna, pero en México está bajo investigación y sus cuentas también fueron congeladas desde diciembre pasado, según reveló una fuente de alto nivel del gobierno mexicano a Univisión. Wancier no pudo ser localizado para este artículo, según la televisora.
Desde 2005, Wancier también preside Nunvay, otra empresa de seguridad del Grupo Weinberg registrada en Panamá y, que de acuerdo con la investigación de la UIF, operó en México un desvío millonario de recursos que benefició a García Luna.
En Panamá Nunvay vendió más de 14 millones de dólares en equipo de seguridad al gobierno panameño, según documentos obtenidos por Univisión en asociación con reporteros de La Prensa del país canalero. Estos artefactos se utilizaron para espiar a opositores, activistas, funcionarios panameños, incluso a una diplomática de la embajada de Estados Unidos, de acuerdo con reportes de la prensa panameña.
El presunto espionaje formó parte de una investigación criminal en contra del ex presidente Ricardo Martinelli, por la cual fue acusado, pero absuelto en su país en 2019.
Genaro García Luna espera juicio en Nueva York en donde está acusado de tres cargos de conspiración para traficar cocaína y uno por falsedad de declaraciones y por haber aceptado decenas de millones de dólares en sobornos a los cárteles de Sinaloa y de los Beltrán Leyva.
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