La Secretaría de Salud (SSa) y la Dirección General de Epidemiología confirmaron los primeros cuatro casos de contagio por sarampión en la Ciudad de México de 2020.
Una menor de ocho años fue la primera contagiada ubicada en la alcaldía Álvaro Obregón. Probablemente tuvo contacto con cerca de 14 personas, mismas que serán contactadas para que se hagan los exámenes correspondientes.
Los demás contagiados son tres hombres de 10, 37 y 39 años de la alcaldía Gustavo A. Madero. Únicamente el menor pudo haber tenido contacto con otras personas en el extranjero, pero no se ha confirmado.
El sarampión es una enfermedad que puede ser fácilmente contagiada a través de fluidos e incluso llega a ser mortal, aunque también tiene altos indices de cura y prevenirlo depende de una correcta campaña de vacunación.
Por ello, hay una serie de datos que deberías conocer para lograr identificar los síntomas y prevenir que un brote de sarampión llegue a causar estragos de seriedad en su cuerpo.
Qué es el sarampión, cuáles son sus síntomas y cómo se contagia
El sarampión es una enfermedad causada por un virus de la familia de los paramixovirus y según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), es una de las principales causas de muerte entre los infantes.
A pesar de la existencia de vacunas eficaces causó 110,000 defunciones en todo el mundo durante 2017, la mayoría entre niños menores de cinco años, según el último estudio publicado por la OMS en diciembre de 2019.
El sarampión empieza a manifestarse en tu cuerpo después de 10 o 12 días de tu primer contacto con el virus, según los datos de la SSa. El primer signo es una fiebre alta que dura entre 4 y 7 días.
A partir de entonces, los síntomas cambian conforme se desarrolla la enfermedad. En la fase inicial del sarampión puede haber goteo nasal (rinrronea), tos, ojos rojos, lágrimas y manchas blancas al interior de las mejillas.
Las famosas ‘ronchas’ de color rojizo comienzan a presentarse en la piel entre 7 o 18 días después de haber tenido contacto con el virus. Su nombre científico, según la OMS, es axatemas, mismas que pueden desaparecer 6 días más tarde.
Los axatemas comienzan generalmente en el rostro, luego avanzan por la parte superior del cuello y termina su extensión por las manos, además de los pies.
Aunque las vacunas han demostrado ser eficaces, en la mayoría de los casos, el sarampión puede convertirse en una enfermedad mortal o crear diferentes complicaciones en el cuerpo.
Si no se tienen los cuidados médicos adecuados o existe un sistema de defensa debilitado, los pacientes contagiados, especialmente infantes, pueden desarrollar ceguera, encefalitis, diarreas graves, infecciones de oído, infecciones respiratorias o neumonía.
Existe una probabilidad muy alta de contagio, pues el contacto directo es la principal causa. La transmisión del virus es a través de los fluidos nasales o de la garganta y basta una tos o un estornudo.
Las personas que pueden estar en el más alto riesgo son los niños que no han sido vacunados o que no alcanzan la edad para llegar al refuerzo. Las mujeres embarazadas o adolescentes y adultos que nunca recibieron las vacunas también estarían expuestos.
Prevención, vacunas y tratamientos durante el contagio
La vacuna se introdujo hasta 1963 y se generalizó su uso con rapidez. Antes del suceso, las epidemias eran comunes al rededor del mundo, mismas que eran capaces de terminar con la vida de millones de personas.
El encargado de crear la vacuna fue un médico destacado en el campo de la vacunas, de hecho, se le reconoce como el creador de ocho de los 14 tratamientos más recomendados en la medicina moderna, según los datos de El País.
El microbiólogo Maurice R. Hilleman creó, además de la vacuna contra el sarampión, las vacunas contra las paperas, hepatitis A y B, varicela, meningitis, neumonía y la bacteria Haemophilus influenzae. Ha salvado millones de vidas a lo largo de la historia.
En México, la Secretaría de Salud ha puesto a disposición de la sociedad las vacunas de manera segura, eficaz y económica. El esquema que debe seguirse es el conocido como triple viral o SRP. La protección que te otorga es contra el sarampión, la rubeola y la parotiditis.
Las aplicaciones adecuadas de estas vacunas comienzan a los 12 meses de nacer y el único refuerzo debe aplicarse a los seis años de edad, según los datos de la SSa.
Los adultos y adolescentes que no cuentan con las dosis recomendadas, pueden acceder a las vacunas contra la rubeola y el sarampión. El tratamiento, sin embargo, no es recomendable para las mujeres embarazadas.
El precio de las vacunas oscila en la actualidad entre los 600 y los 800 pesos en consultorios particulares, según los datos del diario AM recogidos en septiembre de 2019.
Pero si ya contrajiste la enfermedad, también hay forma de cuidarte para no llegar a desarrollar graves afectaciones en tu cuerpo. El tratamiento antiviral no existe, pero un plan nutrimental adecuado y la ingesta de líquidos pueden ser vitales, pues la deshidratación se presenta con frecuencia.
Si desarrollas infecciones, te pueden hacer prescripciones de antibióticos, además de la suplementación de vitamina A, de acuerdo con el sector salud mexicano.
En el caso de México, la prevención por los más recientes casos registrados en la CDMX comenzó con un barrido en 25 manzanas a la redonda de la residencia donde vive la primera menor detectada con la enfermedad, según los reportes de El Heraldo de México.
Un barrido es una campaña de vacunación masiva con el objetivo de crear una barrera sanitaria que impida la ola de contagios.
La OMS, por su parte, inició en 2010 una serie de medidas para llegar a la erradicación del sarampión en diferentes territorios del la organización. Para 2017, la reducción de muertes por la enfermedad alcanzó un 80%. Se habla de que las campañas pudieron evitar un total de 21 millones de fallecimientos en el mundo.
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